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Finalmente ha llegado el día donde hace un año me hiciste la pregunta que provocó un sin fin de recuerdos hermosos entre nosotros. Un año desde que pude pronunciar tu nombre con un enamoramiento tan profundo y dulce, y a su vez, referirme a ti como "mi novio"
Se que al inicio todo fue un poco complicado, tú no deseabas malinterpretar mis intenciones y yo sencillamente tenía miedo de ser directa contigo. Y de verdad que me costo llenarme de valor ya que cuando nos conocimos solo pensé que serías un gran amigo pero de repente ante tú cariño y atención terminaba por sonreír de una forma tan sincera, y mientras tanto mi corazón se aceleraba muchísimo que no podía creer lo que provocabas en mi.
Te quería tanto que no quería alejarme de ti. Y después te ame muchísimo que me negué a soltarte y me aferre a ti.
Me causa gracia traer esos recuerdos a mi mente, parecía una niña llorona por no saber que hacer exactamente hasta qué caí que llegaría el 14 de febrero, todo era muy cursi en mi mente pero no tenía otra forma de decirte "me gustas" en ese preciso momento, tuve miles de sentimientos revueltos en lo que obtenía una respuesta y no te imaginas que tan feliz me hiciste cuando tu respuesta fue sí. Podría decir que me encontré casi llorando porque siendo tan nerviosa el ver que si querías estar conmigo ese día me emociono de forma extrema, estaba lográndolo y me daba calidez.
Después de unos pocos días hiciste la linda pregunta, y me aguante demasiado de llorar también porque si, lloro para todo pero esta vez se sentía todo tan hermoso y yo estaba maravillada de ti, no podía entender que tan afortunada estaba siendo así que llena de felicidad me permitiste ser tu novia.
Los días y meses siguientes los pase enamorándome más de ti, me enamoré del tiempo contigo, de cada beso y abrazó, me enamore de lo que me dabas y de lo que mostrabas de ti, todo, cada pequeñez la ame y la sigo amando bastante.
