Las ilusiones de Emma se formaban tan rápido como las filas de 2x1 en helado en el día más caluroso del verano. Así de rápido, así de seguras. En realidad, Luke no le había dado tanto material con el que ilusionarse. Pero vamos, todas las chicas somos iguales. Si nos dicen que hoy los ojos nos brillan más de lo normal ya pensamos que están a puntos de proponernos casamiento y llevarnos de luna de miel a París. Bueno, Emma no era diferente. Pero sabía que tenía que controlarse. Y la mayor parte del tiempo, lo hacía. A excepción de cuando Luke la abrazaba. No se daba seguido, pero en esos momentos Emma sentía que podría llegar a escupir el corazón de la emoción.
Ese día en particular era bastante especial. Iba a conocer a Lexie. Ahora que Emma sabía que Lexie era una amiga de toda la vida de Luke y que él consideraba qu enrollarse con ella era como enrollarse con su hermana pequeña, digamos que el hecho de conocerla era bastante emocionante. Esta vez quedaron un poco más temprano, porque Lexie tenía entrenamiento. Era gimnasta, del tipo artística. A Emma le encantaba ver ese deporte en la televisión durante los juegos olímpicos. Esperaba poder verla allí algún día.
Caminando, pudo ver a Luke hablando con Lexie y de repente él pegándole en la cabeza. Apareció por atrás con la intención de asustarlos.
—Hemmings, eso es maltrato. Te voy a denunciar — habló seria, pero con una sonrisa en la cara.
Él saltó en su lugar con los ojos abiertos y después la miró mal. Lexie se rio y la saludó con un beso en la mejilla, como si llevaran bastante tiempo siendo amigas. Le cayó bien al instante. Y el hecho de que no sea nada de Luke tenía bastante que ver. Esa tarde fue bastante espontánea. Hablaron de cosas aleatorias, como Luke y Emma solían hacer. A veces hablaban de cosas que ya sabían del otro, pero que quizá Lexie no sabía de Emma o viceversa. Terminaron haciendo buenas migas, hasta el punto de que se pasaron los número y quedaron en salir algún día, solas. Emma pensaba que eso podía llegar a ser bastante interesante.
Pero también le carcomía por dentro el hecho de que luke haya decidido presentarle a su mejor amiga, ¿Por qué se dio? Claro, usualmente nosotros le presentamos nuestros nuevos amigos a nuestros viejos amigos. Pero realmente suelen pasar meses enteros, y no solamente un par de semanas. Además, ¿qué tanta formalidad? No es como si se hubieran conocido por casualidad en una fiesta. Luke quería que se conocieran allí, en el parque. Era una duda a la que Emma le daba muchísimas vueltas, pero como dije anteriormente, trataba de no hacerse ilusiones. Casi imposible, digamos, para alguien como ella.
Cuando Lexie se fue finalmente, Luke y Emma se quedaron solos. Se notaba en el aire que habían dado un gran paso en su amistad. Eso se repetía Emma constantemente. Amistad. Nada más que amistad. Luke no se interesa en ti de otra forma. No te ilusiones. Amistad. Empezó a anochecer y Luke insistió en acompañarla a la casa. Emma quería estar sola, escuchar música, pero el rubio no la dejó. Ella desistió en tratar de convencerlo de lo contrario, y fueron caminando bastante juntos y a pasos lentos.
Cuando llegaron a la puerta, Emma sabía que en realidad no quería despedirse. Tenía ganas de pedirle que entrara, que miraran una película juntos y durmieran abrazados. Claramente, no correspondía. Así que se limitó a sonreír, tratando de controlarse a sí misma. Luke se pasó la lengua por los labios y Emma no pudo negar que miró los suyos. Emma no lo sabía, pero dentro de los ojos de él se escondía un deseo, una tentación. Pero ante su ciega insistencia de no ilusionarse, le encontraba una explicación lógica a todo. Una que no tuviera que ver con él queriéndola de otra manera. Así que ambos se saludaron con un beso en la mejilla y se dieron vuelta, cada uno en su camino. Cada uno con el mismo pensamiento de que les gustaría haberse animado a algo más, pero que el otro no se sentía de la misma manera. Ambos demasiado tímidos para intentarlo. Demasiado tontos como para no ver que el otro se sentía de la misma forma.
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Exquisito dolor ➳ l.h
Fanfiction“¿Dónde empieza verdaderamente una historia? En la vida, cuando miramos atrás, casi nunca podemos determinar los principios, el momento exacto en los que el destino se cruza con nuestra vida diaria y desencadena una secuencia de acontecimientos cuya...