Alma N° 3.
Me he acordado de ti, y todavía no te he conocido.
Voy a contarnos lo que han visto mis ojos. Probablemente no vayáis a creéroslo, pero, de todas formas, os voy a contar. Os voy a hacer testigos no presenciales del crimen que cometieron conmigo; de cómo me robaron un beso con una mirada.
Aquel día llovía. No vi caer ninguna gota del cielo porque estaba en el metro -el del Madrid—, sentado a un lado de las vías: las que vomitan vagones por la derecha y los tragan por la izquierda. ¿Qué cómo sé que llovía? No lo sé, solo sé que sé cuándo está lloviendo. Se podría decir que es mi don.
Y al otro lado -de las vías—, como en otra estación del año, cómo en otra estación de Madrid, estaba ella. Sentada, perdida en su música chasqueando lo dedos con elegancia, deslizando ligeramente las suelas de sus botas entre dos baldosas como en un sutil baile de estación, —perdonad— quiero decir, de salón. Con esos característicos auriculares del iPhone que le hacen a uno pensar que la persona está escuchando un álbum original. «Seguro que es de las que pagan por las canciones, o tienen una cuenta Premiun en Spotify» pensé.
Bailaba, bailaba salvajemente sin moverse de su sitio. Era como ver un poco de caos dentro de la "tranquilidad del metro de Madrid a las 14:52". Dicho rápido y mal, Ella, era como el desorden en la termodinámica. Ella, ahí, era antropía. Y cuanto más desordenado era su baile, más tendía a la perfección.
Por un instante —2 minutos, según el letrero que anunciaba la llegada del metro—, sentí que estaba escuchando su música...bailando su canción. Y por otro instante, dentro del anterior, sentí que chasqueaba los dedos al ritmo de mi corazón...y lo hacía latir a su antojo...a su baile.
La veía. En mi vida había pestañeado tan poco en tanto tiempo.
Y tampoco había observado tanto en tan poco tiempo. En mi vida, en toda mi puñetera vida, no había deseado que alguien me mirara tanto como deseaba que ella me mirase. Quería que ella me viese, aunque sólo fuese durante 1/4 de instante.
Nada perturbó su baile. Ni el anuncio del cierre de la línea 1, ni el brusco movimiento de la gente precipitándose al escuchar el susurro de la llegada del metro.
Se levantó.
—Mírame —musité.
Caminó hasta la línea de seguridad.
—Mírame —musité de nuevo, asustado.
Alzo la vista para ver llegar el metro.
—Mírame —susurré lo más alto posible y sentí miedo. Miedo y...tres segundos antes de que desapareciese tras la armadura del tercer vagón y el ruido del metal con el metal..lo hizo...¡me miró!
Me miró, como si supiese que he la había estado mirando todo ese rato.
Me miró, me miró y vi cómo los ojos más normales del mundo, adornaban la mirada más hermosa que jamás me había visto. Me miró. Me miró a los labios y me regaló un guiño. Me miró. Me miró y me beso con una sonrisa.Ahora, ya podéis testificar en mi favor ante el universo. Para ir firme una orden de búsqueda, captura y detención de dicha ladrona. Para que me devuelva esa mirada, ese beso...porque joder...¡Párpados arriba, eso fue un atraco!
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Las Almas De Brandon.
PoetryEste libro trata de almas... es un libro escrito por César Brandon. Es un excelente escritor. Cada alma te llevará a un mundo distinto. (Espero les gustes). :)