Capítulo 13

15 2 2
                                    

Kadir ...

Mañana es el gran día y estoy preocupado ya que Altea simplemente decidió desaparecer después de aquel día que perdimos contra Sandra.

Honestamente después de ese día en que me pidió que quite la demanda, lo pensé muchísimo pero al final decidí que sin importar qué, yo simplemente llegare hasta el final.

Yo necesito tener a mi hija entre mis brazos, es mi sangre y si,  lo se y lo acepto, fui un gran cobarde, jamás debí decir que no la quería, pero vamos, me arrepiento tanto de eso y más ahora que la veo llamar papá alguien más.

Siento rabia y celos de él, porque él tiene el amor de mi hija y también tiene el amor de Sandra, me molesta que él allá estado cuando yo no estuve, pero lo que más me molesta y me duele, es que él la vio nacer y la ha visto crecer y yo no.

Me enferma la sola idea de que mi hija jamas me amara o me vera de la forma en la que ve a Barruci, me mata el solo hecho de pensar que jamás tendré su amor y aceptación.

— ¿Que haces aqui? — pregunta disgustada Altea al abrir la puerta de su departamento y verme — espero que tu visita sea para decirme que quitaste esa estúpida demanda.

La observo con el rostro contrariado por el enojo, no puedo creer que siga con lo mismo.

Abro mi boca para decirle unas cuantas cosas, pero me doy cuenta de que ella no esta bien, tiene la nariz roja, los ojos hinchados y tiene rastros de lagrimas en su rostro.

— ¿Por qué has estado llorando? — sus ojos vuelven a llenarse de lagrimas e intento limpiarlas de su rostro pero ella retrocede evitando que la toque — ¿Que te sucede Altea? ¿Por qué te comportas asi?

— Por lo que veo no has cambiado de opinión y llegarás hasta el final — por un momento la observo sin entender, pero luego reacciono — mañana después de que el juez de su veredicto y lo sepas todo, espero no verte nunca más — el dolor y el desprecio en sus palabras me sorprendió y al mismo tiempo me lastimo de gran manera — no voy a decirte que espero que no te odies después del juicio, porque se que sin importar qué, tú y Victoria se odiaran para siempre.

— Ya estuvo bueno Altea, me vas a decir ahora mismo que es lo que sabes — le exijo con voz potente y al ver que no se inmutó en lo absoluto decido volver a hablar — ¿Y por qué pareces odiarme? Explicame de una vez que es lo que sabes y por qué parece haberte afectado tanto ¿No se supone que Sandra era tu enemiga? ¿Por qué entonces me pides con tanto ahínco que retire la demanda?

— Porque ella sabe que perderás y también sabe el por qué.

Me volteo de prisa al oír la voz de Sandra a mis espaldas, y la encuentro frente a mi, esta hermosa y vaya que tiene un cuerpo increíble.

Jamás imagine verla vestida tan informal y aun asi sentir que su presencia es realmente imponente.

— Si ya terminaste de examinarme con la mirada, has el favor de limpiar la baba que corre de tu boca — con esas palabras vuelvo en mi y disimuladamente limpio la comisura de mis labios al notar que realmente si estaba babeando.

— Vienes por tu móvil.

— Asi es, lo olvide en....

— La mesa, lo sé, iba a dejartelo, pero me encontré con él al abrir la puerta — extiende su mano y le devuelve su móvil — tú esposo te marco, por eso me di cuenta de que lo habías olvidado.

— ¿Abriste la llamada?

— No, supuse que él no sabia que viniste hasta aqui asi que no quise causarte problemas.

Mi Destino [En Marcha] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora