"¡Wooho!..." grito, divertida, mientras salto por la pista de baile. Matt me mira divertido, y se une a mí, inhalando el mismo polvo blanco que yo inhalé hace unas horas. Nunca me había sentido tan libre como ahora, era como estar flotando en el cielo, como estar durmiendo en las nubes. Desearía nunca despertar de este maravilloso sueño... ¿En realidad era un sueño? No.
"¿Por qué no vamos afuera?" me pregunta Matt. Niego con la cabeza, riendo como una desquiciada. "Vamos" dice con una sonrisa, tomandome fuertemente del brazo. Frunzo el ceño.
"No quiero" el borra su sonrisa y me aprieta más, empujándome hacia la salida. "¡Sueltame, no quiero!" digo, intentando safarme de su agarre.
"¡Hey, sueltala!" escucho como gritan.
"Harry" grito con diversión, al ver como le pega un puñetazo a Matt, éste intenta ponerse de pié pero Harry es más rápido y le da otro puñetazo. Río a carcajadas y es cuando Harry me toma la mano y me saca del lugar. Acaricio el cabello de Harry, aún riendo como desquiciada. "Creo que le rompiste la nariz" digo.
"Estás drogada" me dice, preocupada.
"Sí. Pero shh... No le digas a mi madre" río nuevamente.
"Vamos a casa" me dice, haciéndome caminar hacia su auto.
"No. No quiero ir a mi casa" le digo.
"Bien, vamos a la mía" me dice. Asiento, conforme con su respuesta y me subo a su auto.
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Todo estaba en silencio en la casa de Harry, no se escuchaban pisadas, ni nada. Harry me abre la puerta de su habitación y entró, sentía mucho frío y lo único que quería era dormir.
"Ten" Harry me tiende una camiseta de él y la recibo, acompañada de una gran sonrisa. "Estaré en el baño" me avisa.
"Gracias" le digo. Me despojo por completo de mi ropa y comienzo a vestirme. "Lista" le aviso a Harry, para que saliera. Lo hace segundos después, con una gran sonrisa en el rostro. "¿Donde dormiré?" pregunto, con una ceja alzada.
"Ahí" dice apuntando su cama, mirándome con el ceño fruncido como si fuera obvia su respuesta y bastante estúpida mi pregunta.
"¿Y tú?" pregunto.
"En el suelo" dice, con una sonrisa. "No me hará daño dormir una noche en el suelo" dice, riendo pero luego para. "¿No te quedarás tres meses como la tía Beth, verdad?" pregunta, asustado. Río fuertemente pero me tapó la boca inmediatamente. "Tuve dolor de espalda por semanas, el sofá era bastante incómodo" dice riendo.
"Lo sé, te quejabas todo el tiempo, cada vez que acompañabas a tu madre a mi casa" él ríe y niega con la cabeza. Riendo aún, me meto bajo las sabanas y miro hacia el techo, mientras veo como Harry se sienta en el suelo, a mi lado, su espalda apoyada en el suelo y su mirada clavada hacia adelante.
"¿Quién era ese chico, Kar?" me pregunta, llamándome por el apodo que me tenía.
"Matt" respondo, con un suspiro. Él se levanta del suelo, y se sienta a mi lado, me siento para quedar a su segundos.
"¿Era tu novio?" me pregunta. "Porque si es así, debo decirte que no me gusta para nada" me reclama. Río y apoyo mi cabeza en su hombro. Niego con la cabeza. "¿Mejor amigo, amigo, amigo con beneficios, conocido?" río.
"No. No es mi novio, ni mi mejor amigo, ni mi amigo, ni mi amigo con beneficios... Ni siquiera un conocido" susurro lo último. Él me mira con una ceja alzada y se endereza para mirarme fijamente a los ojos. Oh, oh.
"Un desconocido" pregunta, un poco enojado. "¿Aceptaste drogas de un maldito desconocido?".
"Lo siento, quería olvidarme por un momento de todo y de todos ¿sí?" susurro. Él se queda en silencio unos segundos y luego apoya nuevamente su espalda en el respaldo de la cama y pasa un brazo por detrás de mis hombros, yo apoyo mi cabeza nuevamente en su hombro. Esto era lo que necesitaba. "Tienes dieciocho años, Camila. Aún eres muy joven" me dice. "Y sé por que te lo digo. Sólo mirame, tengo veintiuno, soy un maldito anciano" río ante su comentario.