[05]

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Jimin observó con infinita admiración el brillante firmamento que estaba siendo iluminado por las estrellas y la gran luna blanca que se encontraba indudablemente, muy pero muy lejos de él. Un suspiró escapó de sus regordetes labios mientras sentía el frío de la noche abrazarle y rodearle como si fuera una segunda capa de piel.

Tan concentrado estaba en la imagen sobre él que no fue consciente de que estaba siendo acompañado hasta que una cálida capa de tela cayó sobre sus hombros otorgándole la calidez que estaba deseando desde unos minutos atrás.

— Me sorprende que estés aquí. — Jimin observó de reojo como el pálido tomaba asiento a su lado de forma cómoda y tranquila. — Son las dos de la mañana y a estas horas hace mucho frío aquí afuera. — Informó.

— Me di cuenta. — Susurró el menor de ambos sin ánimos de querer iniciar algún tipo de pelea, solo respondió comprendiendo lo que el alfa quería decir.

Por un momento pensó que sería incómodo, ninguno hacia nada para interactuar con el otro, solo estaban acompañados por un grato silencio, sus olores uniéndose de una forma tan cálida que hacía que el omega dentro de Jimin se removiera un tanto ansioso.

— No me caes mal. — Susurró YoonGi rompiendo el silencio. Jimin le observó de soslayo mientras esperaba que el alfa siguiera hablando. — Incluso cuando me lanzaste una manzana a la cara. — Jimin enrojeció un tanto apenado por aquel impulsivo acto que había tenido lugar horas atrás.

— R-Realmente lo siento. — Titubeó al inicio. — Solo... Solo no sé qué pasó. — Intentó excusarse, pero ahora que pensaba mejor las cosas no podía entender el porqué de aquello.

Muchas veces había recibido comentarios y burlas sobre lo poco que la gente lograba tolerarlo y nunca había reaccionado de esa forma. Es como sí la sola idea de que el alfa a su lado no pudiera tolerarle, le incomodara y molestara.

— No hay problema con eso, está perdonado. — Mencionó el alfa sin observarle en ningún momento. Jimin aprovechó aquello para observar de mejor manera al mayor.

Era tan atractivo a sus ojos, la piel era tan blanca y limpia, incluso podía asegurar que sería suave como el algodón, su largo cabello negro cubría parte de su frente y cuando la brisa impactaba contra ellos, se movía tan sedosamente con ella. Pero sin duda alguna lo que más llamaba la atención del omega, era la forma tan peculiar de sus ojos, era como un lindo gatito.

— ¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí? — Fue una pregunta con genuina curiosidad. YoonGi le observó confundido. — Todos parecen tratarte con tanto cariño y respeto, parecen tener un buen lazo.

— Nací aquí. — Respondió con una sonrisa el alfa. — La mayoría de ellos son hijos de personas que fueron grandes amigos de mi padre en la infancia, nunca hubo diferencias entre nosotros. — Mencionó deteniéndose justo en ese momento para no decir nada que pudiera revelar su verdadera identidad. Jimin pareció conforme mientras asentía. — ¿Tú eres de Seúl?

— Soy de Busan. — Sonrió el omega. — Nací en un lugar muy pequeño con unos tíos que no fueron el mejor ejemplo para un omega. — Mencionó sin entender porque estaba diciéndole algo tan íntimo a un desconocido.

— ¿Cómo llegaste a Seúl? — Preguntó YoonGi para cambiar el tema al ver la incomodidad que se reflejó en el rostro del omega. Jimin sonrió agradecido ante el gesto del alfa.

— Conocí a TaeHyung y su familia en mi adolescencia, desde ese momento somos grandes amigos y yo... Yo decidí venir a Seúl para cambiar mi vida y buscar mejores oportunidades de las cuales podría tener en Busan.

— Nunca he conocido Busan. — Admitió YoonGi. Jimin le observó por escasos segundos antes de hablar.

— Yo puedo acompañarte. — Se ofreció. Luego de unos segundos al notar la mirada perpleja del alfa sobre él, fue que notó lo que había dicho. El colorido carmín se adueñó de sus mejillas y para YoonGi no hubo imagen más perfecta que aquella. — D-Digo... Y-Yo... — El alfa rió a viva voz y el omega calló sintiéndose un tanto embriagado por aquel sonido tan hipnotizador.

— Me gustaría ir contigo. — Mencionó seguro. El omega dentro de Jimin se derritió ante la mirada tan segura y alegre que tenía el alfa. — Eres... — Jimin le observó expectante. — No pensé que serías así.

— ¿Así como? — Preguntó Jimin confundido.

— Hemos estado hablando durante poco tiempo y no me has gritado por tu bebida de ocho cubitos de hielo. — Jimin negó con una sonrisa en su rostro.

— ¿Quieres ir a buscármela? — Preguntó divertido sintiéndose tan cómodo con el alfa a su lado. — Quizás es la hora que te hace pensar que soy agradable. — Mencionó encogiéndose de hombros.

— Quisiera creer que estás siendo amable porque te gusto. — Susurró de forma directa, observando cada mínimo detalle en el rostro del omega y sintiéndose tentado a romper la escasa distancia que lo separaba del menor. Jimin calló por segundos mientras se repetía las palabras dichas por el alfa esperando encontrar algún error.

— No entendí lo que dijiste. — Mintió y YoonGi lo supo. Lo notó en el preciso momento en que lo vio mover los labios pero sin decir palabra alguna.

— ¿Aún no te has dado cuenta? — Preguntó en un susurro, siendo guiado por el deseo de su lobo en querer deleitarse con el sabor de los labios del menor. Jimin tragó en seco mientras su mirada se desviaba a los delgados labios del alfa. Su omega se encontraba revuelto en su interior, sentía los nervios de pies a cabeza mientras maldecía la lentitud con la cual el alfa se acercaba a él.

— ¿Darme cuenta de qué? — Preguntó el omega. YoonGi suspiró cerrando los ojos mientras depositaba un casto beso en la frente del menor.

— Es tarde, deberías de ir a dormir. — Mencionó manteniendo a raya todas las cosas que quería decir y hacer en ese momento. Jimin abultó los labios en un pequeño puchero mientras sentía la cercanía del alfa. — ¿Vendrás a trabajar mañana con nosotros?

— ¿Me dejarás lanzarte una manzana? — Cuestionó divertido mientras veía al pálido. YoonGi sonrió.

— ¿Tendremos otro encuentro bajo el cielo estrellado? — Jimin asintió. — Entonces lánzame todas las manzanas que quieras si al final de la noche, podré encontrarte aquí.

...

Gracias eternas por leer.

Jimin poco a poco cae ante los encantos del gatito.

Disculpen la tardanza. 

The boy from the city » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora