[07]

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Jimin observó con bastante curiosidad todo el transcurso del camino, para su sorpresa el alfa en lugar de llevarlo caminando como había pensado en un principio, tomó una de las camionetas y lo invitó a subir con total cuidado que Jimin casi quiso reírse.

A su alrededor muchos estuvieron viéndoles, desde que el alfa había terminado su trabajo por completo, hasta el momento en el cual se montaron en el carro rumbo al arroyo que el pálido le había asegurado, le encantaría.

Y aunque Jimin intentó cambiar mucho desde algunos días atrás, no podía esperar que todo el mundo le creyera de inmediato, ejemplo de eso era el príncipe Min quién no dejaba de verlo como si fuera la representación del mal en un frasco chiquito, incluso la omega Rosé no dejaba de verle con aquella mirada que Jimin sabía, guardaba mucha duda y sospecha.

Aunque claramente ella trataba de disimularlo mejor que JungKook.

Y ni hablar de algunos de los trabajadores que se rehusaban a acercarse ya que alegaban que no querían recibir una mala respuesta de su parte. Aunque TaeHyung le había animado en aquellos momentos, Jimin sabía que quizás tendría mucho camino por delante para lograr deshacer la imagen de niño arrogante con la cual había llegado a ese lugar.

— ¿Tienes algo? — La pregunta lo sacó de sus pensamientos. Parpadeó un tanto confundido mientras observaba el perfil del pálido mientras este conducía. — Tienes rato perdido en tus pensamientos y fruncías el ceño, incluso tenías un adorable puchero en tu rostro que... — YoonGi calló mientras negaba. Jimin le observó curioso.

— ¿Un puchero en mi rostro que? — Indagó haciendo referencia a lo último que el pálido había dicho. YoonGi le ignoró mientras veía el camino por delante.

— No falta mucho para llegar. — Fue lo único que respondió mientras se guardaba para sí mismo que si hubiesen estado en otra ocasión, quizás por fin hubiese probado aquellos labios que tanto le llamaban.

...

Rosé se mostró bastante sorprendida cuando observó a JungKook reír a rienda suelta con el omega que llevaba por nombre TaeHyung, quizás por estar tan pendiente de YoonGi y Jimin, había pasado por alto la notable química que se traían esos dos.

Su mirada curiosa sin embargo se desvió cuando observó a su grupo de amigas venir hacia ella de forma un tanto alborotada. Jennie tenía una cara de susto a la par de Lisa mientras que Jisoo intentaba ser la más serena entre todas.

— ¿Vieron a un fantasma? — Preguntó la pelinegra confundida. Jennie y Lisa asintieron. Jisoo negó. — ¿Se pueden poner de acuerdo? — Cuestionó Rosé entre confundida y divertida.

— La señorita Irene está cerca. — Anunció Jennie mientras veía hacia los lados. Rosé no comprendió porque aquello causaba tanto escandalo.

— ¡Si ella ve al príncipe YoonGi antes de que nosotros podamos decirle lo que está pasando el omega Jimin se dará cuenta que le hemos estado mintiendo! — Exclamó Lisa a toda voz sin ser consciente.

— Tonta, te dije que no gritaras. — Negó Jisoo mientras se palmeaba la frente en señal de frustración y sentía las miradas de todos sobre ellas, específicamente la del omega amigo de Jimin y la aterrada de JungKook. Rosé simplemente negó mientras veía la cara del omega confundido.

— ¿Qué dijeron tus amigas? — Cuestionó TaeHyung acercándose. Rosé titubeó mientras buscaba ayuda en JungKook. — Príncipe Min. — Llamó TaeHyung. JungKook se rascó la nuca incómodamente mientras veía al omega. — ¿Por qué le están mintiendo a Jimin? ¿De qué están hablando?

...

YoonGi sonrió cuando vio el semblante relajado que tenía el omega en aquel lugar mientras se limpiaba el rostro con la clara agua de aquel arroyo. Por un momento pensó que se sentiría un tanto fuera del lugar, por más lindo que fuera el sitio, YoonGi sabía que aquel omega estaba claramente acostumbrado a otro tipo de cosas.

The boy from the city » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora