#38: Incógnita

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"Jamás le haría daño a la chica que amo". Esas simples palabras me dejaron atónita, ya habían pasado 2 días, pero esa pequeña y gran frase sigue vagando en mi mente, sin querer salirse de ella. Estaba desesperada por verla, y sólo quería que la hora de clases acabara.

"¡Cabello!" escucho. Miro hacia el frente y veo a la nueva profesora de matemáticas. "El resultado" dice.

Miro el pizarrón y frunzo el ceño al ver un montón de números y letras en él. Rayos, ¿como quiere que sepa el resultado si no estaba prestando atención a la clase?. Bueno, eso fue mi culpa ya que estaba pensando en Lauren y en su belleza...

"Es para hoy" vuelve a hablar.

Suspiro y miro nuevamente el pizarrón para tratar de concentrarme, y entonces respondo sin pensar.

"6" digo. La profesora y los súper cerebros del salón comienzan a reír. "Lo siento, no estaba concentrada" le digo a la maestra.

"Ya veo" dice ella, y se voltea para seguir con la clase.

"Oye" me dice Lucy, quien está sentada al lado mío. "¿Te sientes bien" pregunta.

"Sí" respondo con una sonrisa.

La campana suena y todos se ponen de pié para correr despavoridos hacia la puerta, veo como intentan salir y me río. Continúo guardando mis cosas hasta que por fin me encamino a la puerta.

"Oh, Camila" dice la nueva maestra. Me volteo. "La maestra James quiere hablarte. Está en la sala de maestros"

Cuando salgo del salón, me doy cuenta de que soy la única persona que camina por el pasillo. Todos están en la cafetería, pero antes de que pueda seguir caminando. Alguien toma mi brazo y me encierran en un armario. Intento gritar pero me tapan la boca al instante.

"Shh..." escucho. Me volteo y veo a Lauren, mirándome con una sonrisa.

"¡Me asustaste! Nunca más vuelvas a hacer eso" le digo. Ella se queda mirándome con el ceño fruncido y yo me acerco rápidamente a ella y la beso. "Tonta" le digo a tan poca distancia de ella. Lauren ríe y me besa otra vez.

"Yo sólo quiero..." comienza.

"No, Lauren. No aquí" le digo, severamente.

Ríe.

"Tranquila, sólo quería hablar contigo" me dice.

"¿Era necesario encerrarme en el armario del conserje?" le pregunto, riendo.

"Sí, se supone que hoy no asistí a clases" ríe.

"Oh" ahora me sentía una estúpida. Yo estaba tan entusiasmada por verla en el almuerzo y me entero que no estuvo en ningún momento aquí. "¿Querías hablar?" le digo.

"Oh, sí" me dice con una gran sonrisa. "Bien, no te había dicho pero, el sábado..."

"¿Quién está ahí?" escucho que gritan desde afuera del armario. Me asusto al instante.

"Lauren debemos salir" le digo.

"Shh..." me dice. "Como te decía..."

"Salga" gritan otra vez.

"Ya basta Lauren" le digo. Ella me mira por unos segundos y luego saca su teléfono del bolsillo. Marca un número y habla. "Llama al conserje... Afuera de la puerta de la habitación de limpieza... Dile que la perilla del agua del baño de chicas no funciona, que se atoró alguna puerta. No lo sé, inventa algo..." dice so último y corta la llamada.

"Última advertencia. Salga ahora" grita una vez más. Él estaba apunto de abrir la puerta cuando escucho un grito.

"Señor, la puerta del baño de chicas se atoró" escucho la voz de Cynthia decir.

"No puedo ahora..." dice.

"Por favor, estoy apunto de mojar mis pantalones" dice Cynthia. Un silencio se hace presente y el conserje por fin suspira.

"Bien" dice y se larga. En eso, la campana suena.

"Camila..."

"Lauren, debo irme. Necesito hablar con la maestra James. Por favor, ¿no puedes simplemente esperar hasta mañana?" pregunto.

"De eso quería hablarte, mañana..." dice. Un golpe en la puerta la hace detenerse, las dos nos miramos y luego miramos la puerta.

"Salgan ya" dice Cynthia.

"Si, eso es lo que íbamos a hacer" digo, mirando a Lauren. Ella me mira unos segundos y luego mira hacia el lado. Abre la puerta y salgo disparada. "Gracias, Lauren" le digo con una pequeña sonrisa y me dirijo corriendo hacia el salón de maestros. Abro la puerta y veo a la maestra James. "Maestra James, quería verme" digo. Ella sonríe y asiente.

"Toma asiento" me dice, y lo hago. "Quería hablar contigo"

"Maestra, perderé las clases" digo, nerviosa.

"Yo lo justificaré" dice. Asiento con conformidad. "Quisiera hablar sobre tu rendimiento escolar" dice. Mierda!. "Tus calificaciones han bajado muchísimo estos últimos meses. Entraste a esta universidad con un rendimiento y una asistencia impecable" miro hacia abajo. "Qué está pasando contigo? No entiendo. Por que de un momento a otro tienes calificaciones tan bajas, Camila?" La miro unos momentos.

"Porque..." digo.

"¿Por qué?" dice. "¿Porque no te gusta la universidad? ¿Porque te aburres en clases? ¿Por Lauren quizá?" dice. La miro un momento.

"Ella no tiene nada que ver" respondo.

"¿Estás segura?" pregunta. Aprieto la mandíbula y suspiro, mirando hacia otro lado. "Camila sé lo de ustedes. Sé que tienen algo, no porque me lo dijeran, sino porque yo lo vi" la miro. "No querrás que me haga la desentendida todo el tiempo, ¿o si?".

"Escuche, con todo respeto, me gustaría que fuera al grano" digo, ya enfadada.

"Bien" me dice. "Tienes tres meses para subir tus calificaciones. De lo contrario tendré que expulsarte de esta institución".

En este momento, mi cuerpo, mi mente y cada parte de mí se congela, como si me hubiera dicho que conoceré a One Direction, o que estoy embarazada, que... Lauren ha muerto (lo cual, dos de ellas las veo muy difícil e imposibles para mí. Estaba perdida! Era mi fin, era mi muerte. Desearía poder decirle unas cuantas cosas groseras pero por dos razones no lo hago: 1- porque aparte de maestra de esta institución, es la directora, 2- porque no se me ocurre ningún insulto hiriente para decirle y así al fin descargar toda mi furia contra ella. La.. Vieja bruja.

No sabía que decir, ¿que se puede decir en situaciones como esta? 'maestra, puede irse al carajo' o 'maestra haré todo lo que usted me pida' no lo sé.

"¿Camila?" escucho. "Te estoy hablando"

"Escuché" digo. "Y prometo que desde aquí a tres meses mas, tendré mis calificaciones altas. Lo prometo" Ella sonríe satisfecha.

"Bien. Eso quería escuchar. Es todo, Camila. Puedes retirarte" dice. Suspiro aliviada a que no me hablara más.

Camino hacia la puerta y salgo rápidamente respirando entrecortado. Lo único que que sabía, era que debía subir mis calificaciones, de lo contrario, me expulsaran, subir nos calificaciones significa estudiar día y noche, y estudiar día y noche significa... No. Más. Lauren.

Placeres (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora