¿por qué a mí? cap 1. (no leer estoy en proceso de modificación)

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Al recorrer el trayecto entendían. Porque sentía ese enorme y gran odio a ese lugar, no solamente porque aquel estatus de tanto sufrimiento se puede ver arruinado con los rumores, sino por el hecho de que le asqueaba el gélido de la vestimenta blanca, acompañado de aquella mirada pérdida fija en el techo dándole entender que quizá una escena de dinosaurios se proyectaba allí; anonadó, estúpido e inútil; incluso la situación de su imagen estética a dejar los labios entreabiertos dejando fluir la saliva al su ropa y suelo. Con el hecho de saber que no podían controlar su propia imaginación, sumando el desagradable hedor de sus cuerpos.

Es inaceptable, simplemente inaceptable, que un progenitor llevase y estuviese cerrado entre tanta porquería. Pero lo juraba que ella tendría que abstenerse de comentar tontería o hablar de su vida pasada o de cualquier incoherencia, no importa que haga reencarnado, no importa lo que haga sido; un perro, una vaca, talvez un conejo, simplemente no aceptaría una ofensa así. Entre aquel silencio solo tocaba el sonido de las zapatillas bajo la luz mortecina de los pasillos, el manicomio se erguía como un laberinto de emociones atrapadas. Los ecos de lamentos y risas desgarradas resonaban entre las paredes blancas y frías, mientras las sombras de los pacientes se deslizaban en silencio, como fantasmas en busca de una salida a sus tormentos internos.

Las habitaciones, con sus puertas cerradas y ventanas enrejadas, guardaban los secretos y las batallas diarias de aquellos cuyas mentes se encontraban atrapadas en un torbellino de confusión y desesperanza. El aroma a desinfectante se mezclaba con el de la desolación, creando una atmósfera asfixiante que pesaba sobre los hombros de quienes transitaban por aquel laberinto de dolor y esperanza perdida. El personal médico, con sus miradas cansadas, pero compasivas, se movía entre los pacientes, ofreciendo consuelo y cuidados en un intento por traer un destello de calma a aquel caos emocional. En las zonas comunes, algunos pacientes se reunían en silencio, compartiendo gestos de solidaridad y apoyo mutuo en un intento por encontrar un refugio momentáneo ante la tormenta que habitaba en sus mentes. El manicomio era un mundo aparte, donde los límites entre la realidad y la fantasía se desdibujaba, y donde cada día era una lucha silenciosa por recuperar la cordura perdida.

Sin embargo, Jamás, bajo ningún concepto, dejaría a sus hijas ahí. Abrió la puerta donde estaba dos niñas, una de la niña estaba en una esquina de la habitación, su delgado cuerpo temblando Como si fuese atrás de un invierno mientras con su mirada señalaba a la dirección donde estaba su hermana pequeña, parada en centro, sin moverse ni pestaña. Ninguna de la dos se habían percatado de la llegada de su madre. 

Asco.

Se negaba aceptar aquello.

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12 años después

En muchas ocasiones, las veces que sus padres fue demandado por aquello y lo otro, le vio imperturbable delante de la sala de la corte. Mientras el juez con un rostro de limón agrio se mantenía hablando y hablando sin callarse ni un segundo, entrecerró su vista, fijándose lentamente en la toga negra. Y juez se la acomodaba. Le llego a preguntar, ¿cómo respira? , es que se veía incómoda ¿estaría asfixiándose?. Movió su mano, girando el lapicero en círculo se dedicó a observar a los presentes de su interés; la tia bárbara, el tío jakodushi, el tío felipe, secreteándose con su abogado y luego la miraban de reojo. Le llevo a otra cuestionarte, Por lo general, el juez se sienta frente a un escritorio llamado el estrado ¿Es necesario?

Señor juez. Opino que aún es una niña para ostenta aquel cargo.

Debería vivir su vida y dejar a los adultos la responsabilidad.

Pongámosle a prueba.

Sería lo más sensato. Según el artículo 23-09 podemos proceder de esa manera por un lapso de tiempo.

¿Por qué a mí? (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora