🔹Capítulo 2🔹

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▪️Humano▪️

Sans achicó sus cuencas tras examinar con la mirada a aquella extraña mujer, en cierto modo le había llamado la atención aquel destello que se reflejo por un par de segundos.

Es que se comió unos bombillos de chiquita y ahora le brillan así.

Un humano no podía hacer eso, por ello, pensó que fue algo que había imaginado.

Había sido tan rápido...

Al estar perdido en sus pensamientos no se percató que Rose se inclinó un poco hacia el frente, le daba curiosidad el hecho de que aquel esqueleto pudiera desvanecer sus pupilas a voluntad.

No debería impresionarse, aquel monstruo era un esqueleto y podía cerrar sus cuencas aún cuando no tuviera lógica.

Raro.

Sans parpadeo varias veces y volvió a verla con pereza, quería dormir. Pero no podía dejar pasar tal peculiar encuentro.

—¿Rosalía, uh? En mi estadía aquí no había escuchado un nombre parecido, claro, hasta ahora—. Él la observó fijamente.

Rosalía puso su mano sobre su bolso, pensando si ese esqueleto era ciego o le estaba tomando el pelo.

¡Claro que no era del subsuelo!

Ni siquiera se parece a un monstruo, no con esa forma.

Ella se enderezó correctamente y rodó sus orbes ante tal comentario.

—Soy extranjera—. Habló con un tono sarcástico.

—¿Extranjera?—. Sans preguntó sonriendo burlonamente.

Okay, si sigue así lo va a golpear.

Espera, ¿Qué demonios sigue haciendo ahí hablando con este perezoso?

No tiene tiempo para esto.

—Debo irme—. Avisó antes de pasar junto al esqueleto sin decir nada más.

Sin embargo, detuvo su paso cuando escucho fuertes pisadas dirigirse hacia ellos.

Ella no pudo evitar meter su mano dentro de su bolso y rozar con la yema de sus dedos la boquilla de un frasco, preparándose para lanzarlo si se trataba de una amenaza.

No podía estar más equivocada.

Fue entonces que, una voz masculina con un tono energético bastante elevado la hizo darse la vuelta, sentía curiosidad por ver de quién se trataba.

—¡SANS!—. Aquel nuevo individuo desconocido se hizo presente mediante un gritó.

Con la mirada examinó la apariencia del nuevo monstruo, quien parecía ser de la misma especie que aquel esqueleto bromista con el que había hablado hace apenas unos segundos.

Era alto, podía deducir que era fácilmente de su altura. Portaba una bufanda de color rojo ligeramente rasgada por los bordes, un atuendo peculiar; acompañado por unas botas y unos guantes del mismo tono de su prenda.

Parecía estar irritado o molesto, pues podía notar con facilidad la curvatura de sus cuencas similar a cuando fruncía el ceño.

Bajó la mirada al percatarse de la presencia de un niño pequeño, el cual no parecía ser un monstruo... Un humano, había un humano en el subsuelo.

Vaya sorpresa.

El menor de todos los presentes, al cual tenía la certeza de tener menos de diez años, poseía el cabello de color castaño cortado por encima de los hombros.

Sᴘᴇᴄɪᴀʟ Sᴏᴜʟ  |Undertale|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora