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Dolor.

Era lo único que su débil y frágil cuerpo podía sentir.

Tenía espasmos que le avisaban que un nuevo estornudo estaba por venir, por lo que rápidamente se cubrió con el hueco de su codo y estornudo.

"Maldita seas Park"

Había sido mala idea seguir la idea de su amiga en aquel estado, iba a desistir, si no fuera por la amenaza que le proporcionó. Además, llevaba semanas sin salir desde que empezó el nuevo año.

Todo estaba mal.

Su mente no era piadosa y le recordó el porqué de su estado físico y mental.

Enferma por no alimentarse bien y sola por orgullo.

Heejin era un cúmulo de sentimientos y rencores guardados, hacia ciertas personas que decía conocer bien, y hasta a una de ellas logró creerla el "amor de su vida". Aquello era pasado y no deseaba atormentarse más.

Pero no podía evitarlo, al ver a diario a las causantes de ello.

Hyunjin y Hyejoo vagaban siempre juntas en la Universidad.

Sus amigas intentaron que Heejin entrara en razón y las dejara en paz, olvidarse de ellas y seguir su vida, quizás hasta perdonarlas y que volvieran al grupo, pero no estuvo de acuerdo. Y se mantuvo en su postura hasta el día de hoy.

El daño estaba hecho.

Ahora estaba sola sin sus amigas, porque decidieron alejarse de ella por su actitud; sin pareja, porque esta la engañó con otra de sus amigas; sin ganas de estar en la cafetería esperando, mientras moría por su resfriado. Lo único que tenía en ese momento, ignorando el resfriado, era la presencia de Chaewon en su vida. Otra afectada por lo mismo, pero libre de resentimiento.

No lo entendía y jamás lo haría.

Perdonar.

Se negaba a hacerlo aún después de un año de su ruptura.

— Si viniste.

"No tenía opción"

Sonrió sin ganas y levantó la mano para ordenar.

— Me obligaste ¿acaso lo olvidaste? — frunció el ceño y vio a su acompañante sonreír le.

— Yo también te extrañé Heejin. — achino sus ojos feliz por la situación y estiró su mano para entrelazarla con la pelinegra.

Chaewon en verdad era lo único que tenía.

— Bien, hoy yo invito. — anunció la rubia y, sin soltar su agarre, comenzó a ordenar.

Y estaba agradecida con ella.

— Yo también te extrañé.

After Midnigth | Heewon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora