CAPÍTULO 9

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Nota de la autora: a partir de ahora, subiré un capitulo todos los sábados en lugar de subir uno cada día <3

JENNIFER

Si, habéis leído bien: ¡El tío más bueno de toda la universidad me acaba de besar!

Cuando su lengua entra en mi boca pierdo el control por completo. Se acerca más hacia mí y pone su mano en mi cadera.                                                                                                                              

De un momento a otro, noto como su entrepierna crece un poco y me sorprende a mas no poder.

Cuando a ambos se nos acaba la respiración, nos separamos aun con la respiración acelerada y su mano en mi cadera.

No sé qué decir, no quiero ser la primera en hablar, pero tampoco quiero que haya un silencio incómodo.

- Eso ha estado bien – dice mirándome a los ojos.

Me rio incomoda mientras el me quita un mechón de pelo de la cara y lo deja detrás de mi oreja.

- ¿Tienes sueño? – pregunta el otra vez.

- No mucho - respondo aun un poco sorprendida por lo que acaba de pasar. - ¿Y tú?

- No.

No contesto nada más, pues no sé qué decir, soy consciente, de que, si digo algo, la cagare y quedare como una patética.

- ¿Hacemos algo? – pregunta acariciando mi cadera.

- ¿Qué quieres hacer? – Por favor diosito, sé que no creo en ti, pero por favor, te lo suplico, que no diga nada inapropiado.

No contesta nada, pero me mira con una cara picara.

- Por Dios ¡eso no! – chillo tapándome la cara con una mano.

-          Cuéntame algo sobre ti.

- ¿Qué quieres que te cuente? – pregunto desviando mi mirada a su entrepierna. Ya no esta tan abultada como antes.

- Tengo una idea, cada uno puede hacer diez preguntas y podemos vetar una de ellas.

- Me parece bien. Empieza tu – digo antes que él.

- ¿Te gusto tu primera vez?

A bueno, una dentro de lo que cabe facilita. – No fue la mejor primera vez, pero si, estuvo medianamente bien.

- ¿A qué edad fue? – pregunta. Ya lleva dos preguntas echas y yo ninguna.

- A los dieciséis.

Respondo, pero él no dice nada, y decido preguntar yo algo:

- ¿A qué edad la perdiste tú?

- A los quince.

- ¿A los quince? – pregunto un poco sorprendida.

- Si, ¿tanto te sorprende?

- Solo que no me esperaba que fuera tan pronto – respondo un poco avergonzada.

- Ya has gastado dos preguntas, te quedan ocho – dice sonriendo.

No sé si lo había dicho antes, pero desde el beso, estábamos susurrando.

- ¿Alguna vez has sentido algo por mi hermano?

Me quedo pensando, si digo la verdad, sonare bastante patética, pero si miento, me pillara, lo sé de sobras.

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