April Golden
La chica dorada de Hufflepuff
Nunca en su vida había escuchado el nombre de Cedric hasta su tercer año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería
Cedric Diggory
El chico dorado de Hufflepuff
Claro que sabía de Golden no solo eso...
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31 de Diciembre, los últimos días Goldy había recibido una que otra carta de Cedric quien le contaba lo orgulloso que estaba su padre ya que le había contado acerca de Goldy, por su parte Goldy le había escrito una carta a Cedric donde explicaba que quien creía ser su madre adoptiva era su tía biológica y también que su tía quien creía era muggle en realidad pertenecía a el mundo mágico y también que irían a alguna casa de alguna familia para pasar la víspera de Año Nuevo, esto claramente los había entristecido a ambos ya que de alguna manera esperaban pasar navidad o Año Nuevo juntos, pero sería para el próximo año eso era seguro. Y aunque Goldy nunca imaginó sentirse así por un chico y por supuesto nunca imagino que ese chico fuera Cedric Diggory pero cada una de sus palabras escritas en las cartas hacía que algo dentro de su corazón se agitara y sobre todo lo que había escrito en la última de las cartas.
No sé hasta cuando podré verte Pero si aún faltan segundos, días o incluso semanas No olvides que sigo aquí para ti Siempre estaré ahí para ti Queriéndote Cada instante — Cedric Diggory
Claro que extrañaba a Cedric como a ninguno de sus amigos, lo que sentía por Cedric era tan fuerte y nadie nunca haría que eso se termine, ahora mismo Goldy se encontraba en su habitación preparando todo lo que usaría para esa fiesta que daría lugar esa misma noche, también regaba todas las plantas que tenía dentro de su cuarto, pues partirían dentro de unas horas a la casa de la familia mágica con la cual pasarían Año Nuevo, Goldy no tenía ni la menor idea de quiénes eran esas personas solo esperaba agradarles, Melissa dijo que los conocía pero no los veía hace 13 casi 14 años, ambas estaban nerviosas pues Goldy esperaba agradarles y Melissa esperaba que la recordaran. Al dar las 9:00 p.m. Melissa llamó a Goldy desde el primer piso.
— ¡April! ¿Estas lista? — Gritó Melissa desde el primer piso.
— ¡Bajo en un segundo tía! — Goldy de igual manera gritó desde su cuarto, Goldy había empezado a llamar a Melissa como tía, era difícil claro que lo era toda su vida había llamado a su tía como madre, Goldy puso apresuradamente el relicario que Cedric le había regalado, quería tener al menos una parte de él durante la víspera de Año Nuevo y que mejor que ese bonito recuerdo de ambos, Goldy vestía el vestido que Melissa le había regalado, y su cabello era adornado por pequeños broches de mariposas doradas, también usaba un poco de maquillaje, solo un poco de rubor y lápiz labial color rosa palo, se veía hermosa y como era de esperarse era idéntica a su madre, Goldy bajo las escaleras encontrándose con su tía, quien vestía un hermoso vestido negro que quedaba perfecto con su tipo de cuerpo, Melissa Golden a diferencia de Grace Golden tenía un hermoso cabello castaño claro, y sus ojos eran color verde, Melissa era una de las mujeres más hermosas que Goldy conocía en su vida y hoy se veía aún más hermosa pues estaba usando maquillaje hermoso y éste hacía resaltar sus preciosos verdes ojos, también usaba lápiz labial y a diferencia de el tono ligero que Goldy utilizaba Melissa usaba uno rojo chillante, esto solo hacía que se viera mucho más hermosa a los ojos de Goldy quien obviamente admiraba y amaba a su tía— Te ves hermosa tía — Goldy dijo con una sonrisa admirando lo linda que su tía se veía en ese mismo instante, Melissa al recibir este cumplido se sonrojó y decidió dar una pequeña vuelta para que se pudiera apreciar su hermoso vestido.
