Discordia

65 16 5
                                    

SASUKE

Tras la partida de Nagi de la mansión de los Uzumakis pasaron dos días de los cuales Naruto no paró de buscar a su hijo sin éxito alguno.

Por supuesto que no les hablaba ni a Sasuke ni a Boruto. Solo hablaba con Menma y con Shinki quien vivía con ellos ya que su padre lo habia echado de su casa hacia unos días atrás.

Al tercer día había decidido irse a uno de los departamentos que su abuelo tenía y que él hubo heredado. En verdad no quería permanecer en la mansión, no quería verlos a  ninguno.

Ya se habia trasladado a otra habitación porque no soportaba que cercanía de Sasuke. Lo culpaba por no haberlo apoyado en su decisión de llevar a su hijo Nagi  a casa. Por tal razón las discusiones se intensificaban.

Esa tarde habia preparado las valijas ya que su decisión de irse era inamovible. Cuando Sasuke vió aquello estalló.
— ¿No crees que estás exagerando Naruto?
— ¿Exagerando dices? — el rubio lo miró con furia — Es evidente que no quieres entenderme.
— ¡No voy a permitir que vayas a ningún lado! ¡Eres mi  marido después de todo!

Naruto lo miraba con tristeza ya que se sentía solo en eso, cuanto deseaba que su pareja lo apoye pero era muy terco en verdad.
— ¡Se trata de mi hijo maldita sea! Quien sabe qué le estará sucediendo y yo aquí sin poder hacer nada.
— ¿Y crees que llendote lograrás que regrese?
— ¡No! ¡Pero ya no quiero verlos a ninguno de ustedes! ¿Por qué demonios debo seguir mirandolos a la cara cuando echaron a mi hijo?

Por más que lo buscó, Naruto no pudo dar con él y eso era lo que lo estaba desesperando. Pero cuando quiso hacer el amague de irse Sasuke lo sujetó por la fuerza y prácticamente lo arrastró al dormitorio que solían compartir.

Luego cerró con llave la puerta, obvio que él también quedó dentro del dormitorio.  Inmediatamente tiró la llave por la ventana.
— Listo, así no podrás escapar Naruto — dijo el moreno cruzandose de brazos ante la atónita mirada del rubio — Ahora sí hablemos.

— ¿Qué demonios crees que haces Sasuke?
— Actuar como tu marido, te tuve paciencia estos días pero al comprobar que no solo no entrabas en razones sino que además planeabas hacer abandono de hogar....no me dejaste otra opción.

Naruto apretó los labios y tras cruzarse de brazos le clavó la mirada a su pareja.

Aquello era en verdad inesperado y se preguntaba por qué demonios le pasaban esas cosas a él. Todos tenían la maldita tendencia de encerrarlo.

— ¿Y? ¿No dirás nada Naruto? — Sasuke se veía impaciente pero Naruto apretó más aún los labios. Esto lo hizo suspirar ya que su dorado marido era en verdad en extremo terco.
— Tan terco como siempre ¿eh..Naruto?
—Tsk

Sasuke se le acercó y lo abrazó, aunque Naruto forcejeó en un desesperado intento por soltarse nada consiguió. Finalmente respiró profundo.

Sabía que si así lo deseaba bien que podría desintegrar esa maldita puerta y hasta noquear a Sasuke para irse, pero no era asi como deseaba que las cosas acaben.

Sasuke se perdió en esa mirada color del cielo una vez más, pero su dorado marido estaba que lanzaba chispas por los ojos.  El emo lo acarició suavemente pero en ésta ocasión el rubio intentaba esquivar dichas caricias sin éxito alguno.

— No Sasuke...no ahora....no así — Naruto se veía triste.
— No toleraré otra mala actitud de tu parte Naruto.
— ¿Qué? Sasuke escuchate por dios. ¿Ahora piensas obligarme?
— Si es necesario.
— ¿Qué? Sasuke...no...no...¡No!

Pero aquel grito desapareció al instante debido a que Sasuke lo besó con pasión. Sin soltarlo. Naruto intentaba librarse tanto del beso como de ese agarre. En esos momentos  preferia reconciliarse con Boruto primero antes que con Sasuke si su pareja iba a seguir actuando como el maldito macho alfa autoritario.

Cuando Sasuke lo soltó respiró bocanadas de aire con desesperación. Sin embargo no podía salir de la habitación. Aún así se alejó de él lo más que pudo.

— Sasuke....no...por favor...
— No voy a permitir que te alejes de mí. Esto no tiene ningun sentido Naruto.
— Si tan solo intentaras entenderme...Sasuke

La voz de Naruto se quebró, no era esa la forma de solucionar las cosas y Sasuke lo sabía. ¿Por qué entonces le hacía eso?
— Ven Naruto, ven conmigo
— Ayudame a encontrar a Nagi...por favor.
— Si, haré que un detective privado lo busque pero ya calmate Naruto.

Aquello lo agarró con la guardia baja por tal razón al verlo, sus ojos se humedecieron.
— Sasuke ¿en serio lo dices?
— Sé lo importante que son para tí tus hijos Naruto, sí es en serio.

Naruto se arrojó a sus brazos y lloró amargamente durante un buen rato. Sasuke lo abrazó con ternura mientras le besaba el cuello. Aquella reconciliación los tranquilizó a ambos. Sasuke sacó de su bolsillo la llave de repuesto y abrió la habitación.

Trajo las valijas de Naruto a la habitación y las vació velozmente. En verdad no queria que su terco marido se fuera de su lado.

Pero en ésta ocasión tomaría medidas. La habitación de ambos estaba alfombrada por lo que le quitó los zapatos a su dorado marido y de pasó sacó todos los demás zapatos de esa habitación para llevarlos a otra, ante la atonita mirada de Naruto quien no podía creer lo que veía.

Una vez  acabada la tarea, Sasuke dijo feliz:
— Listo, ahora si que no podrás salir de la habitación y es aquí donde te quedarás hasta que  encuente  a Nagi.
— Oye Sasuke no puedes hacerme esto, tengo que trabajar.
— Ya mandaré una nota a tu secretaria para que se comunique con tus pacientes diciéndoles que suspendes todas las consultas.

—¡Oye Sasuke! ¡No soy un prisionero!
— Y te reconciliarás con Boruto.
— Por supuesto que lo haré, eso no se duda. Pero ¡devuelveme los zapatos!
—No, y ahora debo irme ya que necesito contratar a un detective privado. Bye amor.

—¡Sasuke! ¿no me dejaras así  cierto?
Pero para su sorpresa, Sasuke se fue del lugar sin inmutarse  dejando la puerta abrierta.  

Cuando Naruto quiso seguirlo no pudo pasar del umbral ya que estaba descalso, solo con un par de medias y fuera de la habitación el frió era intenso.
No, no y no.

En verdad estaba condenado a permanecer en ese lugar hasta que a su marido se le diera la gana de devolverle los zapatos. Aquello parecía un mal chiste realmente.

Sasuke cumplió y contrató a alguien para que buscase a Nagi ya que él  también queria averiguar algunas cosas. Así sabría en verdad quién era Nagi y qué intensiones tenía.

Boruto se pudo reconciliar con su padre también. Estaba arrepentido en verdad pero le resultó sospechoso, aún así sentía deseos de ver a su gemelo nuevamente.

— Lo siento papá
— Hijo, no vuelvas a actuar así.
—Prometido papá
— Ahora ¿podrías traerme mis zapatos?
— No, resulta que apruevo la estrategia de Sasuke papá
— Pero....
— No quiero que te vayas.

Naruto en verdad estaba asorado ante lo que le sucedía. En serio planeaban retenerlo así. Aquello no tenia ningun sentido. Pero tanto Boruto como Menma le hicieron compañía.

En tanto ninguno sabia que Nagi en realidad estaba en casa de Mitsuki quien lo habia llevado y ahora se disponia a ayudarlo a ocultarse de la policía ya que lo buscaban en esa zona también para llevarlo al reformatorio. Cortesía de Gaara y su hija.

Nagi ignoraba el deseo de su padre y su familia por encontrarlo ya que habia salido de esa casa huyendo del dolor que le causó el rechazo de Boruto, su gemelo.  Pero ahora estando con Mitsuki se sentía un poco más relajado y calmado.

Atrapado (SasuNaru) (BoruShin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora