Mundo Virtual y me representación holográfica se abre paso frente a mí, nada parece ser lo mismo... es como cuando vuelves a un lugar después de una década sin visitarlo, todo luce igual, pero de alguna forma sabes que no... Desde que me enteré del regreso de MV, no pude resistir las ganas de traernos de vuelta, aunque no debería haberlo hecho, es mi culpa si nos metemos en líos otra vez. Tomo una bocanada de aire artificial mientras me quedo de pie frente al recibidor: no iré al centro de natación, no quiero que los recuerdos lleguen a mi cabeza y termine volviéndome un manojo de nervios cuando Ares aparezca aquí con ese holograma que no le favorece en nada.
Mi vida parecer ser una montaña rusa, deseo bajarme, volver a tener el control de esto... quiero volver a ser yo, pero sin volver. Odio con todas mis fuerzas lo capullo y enfermo que era antes del accidente, a veces pasamos por situaciones dolorosas que nos hacen mejorar como persona, cambiar y ser lo que estábamos destinados a ser. Es lo que pasa con el diamante, primero debe ser una roca, luego forjarse bajo presión y al final termina siendo lo que siempre debió ser.
Constantemente me vuelvo a poner triste, no por mí, sí por las cosas que hice mal, esas que hirieron a tantas personas y también porque sé que debería alegrarme el hecho de que mis amigos se comporten como si nada hubiera pasado, pero no, yo guardaría ese rencor en mi corazón... quizás en el fondo sí sigo siendo una mala persona.
MV está bastante concurrido, pero hay muchos niños debido a que el juego a redireccionado su foco al público más joven. Nada de esto quita que siga siendo una experiencia increíble, al parecer podemos sentir cosas como el aire, algunos olores, nada de tacto humano, pero supongo que algún día los programadores avanzarán tanto que los estímulos corporales serán sensibles. Estar en Mundo Virtual me recuerda a ese capítulo de Black Mirror donde dos señores jugaban una versión super rara de Mortal Kombat y cada vez terminaban follando, la diferencia entre MV y allí, es que el contacto físico era real, producía ese placer... no lo sé, no necesito sentir el contacto físico para saber que estoy confundido referente a Ares y que, aunque no seamos nada más que desconocidos, lo quiero en mi vida.
Cuando estaba con Paola las cosas eran más sencillas, pasábamos todo el tiempo en mi departamento y ella cocinaba para mí, se colocaba una de mis camisetas extra grandes y andaba por allí como si fuéramos una pareja de recién casados, me recostaba del mostrador de la cocina y la miraba con dulzura, con esa certeza de que era mía, de que estaba con esa persona que fue diseñada para mi... era lo seguro, el plan A, el único que ideé, pero ahora tengo improvisar sobre la marcha y todo se volvió incierto desde entonces.
Mis pensamientos se esfuman cuando Ares llega y caigo en cuenta de que su aspecto aquí es bastante diferente al de verdad, pero en ambos es guapísimo. Trota hasta mí y me extiende la mano en un saludo demasiado formal para dos personas que han compartido fluidos corporales.
— De vuelta en esto —dice, evidentemente nervioso.
¿De vuelta en esto? No entiendo que significa, si de vuelta en el juego o de vuelta a nosotros.
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Mundo Virtual
Teen FictionDos chicos que viven en el mismo edificio, nunca se han visto y una compañía estadounidense famosa por crear videojuegos lanza un nuevo juego de realidad virtual que se conecta directamente a tu cuerpo, este de manera inmediata te crea un personaj...