Nothing Eyes

Capítulo 7

19 de Diciembre de 2020, 23:38, F.B.I., Federal Plaza de Nueva York

La explosión en la estación de metro de Broadway había hecho que el caso pasara a ser federal. Primero, un accidente en el túnel Lincoln, y ahora un accidente en la 116 Street Station-Columbia University. La policía sabía que ambos accidentes estaban relacionados entre ellos, pero Jack Wallace; el jefe de la oficina del F.B.I. de Manhattan; no sabía cuál era la conexión. Todo empezó después de que estallara el laboratorio de GenSistems. El jefe de esa empresa, Robert Nolan, le había dicho que había sido un sabotaje de un ex-empleado que trabajaba con una organización terrorista que estaba empezando a operar contra sus laboratorios. Él sabía que ocultaba algo, pues llevaba más de dos años investigando la empresa y sabía a ciencia cierta que en el laboratorio que había estallado fabricaban toda clase de armas biológicas, desde gases nerviosos hasta virus capaces de exterminar a toda una ciudad. También había descubierto hacía un par de semanas que estaban experimentando con humanos desde hacía varios meses, pues una empleada llamada Sarah Powell había acudido a su oficina y le había contado cosas que no sabía si creer, pero hacía varios días que no sabía nada de ella. Desde el día de la explosión en GenSistems, para ser exactos. 

La explosión en el metro había sido a causa de una colisión entre dos trenes. Uno de ellos había entrado a toda velocidad, haciendo que la colisión explotara ambos trenes y el depósito de a calefacción de la estación, lo que había provocado el derrumbe de un tramo enorme de la carretera de Broadway. Ya había visto la grabación de las cámaras de seguridad de la estación desde el control de tráfico ferroviario. Había visto algo que le había llamado la atención. El conductor del tren que colisionó contra el que estaba parado, no aparecía en las grabaciones, pero vio que el cristal estaba roto y también vio sangre en la cabina. Al fijarse mejor ahora en su oficina al reproducir la copia de las grabaciones, se fijó en que el vagón delantero estaba manchado de sangre por el interior y varias ventanas estaban rotas, y todo eso antes de la colisión. Tenía que averiguar qué era lo que estaban haciendo en ese laboratorio, pues tenía la extraña sensación de que podría ocurrir algo mucho peor que los accidentes que habían ocurrido esos dos últimos días.

Estaba a punto de salir de la oficina para irse a casa a descansar cuando sonó el teléfono. Descolgó. Era su compañero, Sam.

-Dime Sam.-dijo Jack.

-Han encontrado dos vagones del tren en la vía, a unos 900 metros de donde terminó el derrumbe. Hay dos supervivientes y al menos una docena de cadáveres.

-Voy para allá de inmediato.-dijo antes de colgar.

Salió de la oficina y se dirigió a la estación que estaba más cerca del derrumbe para investigar los vagones. Tenía que saber que estaba pasando en la ciudad.