April Golden
La chica dorada de Hufflepuff
Nunca en su vida había escuchado el nombre de Cedric hasta su tercer año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería
Cedric Diggory
El chico dorado de Hufflepuff
Claro que sabía de Golden no solo eso...
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Nervios era lo que la rubia sentía, joder quien no sentiría nervios en esta situación.
Goldy tocaba cada uno de los hermosos detalles que tenía aquel precioso vestido blanco, su cabello estaba suelto dejando apreciar esos ligeros rizos que se formaban en su cabellera, su maquillaje era lindo pero no tan cargado, y el ramo era precioso con pequeñas flores amarillas y rosas blancas en este, también tenia algunos toques dorados y azules por todos lados. La puerta de la habitación donde se encontraba ella se abrió dejando ver a aquel rubio platinado con un lindo y limpio traje formal.
— Es hoy — Goldy susurró soltando un ligero suspiro.
— Es hoy — Draco afirmó mientras se acercaba a la rubia para arreglar los pequeños pelos rebeldes que salían de su simple peinado. — Él está muy emocionado y creo que está temblando.
— Creo que yo estoy un poco más nerviosa — Goldy comentó con una sonrisa — Apenas si puedo respirar.
— Todo saldrá bien — Draco susurro — Te ves hermosa y a sus ojos siempre lo haz sido.
— Estoy tan nerviosa Draco — Goldy admitió.
— Es normal que lo estes Goldy — Draco susurro terminando de acomodar el pelo de Goldy con delicadeza — Es tu maldita boda. — Draco susurró con una sonrisa.
— Draco se que ya has hecho tanto para ayudarme con los preparativos pero tengo un favor — Goldy mencionó con algo de pena.
— Lo que sea por ti Goldy — Draco susurro.
— Llévame al altar — Goldy propuso, Draco se sorprendió. — Con todo lo qué pasó con Sirius creo que tú eres el hombre indicado, además no quiero llegar sola — Goldy susurro.
— Goldy yo... — Draco continuaría pero Goldy lo interrumpió.
— No Draco, quiero que por favor tú me lleves al altar, me entregues a Cedric — Goldy menciono.
Hubo un ligero silencio, el cual no era incómodo pero Goldy si esperaba con ansias la respuesta de su mejor amigo y después de tanto insistir.
— Bien lo haré — Draco respondió.
Goldy sonrió y se abalanzó a Draco creando así un hermoso y tierno abrazo entre ellos dos.
— ¡Te lo agradezco tanto! — Goldy gritó durante el abrazo para después separarse y limpiar la ligera lágrima que salía de uno de sus ojos.
— Vamos no llores, arruinarás tu maquillaje — Draco susurro ayudando a Goldy a limpiar las lagrimas.
Goldy solo tardó unos cuantos minutos en dar los últimos retoques a su apariencia, se veía realmente hermosa más de lo que nunca se había visto, su cabello rubio resaltaba al igual que sus hermosos ojos azules.
