Miro la puerta color marrón unas dos veces más antes de tocarla repetidas veces. No estaba segura de como me recibiría después de la ultima fallida visita. Pero necesitaba a alguien de confianza con la que pueda hablar. No hablaría con mi madre, claro que no. Quería hablar de Lauren sobre mis problemas, todos, cualquiera que tenga me gustaría poder hablarlo con ella. Con Anne. Sabía que tarde o temprano la iba a necesitar.
La puerta se abre segundos después, dejándome ver a Anne, sonriendome tiernamente. Le sonrío de vuelta y la abrazo fuertemente. Ella corresponde a mi abrazo y besa mi cabeza.
"¿Que pasa, pequeña?" me susurra. No le respondo. Ella acaricia mi cabello lentamente.
"¿Camila?" escucho una voz detrás de Anne. Limpio rápidamente una lágrima que se escapó de mi ojo y la miro. "Hola, hija. Que bueno que vienes a verme" me dice, con una sonrisa... Falsa.
"No, no te vine a ver a ti" respondo. "Quiero hablar con Anne" digo, sin mirarla.
"Anne está trabajando" dice. La miro con el ceño fruncido.
"No me importa" respondo. Ella abre su boca, estando muy sorprendida. Nunca en mi vida le había hablado de ese modo a mi madre. Ella suelta un bufido indignada y desaparece de la escena. "¿Podemos hablar?" le pregunto a Anne con la poca fuerza que me quedaba. Ella asiente con la cabeza. Cierra la puerta detrás de ella y comenzamos a caminar en silencio, hasta el parque mas cercano. No me sentía bien como para ir a un lugar exclusivo o algo así.
"¿Que sucede?" pregunta después de que nos sentamos en el césped. Suspiro.
"Sabes lo que soy" le susurro. Ella baja la mirada y asiente, poniendo una mano en mi hombro. "Hay una chica" menciono. Ella dirige su mirada hacia mí. "Con la que vine ese día a la cena" le aclaro. Ella asiente con la cabeza. "Se suponía que teníamos algo, pero... Lo arruiné todo" digo, sintiendo mi corazón arrugarse por segunda vez en el día.
"¿Que sucedió?" pregunta, con ese tono maternal que tanto me hacía falta en este momento.
"Ha vuelto con su ex pareja...?" respondo, no muy segura. Ella me mira con una ceja alzada, sin entender lo que quise decir.
"¿No estás segura?" pregunta. Niego con la cabeza, con un poco de vergüenza. "Entonces ¿por qué te sientes tan mal?" pregunta. Me encojo de hombros.
"No lo sé, debe ser porque sé como es Lauren, supongo. Es la clase de chica que anda con varias siempre, y no le importa nadie más que ella" respondo.
"Te entiendo" me dice. Le sonrío, tímidamente. "¿Sabes qué? Hoy salgo del trabajo a las cinco, ¿que te parece ir a cenar conmigo y mi familia? Estoy segura que te sentirás mucho mejor" me anima. Le sonrío de oreja a oreja, mientras asiento con la cabeza.
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Me tomo el cabello en una coleta, dejando unos mechones sueltos a los dos lados de mi rostro, y alizo mi vestido azul, para que quede perfecto. Me encantaba estar con Anne y sus hijos, su casa era acogedora y su familia era tan cariñosa conmigo, aunque a su hija mayor, Gemma, no le agradaba mucho. Siempre me miraba feo por ser 'ricachona'. Pero ahora al menos me saluda y me habla mucho más que antes, que eso es lo bueno de todo esto.
Miro alrededor, toda la habitación está vacía, así se siente sin Lauren. Estos últimos dos días ha estado fuera todo el día y llega en la noche, algunas veces borracha o simplemente sobria. Decido ignorar mis pensamientos y me tomo mi bolso para luego salir de la habitación. Camino por los pasillos, hasta llegar a la salida de los dormitorios. Justo en ese momento veo entrar a una seria Lauren y una estúpida risueña Alexa. La mirada de Lauren conecta con la mía pero la aparto al instante. Gracias a dios, detrás de ellas aparece un auto negro. ¡Gemma!. Camino con una sonrisa apresuradamente al auto, bajo la mirada de Lauren.
"¡Camila!" exclama Gemma, cuando se baja del auto. Camino hacia ella y beso su mejilla, con una gran sonrisa en el rostro. Puedo sentir como Lauren sigue mirando hacia acá. "¿Lista?" pregunta. Asiento con la cabeza. Rodeo el auto y aprovecho de mirar de reojo a Lauren, su rostro demuestra furia. La ignoro y me subo por fin al auto. "Y... ¿Como haz estado?" pregunta un poco incómoda.
"Uh, bien" digo.
"No suenas muy convencida" ríe. No lo estoy. Pienso. Le sonrío cortésmente y miro hacia la ventana. "Ya, dime qué te pasa. Sé que no hablamos muchísimo y que no éramos ni somos mejores amigas, pero puedes confiar en mí. O al menos hablar de lo que quieras. Desahogarte" finaliza. "Camila, nos conocemos desde pequeñas. No me digas que nada te pasa o que estás bien. Confía en mí, ¿quieres?" Suspiro pesadamente pensando en si decirle o no.
"Yo... Tengo un gusto diferente al tuyo" comienzo. Ella me mira con el ceño fruncido. Creo que esto va a ser más difícil de lo que pensé.
"No entiendo a qué te refieres" anuncia. Ella tenía su mirada fija en mí.
"Soy lesbiana" digo por fin. Ella se queda en silencio sorprendida por mi confesión. "Gemma" paso una mano frente a sus ojos intentando hacer que reaccione, no pensé que se lo tomaría de esta forma. Estoy aliviada de que ella estuviera sentada, no quiero ni imaginar como hubiera reaccionado si hubiera estado de pié. "¡Gemma!" grito. Ella reacciona y pestañea un par de veces, antes de volver a mirarme.
"Eres..." dice. Río ante su pequeño estado de shock. "¿Desde cuándo?".
"Me di cuenta a los quince" responde. Ella se golpea suavemente en la cabeza. "¡Hey! ¿Por qué haces eso?" ella se lanza hacia mí y me abraza fuertemente. Veo como una sonrisa se aparece en su rostro al separarnos. De un momento a otro siento la necesidad de mirar por detrás de ella, Lauren nos mira con el ceño fruncido, queriendo matar a Gemma y a mí.
"¿Camila, te das cuenta de lo que acabas de hacer?" dice, emocionada. Yo, confundida, niego con la cabeza. "¿Sabes por qué te he odiado todo este tiempo?" niego con la cabeza. Ella enciende el motor del auto. "Hubo un tiempo que pensé que lo único que querías era meterte en la cama de mi hermano, como todas. Y los últimos tres años pensé que querías acostarte con mi novio, Richard" ríe. "¡Cambiaste toda mi perspectiva! ¿No te das cuenta?" me dice emocionada. Suelto una gran carcajada. "¡Ahora sí podemos ser mejores amigas!" exclama.
"Estás demente, enserio" río. Ella asiente con la cabeza.
"Sí, me lo han dicho" responde, bromeando. Río.
"Pero estoy de acuerdo en que podemos ser mejores amigas" le digo. Ella me mira con una gran sonrisa. Estaba consiente que no le había dicho aún el por qué estaba tan triste, pero no me importaba.
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"Así que... ¿Que estudias, Camila?" me pregunta Des.
"Estudio pedagogía. Quiero ser maestra" respondo, con una sonrisa. Él asiente con una gran sonrisa.
"¿En qué año estás?" pregunta.
"Estoy en primer año" digo, después de tragar la comida que tenía en mi boca. Me sentía bastante incómoda ya que la mirada de todos en la mesa estaban pegadas en mí.
"¿Y por qué decidiste elegir ser maestra?" pregunta.
"Porque adoro a los niños, y me gustaría enseñarles" respondo, algo nerviosa por todas las miradas.
"Tal vez puedas enseñarles a nuestros futuros hijos más adelante" me dice Harry, bromeando. Gemma me mira al mismo tiempo que yo la miro, y las dos estallamos en carcajadas. "¡Esperen... ¿Gemma y Camila riendo juntas?" dice Harry, sorprendido. "¿Acaso es el fin del mundo?" todos soltamos una carcajada grande ante el comentario de el rizado.