At first sight [SHOWKI][2WON]

Inesperado

Kihyun llegó a su casa con un humor bastante agrio. Sin duda alguna alguien que insultaba a su fiel compañero era alguien a quien podía odiar de por vida, aún sin conocerlo, aún con lo atractivo que pudiera ser.

-¿Qué hay hámster?

-Hey, no me digas así, insecto palo.

-Uhhh, qué humor Kiki. ¿Pasó algo? -preguntó su hermano, esta vez más serio.

-Ah, sólo un estúpido con un niño que se atrevió a decirle algo a Hammie, ¿puedes creerlo? A este bebé hermoso -el cachorro al escuchar su nombre se acercó a Kihyun para ser mimado- Si, a ti, cosita piciosa con patas.

Finalmente le dio un pequeño beso en la naricita del can para dejarlo libre por la casa nuevamente.

-No hagas caso entonces, te vas a arrugar, Kihyun... y mira que ya no eres un niño.

-Claro, lo dice el que se la pasa durmiendo. 

Ambos rieron. Aunque normalmente los hermanos se insultaban de una manera muy inocente, se amaban profundamente.

-Hablando de dormir. Hoy no he dormido, me la pasé toda la tarde limpiando hojas secas. Mañana tenemos que llevar los encargos, recuérdalo.

-Bah. De acuerdo, entonces, descansaré un poco antes de hacer las confirmaciones con los encargados.

-Ok. Por cierto, hay pollo en el refri.

-Gracias, Wonnie. Ve a dormir entonces o mañana no te despertarás.

-A la orden.

Con esa frase, su hermano fue escaleras arriba a su habitación. Kihyun calentó su comida y preparó el tazón de Hammie. Ambos cenarían juntos.

Una vez que ambos terminaron, Kihyun se dirigió a la oficina para contactar a las personas encargadas de los envíos de mañana. Su noche aún sería larga.

A veces extrañaba lo ajetreado de la ciudad y su empleo en una oficina, pero definitivamente la felicidad que tenía al estar en el campo junto a su hermano menor y haciendo el negocio familiar prosperar, no se le comparaba con nada. Sus padres ya estaban fuera del negocio y se lo habían dejado a sus hijos, actualmente ellos vivían en Seúl y sólo regresaban de vez en cuando. Kihyun siempre les pedía ayuda si lo necesitaba, pero con Hyungwon como su mano derecha, eso casi no pasaba.

Su principal función más que nada era la administración de su pequeña empresa, pero la mayoría de las veces también se encontraba inmerso en el diseño de arreglos florales y todo lo que involucraba esa área. Pensaba seriamente en contratar a otro administrador para dedicarse de lleno al diseño, pues le encantaba. Tenían varios convenios vigentes con algunas empresas, establecimientos y en unas semanas abrirían la primer tienda física, así que aún le quedaba una gran temporada trabajando como administrador y estando al pendiente de la mayoría de los procesos. 

Estaba tan ensimismado en su trabajo que apenas logró escuchar un ruido en lo alto de la casa, lo cual hubiera pasado desapercibido para él de no ser porque a los segundos escuchó a Hyungwon gritando fuertemente.

-¡¿Wonnie?!

-¡¡¡Ki, ayúdame!!!

Sin pensarlo más, saltó de la silla en la que se encontraba dirigiéndose a donde la voz de su hermano provenía. Lo primero que vio al abrir la puerta del baño fue un montón de vidrios rotos desperdigados por todas partes. Pero lo que nunca espero ver era a su hermano en el piso sosteniendo su mano y al rededor de ésta un río de sangre que ya empezaba a encharcarse en el piso.