Exquisito dolor ➳ l.h

1.

Con Bobby revolcándose en el césped y Emma recostada en una manta leyendo un buen libro, la tarde iba como siempre. El sol estaba poniéndose, eran alrededor de las seis de la tarde. Una brisa fresca se había levantado y la sombra de los árboles no ayudaban esa tarde. Bobby se había acercado a Emma y le había lamido la mejilla, ganándose tanto un reto como una risa de su dueña. 

Cuando Emma decidió que era hora de volver a casa, guardó las cosas dentro del bolso y ató a Bobby fue cuando lo vio. Su cabello rubio reflejaba los restantes rayos del sol y sus ojos celestes aguamarina parecían piedras preciosas. Los brazos se movían a sus costados, al compás del ritmo al que corría. Cada vez que lo veía pasar, Emma se quedaba cautivada con la forma en que sus gemelos se tensaban cuando pisaba. 

Pero no, debía quitarse al rubio de la cabeza, había cosas más importantes por hacer. Además, ni siquiera lo conocía. Jamás había escuchado su voz, no tenía conocimiento de su nombre. Pero, siguiendo sus instintos, miró una última vez a su izquierda, donde éste se perdía entre la mata de árboles. 

Este chico siempre aparecía por el parque, todos los días, a la misma hora, sin falta. ¿Por qué? Nadie sabía. ¿Es que no tenía otras ocupaciones? ¿Algún plan? Parecía que no, y esa era otra de las cosas que tanto intrigaban a Emma. Siempre estaba concentrado en sus auriculares y el camino que recorría. En estos dos meses que lo venía viendo, jamás se le había desviado la mirada. Y Emma no sabía cómo tomarlo.

Ella estaba tan frustrada, porque no tenía el valor para frenarlo y preguntarle su nombre, y tampoco podía decir que él se sintiera igual con respecto a ella. Jamás la había visto. ¿Quién podía saber? Quizá hasta él tuviera una novia esperándolo en casa. Pero Emma jamás iba a aceptar eso. Ella lo seguiría mirando, como una rutina, todos los días que sacaba a pasear a Bobby.

Y esa noche, cuando se durmió, lo último que vio detrás de sus párpados fue el reflejo del sol en el pelo del rubio.

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¡Hola! Bueno, los primeros capítulos van a ser así, cortos, hasta que llegué la acción, ya saben. La idea es más o menos contarles cómo ella lo ve, se siente al respecto y ese tipo de cosas. Serán un par de capítulos así y luego los iré haciendo más largos. También es para ver cómo toman la novela, ¡espero que les guste!