Capítulo 26

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24 de Diciembre de 2020, 21:00, Fort Hamilton

El ejército de Estados Unidos se había desplegado en cuanto habían recibido la primera llamada de que estaban atacando el Madison. Movilizaron a todas las unidades y las enviaron al estadio. También bloquearon todos los puentes y los vaciaron. En cuanto empezaron a salir esos seres del estadio, los humvee y la infantería empezaron a disparar. Lo que no se esperaban era que los que habían empezado el ataque al estadio, no eran humanos. Perdieron a todos los humvee y a la infantería de esa zona en apenas media hora. En cuanto perdieron a la mitad de las tropas de esa zona, decidieron que era mejor evacuar la ciudad. De las más de diez millones de personas que había en la isla, solo lograron sacar a unas trescientas mil. Esos seres avanzaban muy rápido y no tenían piedad, matando a todas las personas que veían. Al principio solo atacaban la zona sur de la isla, pero luego empezaron a aparecer más en el centro y en el norte de la isla. Según habían dicho los soldados, salían del alcantarillado y los túneles del metro, por lo que les habían dicho que los tanques destruyeran todas las entradas de los túneles del metro y las bocas de alcantarilla para bloquearles las salidas. Cuando dieron las ocho de la tarde, ya habían perdido casi toda la isla. Todos los humvee habían sido destruidos y habían perdido ya a casi trescientos hombre en la infantería. Ya solo les quedaban un par de cientos de tropas, seis tanques de los veinte que habían llevado, y de los treinta helicópteros que tenían, solo les quedaban tres. Habían dejado de evacuar a las ocho y media, cuando el último helicóptero había sido derribado. Y por si no tuvieran bastante, uno de los puentes había sido atacado y los hombres que estaban allí apostados habían acabado con ellos por los pelos. Incluso habían perdido seis hombres. Todos los civiles que había en el puente habían muerto. Y en ese puente ahora había una enorme columna de humo. En ese momento supo que ellos no iban a ser capaces de acabar con esos seres. Se lo habían comunicado al comandante de la operación, un hombre que acababa de cumplir los cincuenta hacía tan solo un par de semanas. Estaba intentando hablar con el presidente. Necesitaban permiso para poder acabar con esas criaturas, aunque tuvieran que borrar la isla de Manhattan. Al final le pasaron con él.

-Comandante O'Neill, ¿Cómo van las cosas en Manhattan?-le dijo. Nada de cómo está ni nada de eso.

-No muy bien.-le dijo el comandante-Las cosas han empeorado. La isla está perdida. Solo hemos conseguido sacar de la ciudad a unas trescientas mil personas antes de que esos seres derribaran los helicópteros.

Esperó la respuesta del presidente. Sabía que lo que le iba a pedir era algo que nunca se había hecho. Era muy arriesgado. Quería pedir un bombardeo de MOAPS. Sabía que en cuanto bombardearan la ciudad, lo más probable era que el presidente pusiera la ciudad en cuarentena. También les pedirían que si quedaba alguno de esos seres con vida, lo capturaran. Eso sería lo más difícil.

-¿Quieres pedirme algo, verdad?-le dijo el presidente.

-Si señor.-le dijo-Solicito un bombardeo de MOAPS a la isla de Manhattan.

-¿Es que te has vuelto loco, O'Neill?-le dijo-No puedo hacer eso. Todavía queda mucha gente en la isla, incluyendo soldados.

-Señor-le dijo-, todas las tropas han caído. Los quinientos efectivos. Los soldados apostados en los puentes siguen aguantando, pero en algún momento sobrepasarán a nuestros hombres. Si no lo hacemos ahora, podríamos perder toda la costa este. Y hemos comprobado con un avión de reconocimiento toda la isla. Solo quedan unos pocos miles de personas

El comandante O'Neill esperó. Sabía que le darían permiso, pero tenía que estar seguro. Esas criaturas habían matado a casi diez millones de personas en apenas dos horas. En un par de días, podrían destruir toda la costa este. Y en apenas un par de meses, todo el país podría estar perdido. Y si ellos no los detenían ahora, podrían estar ante una extinción global en apenas una década. Tenían que hacerlo ahora.

-De acuerdo. Enviaré a tres F-117 para el bombardeo.-le dijo.-Todos sus hombres deben estar fuera de los puentes a las 22:00. Es en ese momento cuando empezará el bombardeo.

-Muchas gracias.-le dijo y colgó.

Agarró la radio y dio el mensaje: "Todas las tropas apostadas en los puentes deben abandonar sus puestos antes de las 22:00. Vamos a bombardear Manhattan con varias MOAPS.". Cortó y se puso a hacer los preparativos para después del ataque. 

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