Pasaron tres días tras el enfrentamiento entre Izuku y Bakugo donde vemos este último sentado en su habitación mirando por la ventana de su habitación, se notaba deprimido e incluso tenía miedo de volver a ver a Hanma.
Mientras a las afueras de la habitación de observan a dos féminas de cabello verdoso siendo Inko Midoriya e Iris Midoriya siendo su hija quien había llegado ese mismo día, pero esta se notaba algo disgustada.
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-Acabo de llegar a casa y el tarado quedo traumado, ¿pues qué le hicieron? - dijo Iris dijo con incredulidad y con aires de superioridad –Le metieron palos por él...- dijo Iris, pero siendo interrumpida por su madre.
-Tu solo habla con él, necesita de una amiga quien lo apoye- dijo Inko en un tono serio –Y no es pregunta- dijo Inko en un tono autoritario.
Vemos en la habitación de Bakugo a Iris quien observara al rubio quien se notaba afectado por la paliza que recibió.
-quien te dejo entrar a mi habitación? - dijo el rubio molesto.
-Aquí entre nosotros me gustaría sacar una cámara y tomarte fotos de lo patético que te vez- dijo Iris en un tono burlón.
- ¿¡Entonces porque no lo haces!?- alzo la voz el rubio.
Iris se queda callada y se sorprende por la actitud que el rubio tomo –en verdad si te lograron romper...- dijo Iris con una actitud distinta.
La joven peliverde se sienta aun lado del rubio calmado para si luego en un tono tranquilo y casi amigable le pregunta –¿qué fue lo que paso? - pregunto Iris –Nos conocemos desde que somos unos niños... no puedes decirme un "que te importa"- hablo la chica algo preocupada por Bakugo.
Bakugo se queda callado unos segundos en un tono algo tímido habla –sé que eh perdido combates anteriormente y en verdad me enoja perder...- dijo el rubio.
Iris suelta una pequeña sonrisa y sigue escuchando.
-Pero ese tipo... es todo tan distinto...- dijo el rubio algo asustado –La mirada de ese tipo, no era de superioridad, ni de burla, su mirada era vacía... carente de alguna emoción...- dijo el rubio mientras comenzaba a temblar –intento dormir, pero incluso en mis sueños, lo sigo viéndolo...- dijo bakugo hundiéndose en sus pensamientos.
Iris estaba por acercarse más al rubio, pero en eso está suelta una risilla.
-No puede ser... en verdad ese tipo me dejo muy jodido...- dijo el rubio mirando al techo mientras este comenzaría a derramar lágrimas.
Iris simplemente no sabía que decirle a su amigo, por lo que como si fuera un salto de fe, la peliverde abraza al rubio.
Bakugo no se opuso al abraso y simplemente se relajaba mientras se aferraba a Iris a lo que esta hablaría.
-Que harías si yo no estuviera aquí? – pregunto Iris de forma sarcástica para así superarse del rubio dándole una mirada suave y tranquila –Cuando llegue el momento, los dos iremos tras ese bastardo y le demostraremos que los monstruos somos nosotros- dijo Iris confiada de sí misma y del rubio.
