Narra Lucy:
Desde que había llegado a este campamento todo había ido muy raro. Me costó mucho convencer a mí abuela de que yo era lo suficientemente capaz de venir a buscar el portal sóla, pero estando aquí lo dudaba, si no podía socializar con simples adolescentes no creía poder abrir un portal.
Con el tiempo me dí cuenta que había un grupo de chicas que me seguía a todas partes, principalmente una rubia, élla y su novio no sé cansaban de espiarme. Había considerado decirles la verdad, pero deseché la idea cuando me di cuenta de que eran muy estúpidos como para entenderlo.
Últimamente no todo era color de rosa, pero con ese portal mi vida y la de muchos brujos y brujas de la luna iba a cambiar para bien. Sólo si lograba abrir el portal...
Me encontraba disfrazada, intentando despejar el lugar.
Había estado esperando este baile desde que me enteré que lo harían. Era la mejor oportunidad para entrar a la oficina de la directora.
Unos días atrás había robado una copia de la llave, fué esa la vez que ese extraño grupo de amigas encontró a mi gato, Trigon, pero nunca había tenido una buena oportunidad para entrar sin levantar sospechas.También había conocido a un chico, era literalmente hermoso en todo el sentido de la palabra, pero yo no había venido aquí por chicos. Además su hermana parecía odiarme.
"¿Sabías que en la barra dan bebidas alcohólicas? Obviamente están metidas en la fiesta ilegalmente, así que vayan antes de que se acaben" Le decía a algunas personas "Alguién te llama, está por allá" le decía a otros. La gente era tan ingenua que me creía, así que no fué demasiado complicado despejar el lugar.
En menos de una hora que íbamos de fiesta yo ya había podido entrar a la oficina, diría que estaba feliz, pero mentiría, me preocupaba que todo vaya tan bien, nunca era así de fácil.
Una vez dentro, busqué un objeto que pudiera abrir la puerta, hasta que encontré la estatua de un ángel con un arpa, el cual se notaba que podía doblar sólo un brazo, lo giré y se abrió la puerta, era enorme y roja pero no me detuve mucho en los detalles.
Tuve que bajar muchas escaleras, montones, pero cuando llegue la energía que me envolvió fue tanta que sentí haber volado hasta aquí.
Busque el espejo con la mirada hasta que localicé una manta que en algún momento fué blanca cubriendo algo en la pared, cuando la quité pude visualizar un espejo viejo, en definitiva no parecía ser ningún portal, pero lo era.
Hice un círculo con velas que traje escondidas en mi traje y me puse a meditar, necesitaba estar en un estado totalmente relajado para poder usar mi mente y abrir el portal correctamente.
Cuando logré estar en un estado de meditación y abrír el portal una luz cegadora invadió el lugar y me empezó a faltar a la aire, después de eso no recuerdo nada.
Narra Allie:
Cuando volví a abrir los ojos estaba en un lugar pequeño y oscuro, todo a mi alrededor era oscuridad y me sentía desfallecer.
El primer pensamiento que vino a mi mente fué si había muerto. Lo único que recordaba era ir a un extraño sótano con mis amigas y encontar a Lucy sentada frente a un espejo.Por más que mis ojos estuvieran abiertos, sentía que no lo estaban, todo era oscuridad, no veía nada, si los cerrará estaría igual. Intenté pararme y dar vueltas intentando encontrar algo para sostenerme, una luz o cualquier cosa, pero no lo logré, mi cuerpo parecía estar estancado, quise llorar, hasta gritar, pero no pude, era como si mi cuerpo no estuviera conmigo. Baje la vista rindiendome, y entonces pude verlo. Ahí mismo estaba mi reflejo, el suelo parecía estar hecho de agua, pero no mojaba, era tan negro como todo a mi alrededor, pero podía verme reflejada.
Pensé en una historia que me había contado alguién en algún momento de mi vida, "las personas sin alma van a un especie de limbo entre el cielo, la tierra y el infierno"
¿Sería verdad?¿Acaso yo estaba en ese limbo? ...Pero eso significaría que yo no tenía alma... ¿la tenía?
Mi cerebro se llenó de más preguntas, pero ninguna tenía respuesta.
Entonces, algo más vino a mi mente "la única persona que puede sacarte de ese lugar, sos vos" no recordaba quien me lo había dicho, pero parecía útil, si no lo fuera no hubiera aparecido en mi cabeza tan derrepente, ¿No es así?
Volví a mirar en mi reflejo asustada. Era yo, Pero todo a mi alrededor era oscuridad.
Mire mi reflejo hasta que me cansé de hacerlo, hasta que mis manos intentaron moverse, para ver si atrapaba a mi reflejo desprevenido y este se confundía de movimiento.
Lleve mi mano hasta el suelo muy lentamente y pude tocarlo, este se sintió líquido, cuando lo toque le imagen se movió unos segundos y volvió a su forma. Volví a probar meter mi mano, y pude hacerlo, así seguí con la siguiente y también mis piernas, a este punto ya podía mover mi cuerpo con mucha más normalidad.
Cuando ya solo faltaba mi cabeza inhale profundamente.
Una vez con mi cuerpo dentro de el reflejo, sentí que caía con brusquedad, era en picada, si tocaba el suelo en algún momento estaba segura de que moriría -Si es que no lo estaba ya- volví a mi realidad cuando abrí los ojos de golpe y estaba en el sótano nuevamente, está vez yo estaba en frente de el espejo, y mis amigas a mi alrededor igual de confundidas.Quería hablar pero mis lágrimas amenazaban con salir si lo hacía. Mis amigas se veían asustadas también. Antonia estaba de brazos y piernas cruzabas mirando sus pies, su cabello hacía una cortina que la aislaba del mundo y no me dejaba ver su cara.
Mari estaba mirando fijamente al espejo, como si temiera que este le salta en cualquier momento, Cheryl ni siquiera se molestó en ocultar sus lágrimas y Alai estába sería mirando a Lucy. También la miré, estaba hecha una bolita con las manos en su cara.Nadie hablaba.
El silencio se hizo eterno, hasta que la puerta de el sótano se abrió, se escuchó el ruido de alguien bajando las escaleras a toda velocidad y entro el individuo que menos espere.
Kendall estaba parado en el último escalón, mirándome.
Quise levantarme, pero mis piernas no obedecían a las órdenes que les daba mi cerebro.
Quise parecer fuerte, pero ni siquiera pude articular una palabra.
No me di cuenta de que estaba llorando hasta que Kendall llegó a mi lado y limpió mis lágrimas.
Me abrazó, ni siquiera preguntó que hacíamos ahí. Sólo se quedó conmigo mientras yo mojaba su camiseta con más lágrimas.Cuando por fin me calmé, él se levantó y me tendió una mano para que también lo hiciera.
Mis piernas parecieron entender esta vez y pude levantarme.Miré a mis amigas sin soltar la mano de Kendall, éllas ni siquiera me miraban, las llame por sus nombres, pero tampoco parecían poder escuchar.
Fui hacia donde estaba Cheryl, que seguía mirando un punto fijo en la pared y involuntariamente resbalaban algúnas lágrimas por sus mejillas llenas de pecas.
Me arrodille frente a ella y me miró a los ojos, aunque no dijo nada sus ojos demostraban dolor. Así que la abracé y pareció volver a la realidad porque me devolvió el abrazo con fuerza.Ambas nos levantamos.
Fuí hacia donde estaba Mari, me puse frente a ella y le sonreí, me devolvió la sonrisa y se levantó. Luego élla fué y hizo lo mismo con Alai.
Cheryl le murmuró algo a Antonia y élla levanto la cabeza y le sonrió.
Volví hacia donde estaba Kendall y le tomé la mano nuevamente.
Las chicas empezaron a subir las escaleras y yo y Kendall las seguimos.
- ¿Saben? Kallie no suena nada mal- Murmuró Antonia pasando a nuestro lado- sonreí.
- Esperen- Kendall se detuvo de golpe, haciendo que yo y mis amigas dejáramos de caminar.
El señaló con la cabeza a Lucy, que todavía estaba en el suelo tapándose la cara con sus manos.
Yo asentí, solté la mano de Kendall y me encaminé hacía ella, las chicas me siguieron y la rodeamos.
Ella levanto su cabeza hacia nosotras, tenía los ojos cubiertos de lágrimas y murmuró palabras que no esperé escuchar.- Las odio.
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Atravesando Mi Reflejo [EN PROCESO]
FantasíaUn verano puede cambiarlo todo La vida de Allie siempre fue muy monótona, a pesar de que su madre si tenga un pasado, ella solo era una chica sin personalidad- o eso creía- y lo único bueno que tenía eran sus amigas, nunca fue alguién interesante ni...