Santa y pecador (modificación proceso)

37 6 0
                                    

"¿¿Eres mejor que ellos?. O acaso ¿El egoísmo no le permite ver más allá de la nariz?. Pero sé qué él poderoso Sesshomaru, vivirá siendo envidioso, y morirá en miseria, dará un paso tan veloz que al final te amamantara de la inconformidad, y la riqueza en vanagloria será tu única luz. Por otra parte ¿Quién te abrazará en tu logros egoístas?. Sé que algún día le dirá a tu antiguo yo, ¿por qué no mirasteis a tu alrededor?, y aun así ¿Crees ser mejor que ellos?", preguntó.

- "¿Qué significa eso?" - dijo con las manos en una de su espada. -

" tú eres igual..... !plash! El sonido de dos espadas sonó como estruendo opacando las demás guerras, los diamantes transparentes comenzaron a caer con más fuerza del cielo presionando el hedor de la sangre y cadáveres en descomposición. Sus pies cuando hacían contactos con el suelo mojado regaban el lodo en su vestimenta mientras más peleaban. La respiración de ambos se hacía más forzada por el desgaste, la sangre se filtraba por las grietas de su carne. Padre e hijo tenían la audiencia de los cientos de cadáveres a su alrededor. Él más joven pisaba los cuerpos, sin ninguna delicadeza, para él, es como pisar las hierbas en un hermoso amanecer si no fuera por el hedor que corrompen su sensible nariz. Ambos sabían que en un sendero de muerte las palabras nunca serán suficiente, su pelea no era muerte, pero tampoco era pacífica, era su manera de demostrar su dominio sobre el otro.

Mientras arremeter con violencia. A la distancia una hermosa mujer miraba todo desde arriba de una nube, sin deseo de tocar tierras malditas. Después de horas luchando, ambos se alejaron un poco. Para mirar su figura tan parecida. - "Sesshomaru, ¿tienes a alguien a quien proteger?" - preguntó Inutaisho, el demonio mayor, cuando vio a su hijo voltearse para continuar su triste camino. Inutaisho, un rey de piel bronceada, ojos ambarinos y una mancha en forma de rayos violetas, que resaltaba su inhumanidad, los diamantes empaparon las melenas plateadas de los tres demonios presentes.

-"¿yo sesshomaru?"-sonrió. Ante él, era la pregunta más tonta que jamás había escuchado. -" abominables"- dijo sin mirar a su padre, mientras sus pies lo llevaban al lugar indefinido. Sesshomaru dejó de ser un demoníaco conquistador a un marinero en alta mar sin su brújula al mecer de las olas caprichosas, el viento arrogante que golpea las velas sin su consentimiento, desobedecer la guía de un capitán hunde al barco y a los marineros, en la oscuridad eterna.

-"Sesshomaru debe pagar el error", dijo una hermosa youkai -"sus almas me llamaron del inframundo, y quieren justicias", explicó. Al ver a Sesshomaru ignorándola, yendo a alta mar sin brújula o timón -"la tierra llora por la sangre que brota de los inocentes, hijo mío por favor, ir con ellos por la buena"- fue lo último que dijo como una advertencia.

Sesshomaru sacó su espada y atacó a su madre, con una flexibilidad extraordinaria, para irasue era como un juego de niño, pero Sesshomaru no se rindió y atacó de todas las formas posibles, sin ninguna intención asesina, subestimar a un inu, puede ser una ofensa al clan. En las manos de Inutaisho apareció un pergamino en blanco. -" ¡irasue! "- inutaisho vociferó en nombre de su esposa, una youkai de inframundo con el cabello plateado, con el flequillo separado para dejar al aire libre su frente con un símbolo de una medialuna. En ambas mejillas se puede admirar una raya horizontal. -" es la hora "- informó. El pergamino en blanco, comenzó a colocar letra en un idioma antiguo, con tinta dorada al igual que el radiante sol, el papel fue escrito de arriba hacia abajo. Una fisura longitudinal se abrió en el espacio y reveló un mundo desconocido para todos los presentes, parecía como si las estrellas estuvieran cayendo del cielo debido a la cantidad de luces de diferentes colores. Esas luces multicolores se convirtieron en un color negro único que revelaron los rostros de todas las especies inocentes que Sesshomaru había matado. Con la boca abierta como sus ojos, solo la silueta era visible. Correr, saltar, golpear, Sesshomaru ignoró todas esas almas dolorosas y continuó con su trabajo.

¿Por qué a mí? (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora