22:00

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Cuatro horas después de medianoche.

Las horas no dejaban de pasar, un minuto, dos minutos, tres minutos.

¿Cuándo podría dormir?

Su mente no la dejaba en paz.

Chaewon quería dejar de llorar y que alguien le dijera que lo que sucedía pasaría, que solo se trataba de un mal sueño.

Un agridulce sueño.

Heejin tenía novia.

Y aunque estaba más que feliz por ver a su amiga sonriente, saliendo del apartamento seguido, contándole anécdotas divertidas de su día a día, no podía sentirlo en su totalidad.

Fingía.

Era mucho más fácil ignorar la realidad y encerrarse en un mundo de fantasía, donde todo parecía estar bien, que afrontar la verdad y aceptar que le habían roto el corazón de alguna manera u otra. Directa o indirectamente, Heejin había roto su pequeño y noble corazón. Sus fantasías, sus sueños, sus planes.

Todo estaba en la basura.

Sus ánimos habían desaparecido, su sonrisa era más que fingida, las ganas de llegar al apartamento — después de su empleo — eran casi nulas. Ya nada parecía complacerla, ni siquiera las felicitaciones por su buen desempeño escolar; Chaewon estaba en la lista de espera para obtener una beca escolar y viajar, intercambio, ella lo estaba logrando como se lo propuso al inicio del semestre. Pero no podía sentir el orgullo de sí misma cuando Heejin apacaraba toda su atención y pensamientos.

¿Qué había hecho mal?

Todo estaba bien hace dos semanas, cuando durmieron juntas, abrazadas y compartiendo caricias. Chaewon sintió que todo se había arreglado, que por fin podría confesar sus sentimientos y ser honesta por primera vez en su vida. Tener a Heejin como algo más y no sólo como su amiga. Pero no, nuevamente el destino jugó en su contra, recibiendo una cachetada de la realidad.

Heejin no la veía de otra forma.

Y estaba bien. Nadie podía obligarla a ello, era comprensible. Pero ¿Por qué su mejor amiga jugaría con sus mundanos sentimientos? ¿Por qué Heejin se despidió aquella mañana al despertar de esa manera? ¿Quién explicaría aquel beso en su mejilla antes de despertar?

¿Por qué?

Chaewon no era tonta, Heejin se tenía algo entre las mangas y lo supo desde el inicio. Solo que en verdad estaba demasiado cansada de dar todo de sí, esperando tener lo mismo, para poder hacer algo al respecto.

Harta.

Estaba cansada.

Cansada de nunca ser la primera opción de nadie.

Ding-Dong.

Suspirando destapó su rostro, alejando la suave frazada que cubría su cuerpo, se levantó lentamente y giró su cabeza hacia el reloj de mesa a su lado.

04:40 am

Quería sentir que se trataba de una mala broma por parte de Heejin, pensar que quizás se le había olvidado la llave del apartamento, pero en fondo sólo deseaba que no se tratara de su persona y ver a alguien más. Aunque fuera más de media noche, no tendría problema si se tratara de un loco. No tenía los ánimos y las fuerzas para evitar llorar de tristeza si fuese Heejin; la cual llevaba más de dos días sin pisar el apartamento para dormir en el, solo entraba un momento y se iba a quien sabe donde.

Lo único que tranquilizaba su pobre corazón eran los mensajes por parte de esta diciendo que todo estaba bien.

Nada estaba bien.

After Midnigth | Heewon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora