La Pesadilla De Mitsuki

60 17 16
                                    

MITSUKI

Nuevamente me despertaba a medianoche bañado en sudor y con mi corazón latiendo a mil por segundos.

Otra vez tenía las mismas pesadillas donde me veía a mi mismo encerrado en una oscura habitación del sótano de una casa.

Ahí estaba yo sin poder salir, la única puerta que había se abría desde fuera, la pequeña y única ventana estaba demasiado alta y tenía rejas. Una débil y pálida luz se filtraba por ella.

Yo tenía menos de diez años y me encontraba allí. Esa era mi habitación, tenía una cómoda cama, una chimenea que periodicamente era encendida por un mayordomo que todas las tardes entraba llevandome los alimentos.

Había un lujoso baño allí también y tenía buenas prendas de vestir. Sin embargo no era libre y cada tanto alguien entraba que decia ser un pariente, pero solo para golpearme y torturarme.

No era querido ni aceptado por nadie. Todos me llamaban asesino. Pero lo peor era que yo ignoraba el motivo de dicho odio hacia mí. No sabía por qué me decían así ya que no recordaba haber matado a nadie.

En mi pesadilla sentía que había pasado toda mi vida en esa habitación, en esa prisión sin ver el mundo exterior, y solo había tratado al mayordomo y a los adultos que se decían llamar parientes míos. Pero ellos me golpeaban y lastimaban todo el tiempo.

Por todo eso y más no sabía a qué se referían al llamarme asesino. Pero tampoco preguntaba nada, había aprendido la lección de la peor manera. No debía preguntar nunca nada.

Si. Esa maldita pesadilla volvía a asaltarme otra vez y para mi desgracia, siempre despertaba llorando. Tardaba bastante en calmarme.

Aquello me hacía sentir muy solo pero ¿qué podía hacer si en verdad estaba solo? Mi padre adoptivo demasiado hacía ya por mí, además no me entendería si intentaba contarle ésto.

Sonreí con tristeza al recordar mi situación actual. Después de lo de Boruto había perdido todo derecho a sentirme solo, confundido o enfermo.

De echo si llegaba a decir que me sentía mal anímicamente mi padre volvería a llamar al psiquiatra para hacerme inyectar esas horrendas drogas que me anulaban tanto la mente como el alma misma.

No. Debía ocultar muchas cosas sobre mi persona y no solo a mi padre sino a todos. Me levanté apesadumbrado mientras me colocaba mi capa azul oscura y me dirigí a la cocina. Necesitaba beber algo frío.

La mansión se veía sombría y peligrosa a esa hora de la noche. Estaba tan afectado por la reciente pesadilla que no podía evitar sentir éste temor. Era como estar viviendo otra vez aquel sueño solo que en ésta ocasión no sería un sueño sino realidad.

Un ligero escalofrío recorrió mi espalda con solo imaginarme que aquello no era sueño sino realidad. Horrenda realidad por cierto.

Al llegar a la cocina encendí la vela de uno de los candelabros y sujetándolo me dirigí a la heladera. Saqué una botella y la llevé a la mesa. Tras dejar el candelabro fuí a buscar un vaso y me serví un poco del líquido.

El jugo de frutilla estaba delicioso en verdad. Me renovó. Al fin mi corazón volvía a la normalidad. Transcurridos unos minutos regresé la botella a su lugar y dejé el vaso en la mesada. Apagué la vela y me dispuse a volver a mi habitación.

Pero al pasar por una puerta que estaba entreabierta ví luz y me acerqué. La voz de mi padre resonó desde adentro. Se notaba furioso.
- No debiste inmiscuirte donde no te llaman Perquins.
- L-Lo siento....s-señor...f-fue s-sin querer....

Perquins era nuestro mayordomo y por lo que podía oír, se notaba que estaba en verdad aterrado. Me asomé para ver con cuidado de no hacer ruido ni delatar mi presencia. Y fue cuando lo ví.

Mi padre estaba totalmente irreconocible. Jamás había visto a Itachi así. El odio se reflejaba en su pálido rostro, perforaba a nuestro mayordomo con esa extraña mirada.

Repentinamente sus ojos cambiaron de color volviendose rojo y negro. Seguramente se debia al reflejo de las velas. No obstantes las palabras que mi padre pronunció me paralizaron.
-¡Sharingan!

Instintivamente cerré los ojos y retrocedí. Los alaridos que nuestro mayordomo lanzó me produjeron fuertes temblores. Cubrí mi boca para no gritar también y lo más silencioso que pude me alejé del lugar.

Llegué a mi habitación y cerré la puerta. Recién me percaté que había estado conteniendo la respiración. Volví a respirar bocanadas de aire en un loco intento por recuperar el control de mis emociones.

¿Qué demonios acaba de ver? ¿Qué fue todo eso? ¿Qué era el Sharingan? Seguramente estaba relacionado con el fluir del chakra y mi padre tenía un gran poder en ese sentido.

Itachi se veía en verdad amenazante. Nada que ver con aquel que había conocido hasta el momento. Desde que me encontró en las calles aquella noche de abundante nieve, se habia portado como un verdadero padre conmigo.

Yo tenía diez años por aquel entonces. No tengo recuerdos de mi vida antes de aquel momento y nunca pude recordar nada. Pero eso nunca le importó a Itachi, y en verdad me alegraba. Me sentía seguro con él.

Pero ahora, en éstos momentos, luego de ver aquello algo había cambiado en mí. Eso sumado a las pesadillas que últimamente me estaban asaltando, no era para menos.

Me acosté sintiendo un intenso terror tanto de seguir despierto como de sumergirme en el mundo de los sueños. En ambos lugares estaría condenado al terror y a la oscuridad.

Suspiré profundo intentando calmarme o no podría dormirme. ¿A quién podría recurrir en busca de ayuda?

A nadie. No tenía a nadie. Era mi castigo por haber lastimado de esa forma a Boruto, quien solo buscaba de mí, amor. Pero lo echo, echo está.

"Lo lamento mucho Boruto, ojalá puedas perdonarme algún día".

Susurré antes de dormirme otra vez para volver a verme encerrado en esa habitación, siendo un niño pequeño otra vez.

Encerrado y aislado para ser golpeado sin piedad por un hombre que tras latigarme en la espalda mientras estaba atado a la cama boca abajo no para de decirme:

-¡Nunca debiste haber nacido maldito monstruo!
- ¿Qué otra cosa se puede esperar de un Uchiha? - dijo alguien más, era la voz de una mujer - Después de todo es hijo suyo ¿no? Itachi Uchiha es su padre.
- ¡Padre biológico de ésta basura!

Atrapado (SasuNaru) (BoruShin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora