VIOLENTOMETRO [ONCEST]

ENGAÑAR

En un día como cualquier otro se encontraba Oncie en la casa de su amado novio, le encantaba estar allí, y a quien no le gustaria estar en casa de un millonario, con mayordomos, habitación grandes y una cocina gigantesca y más para Oncie que se la pasaba cocinando sus ricos y deliciosos hotcakes con chocolate y malvadiscos. Había terminado de comer en la habitación de su novio, se encontraba sumamente aburrido, quería salir con sus amigos, decidió llamarle a un amigo suyo, llamado Ted para salir a platicar y reír un poco.

Greedler por su parte estaba en su oficina trabajando muy duro como siempre y pensaba únicamente en cuanto dinero tendría en un futuro con la venta de sus Thneeds, le verdad apesar de ser millonario aún quería más ya que no era completamente feliz, no tuvo una infancia armoniosa porque su familia siempre lo desprecio y por eso solo quería complacerlos con dinero, regalos y más y buscaba que su pobre novio pensara como el, en ser millonario algún día, no quería que se alejará de el y le agradaba la idea de que Oncie se la pasaba en su mansión.

Tuvo un rato libre y fue a su habitación donde se encontraba el chico, se sorprendió al abrir la puerta y verlo muy feliz cantando frente al espejo arreglándose el cabello para finalmente colocar el sombrero gris que tanto le gustaba junto con su chaleco.
- Hola Oncie ¿Porque tan contento?- preguntó el mayor recargandose en la puerta de la habitación. - Mi amor, Hola, saldré con un Ted.- el chico estaba muy entusiasmado pues no había visto a su amigo en mucho tiempo, aún antes de comenzar la relación con Greedler, anhelaba reír un poco y contarle de su vida. - Y .... exactamente ¿A dónde irás?- el mayor comenzó a caminar hacia el menor abrazándolo por detrás mirándose en el espejo, recargando su barbilla en su hombro.- No lo se, supongo que saldrá algún plan en el camino hacia la ciudad. - Dijo volteandose para mirar a su novio a los ojos. - Está bien Oncie ¿Nesesitas dinero? - dijo sacando su billetera. - ¡No!, No te preocupes amor, yo tengo un poco.
- Está bien. - No le había agradado nada la idea de que saliera con un amigo y de que se arreglará tanto para solo ir a la ciudad. - Ya no tarda Ted, solo paso al baño y me voy amor.- lo dijo con una gran sonrisa dirigiendose al baño.
- Claro.

Cuándo tocaron la puerta, Greedler camino lo más rápido que pudo para llegar antes que el mayordomo a la puerta pero le fue imposible ya estaba el mayordomo hablando con el chico.
- ¿Si, diga? ¿Qué se le ofrece jovén? - lo dijo mirando de pies a cabeza al niño. - Vine a buscar a un amigo se llama Once ler, dijo que estaba aquí. - el chico estaba impresionado con tan bello lugar, el mayordomo estaba a punto de hablar cuando algo lo detuvo, una mano en su hombro.
- Yo me encargo Alfred - dijo Greedler sonriendo. - El chico se estremeció de ver a alguien tan alto con una apariencia tan tétrica y unas gafas que no dejaban verle su rostro con claridad, solo podía ver esa grande sonrisa. - Y.... ¿Oncie?- dijo el chico esperando una respuesta del millonario. - El no está - contesto el millonario mirando al chico alzando sus hombros. - ¿Cómo que no está? Si el me dijo que está aquí. - dijo el chico confundido. - Ya te dije que no está niño, salió y no ha regresado, deberías de regresar puede que te lo encuentres de camino acá - dijo cerrandole la puerta en la cara a Ted y este por su parte regreso por dónde vino.

- ¡Ya me voy amor! - dijo Once ler brincando de la alegría - te veo luego - le dio un beso en la mejilla y se dirigió a la puerta pero algo lo detuvo, era la mano de su novio. - Oncie.....Ted se tuvo que ir. - dijo su novio sin importancia. - ¿Cómo? ¿Porque? ¿Hablaste con el?.
- Si y dijo que le había salido un compromiso urgente, que te veía otro día. - otra vez ahí estaba esa sonrisa maliciosa. - Que raro, no me dijo nada, supongo que si era urgente su compromiso. - Lo dijo cabizbajo y regresando a la habitación del mayor.

El mayor al ver qué Oncie se había ido de nuevo a su habitación regreso a trabajar a su oficina.