Una hora, una hora había pasado desde que le había enseñado a hacer galletas a Lauren y ella aún seguía sin entender nada, era como si por una hora le estuviera enseñando a cocinar a la pared. Ella era realmente imposible pero la adoraba de tal forma.
"Muy bien, ahora pon harina" digo. Ella lo hace (torpemente) y comienza a revolver.
Estaba tan concentrada haciéndolo que no resistía la idea de grabar este hermoso momento con una hermosa foto de una hermosa chica. Sé que a ella no le gustan las fotos pero esto era lo mejor que podía hacer, ya que posiblemente no vería a Lauren cocinando así quizás hasta cuando. Así que tomo mi celular.
"Te sacaré una foto" digo.
"No, Camila" responde.
"Por favor" suplico.
Ella sonríe. "Es que sabes que no me gustan".
"Sólo una" digo una vez más. Ella suspira y asiente con la cabeza. "Saldrás hermosa, lo prometo" digo, segundos antes de tomar la foto. Sonrío satisfecha cuando la veo.
"Déjame ver" dice. Le estiro el teléfono para que ella vea, y luego una sonrisa aparece en su rostro. "¡Dios, que sexy soy!" exclama, segundos antes de comenzar a reír.
"Lo mismo digo" susurro.
Su mirada va directamente a mí luego de que dijera eso.
"¿Qué dijiste?" pregunta.
"Nada" digo rápidamente.
"¿Piensas que soy sexy?" pregunta, acercándose a mi lentamente. Su sonrisa se agranda. "Camila piensa que soy sexy... Ella me ama..." comienza a cantar. A los segundos me toma de la cintura y me acerca a ella. "¿Piensas que soy sexy?" vuelve a preguntar, mirándome a los ojos esta vez.
Creo firmemente que si no le respondo ahora y como ella quiere, posiblemente no me dejará en paz durante un buen rato y obviamente no quiero eso.
"Sí, pienso que eres sexy, ¿estás conforme?" mis brazos van directamente a su cuello al momento de decir eso.
"Completamente" contesta.
Sus labios en segundos están en los míos. Me besa como si nunca más lo volviera a hacer.
Lauren's pov
Camila se separa de mi luego de unos segundos.
"Tengo que decirte algo" dice.
"Lo que quieras" respondo, dejando pequeños besos desde su mejilla hasta su cuello.
"El sábado es el cumpleaños de Carol" dejo lo que unos segundos antes estaba haciendo y frunzo el ceño. "Y voy a ir" susurra. Mis ojos van a los suyos, odiaba que hablara de ella, detestaba a la chica, y lo que más odio es que no sabía por qué lo hacía. "Y quiero que vengas conmigo" en ese momento una sonrisa se escapa de mis labios, pero la borro al instante.
"No me agrada esa chica" digo firmemente. "'Oh mirenme, soy rubia, alta y tengo ojos azules'" dice imitando una extraña voz chillona. "Cree que es la mejor sólo porque es bonita" digo con dureza.
"¿Crees que es bonita?" pregunta. "Sí, yo también lo creo, es muy bonita" susurra mirando hacia el techo. Ruedo los ojos e intento apartarme de ella, pero aprieta firmemente sus brazos alrededor de mi cuello. "Tranquila sólo bromeo" ríe.
"No es gracioso" me relajo.
"Lo es" dice, besando rápidamente mis labios. "¿Y bien? ¿Vendrás conmigo?".
Suspiro y niego con la cabeza. "Ella no me agrada, Camila. Y lo sabes".
"Lauren quiero que vayas para que te des cuenta que no siento ni tengo nada con Carol y que de verdad a la única que quiero es a ti" admite. Mi corazón se acelera y sonrío.
"Lo sé, bebé" la beso. "Pero tengo planes y te iba a pedir que vinieras conmigo, pero ya que tienes planes iré sola".
"¿Tienes planes?" pregunta, con el ceño fruncido.
"Sí, mis hermanos vienen desde Canadá a verme y se quedarán dos semanas con nosotros" digo con una gran sonrisa de emoción. Ella sonríe ampliamente y me abraza.
"Que bueno, me alegro muchísimo, Lauren. Me encantaría estar contigo. Pero no puedo"
"¿Que?" pregunto, sorprendida.
"No malinterpretes, Lauren. Pero es el cumpleaños de una de mis mejores amigas de la infancia y esto es importante. Además es día un día familiar para ti. Estarás con las personas que no haz visto hace mucho tiempo ya. Y si yo estoy ahí, tus hermanos no tendrán la atención necesaria de parte tuya. ¿Entiendes?" aclara.
"Entiendo" digo, con una sonrisa torcida.
"Oye, creo que ahí hay unas galletas que hay que terminar" dice, riendo. Se aparta de mi y comienza a amasar lo que queda de la preparación, para luego darle forma y ponerlas en una bandeja.
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Luego de unas horas de haber preparado las galletas salieron del horno y comenzamos a comerlas. Unos minutos más tarde Camila se pone de pié para ir al baño, aprovecho para. Me sentía muy cansada y no siquiera había me había movido del sofá hoy.
Cuando estaba por meter otra galleta a mí boca escucho un grito cerca de mi habitación. Me pongo de pié enseguida, sintiéndome alarmada y corro hasta mi habitación, pensando lo peor.
"¿Que? ¿Que pasa?" pregunto, entrando a la habitación.
"¡Tienes una guitarra!" exclama. Suspiro, sintiéndome inútil y totalmente frustrada. "¿Estas bien? Estas pálida".
"Estoy bien. Pero, ¿como encontraste esa guitarra?".
"Bajo tu cama" dice como so fuera obvio. "Por favor enséñame a tocar". Su mirada brilla al momento de tocar nuevamente la guitarra.
"Hace ya un tiempo que no la uso, Camila. No creo que sea buena idea hacerlo" digo, sentándome en la cama y recordando los días en que tocaba la guitarra para disminuir mi soledad.
"Por favor, Lauren. ¡Aprender a tocar la guitarra es tercer sueño por cumplir! ¿Que mejor maestra que tú? Por favor"
"No, he dicho que no. Y no lo haré" digo decidida.
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Y una vez más, caí. Era increíble como ella con una simple palabra o un simple acto que e me dejaba loca a tal punto de complacerla en todo lo que ella me pidiese. Le estaba explicando todo como una hora antes de de que ella por fin pudo aprender algunas notas musicales.
"¡Lo hice!" exclama, feliz. Sonrío al ver su gran entusiasmo al haber aprendido a tocar la guitarra.
"Aún necesitas práctica" digo.
"Claro, señorita perfección. ¿Por qué no me enseñas como realmente se hace? Eh?" niego con la cabeza, quería que tocara la guitarra pero no podía, hace mucho tiempo que no tocaba una melodía en particular. "Vamos, Lauren"
"Hace tanto tiempo ya que no toco la guitarra, no puedo" confieso.
"Está bien. Si te incómoda, entonces no" se encoge de hombros y se sienta en el sofá y toma su celular.
"No te enfades" digo, sentándome a su lado, tomando su barbilla haciendo que me mire. "Prometo que cuando llegue el momento y de verdad quiera, tocaré la guitarra y te cantaré una canción especial. Que será nuestra canción" beso delicadamente sus labios. "Lo prometo"
"Está bien" sonríe.