Nota de la autora: a partir de ahora, subiré un capitulo todos los sábados en lugar de subir uno cada día <3
JENNIFER
Si, habéis leído bien: ¡El tío más bueno de toda la universidad me acaba de besar!
Cuando su lengua entra en mi boca pierdo el control por completo. Se acerca más hacia mí y pone su mano en mi cadera.
De un momento a otro, noto como su entrepierna crece un poco y me sorprende a mas no poder.
Cuando a ambos se nos acaba la respiración, nos separamos aun con la respiración acelerada y su mano en mi cadera.
No sé qué decir, no quiero ser la primera en hablar, pero tampoco quiero que haya un silencio incómodo.
- Eso ha estado bien – dice mirándome a los ojos.
Me rio incomoda mientras el me quita un mechón de pelo de la cara y lo deja detrás de mi oreja.
- ¿Tienes sueño? – pregunta el otra vez.
- No mucho - respondo aun un poco sorprendida por lo que acaba de pasar. - ¿Y tú?
- No.
No contesto nada más, pues no sé qué decir, soy consciente, de que, si digo algo, la cagare y quedare como una patética.
- ¿Hacemos algo? – pregunta acariciando mi cadera.
- ¿Qué quieres hacer? – Por favor diosito, sé que no creo en ti, pero por favor, te lo suplico, que no diga nada inapropiado.
No contesta nada, pero me mira con una cara picara.
- Por Dios ¡eso no! – chillo tapándome la cara con una mano.
- Cuéntame algo sobre ti.
- ¿Qué quieres que te cuente? – pregunto desviando mi mirada a su entrepierna. Ya no esta tan abultada como antes.
- Tengo una idea, cada uno puede hacer diez preguntas y podemos vetar una de ellas.
- Me parece bien. Empieza tu – digo antes que él.
- ¿Te gusto tu primera vez?
A bueno, una dentro de lo que cabe facilita. – No fue la mejor primera vez, pero si, estuvo medianamente bien.
- ¿A qué edad fue? – pregunta. Ya lleva dos preguntas echas y yo ninguna.
- A los dieciséis.
Respondo, pero él no dice nada, y decido preguntar yo algo:
- ¿A qué edad la perdiste tú?
- A los quince.
- ¿A los quince? – pregunto un poco sorprendida.
- Si, ¿tanto te sorprende?
- Solo que no me esperaba que fuera tan pronto – respondo un poco avergonzada.
- Ya has gastado dos preguntas, te quedan ocho – dice sonriendo.
No sé si lo había dicho antes, pero desde el beso, estábamos susurrando.
- ¿Alguna vez has sentido algo por mi hermano?
Me quedo pensando, si digo la verdad, sonare bastante patética, pero si miento, me pillara, lo sé de sobras.
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GENES
RomanceElla quería ser feliz y el pensaba que jamás podría llegar a serlo. Felicidad. Oímos hablar de ella continuamente, pero pocas personas saben lo que es experimentar esa emoción. Solemos usarla para momentos en los que estamos felices, y si, es lo más...