Había una vez, la montaña de Lingjian

Capítulo 34: Soy experto en el arte de leer gente

Luego de esa charla ebrio con el maestro Guanhai, Wang Lu se despertó al día siguiente con un terrible dolor de cabeza.

En la cara morena de su Maestro, o mejor dicho aquel-que-está-contento-con-como-es, siempre abrazaba una sonrisa optimista y llena de vida. Sin embargo, cuando se mencionaba a la quinta hermana, él indudablemente mostraba una apariencia devota y piadosa, pero Wang Lu aún no era capaz de tener una impresión positiva de su maestra.

Sin embargo, aquella charla ebria tenía algunas lagunas en la mente de Wang Lu. Un tiempo después, a pesar que Wang Lu mismo era aun bastante resistente, pero de vez en cuando él recordaba varios detalles de su vida con su maestra en los últimos dos años, él intentaba encontrar evidencias que ella era una buena persona.

Francamente, Wang Wu no era en absoluto una mala persona. Por lo menos en todo lo que ella había hecho, nunca había mostrado signos que ella era de hecho algo malvado. Pero más allá de eso, su avaricia, su falta de integridad moral, y su bajeza o que tan bajo pueda caer; esas características estaban lejos de la Hermana Superior Modelo que estaba en los ojos del Maestro Guanhai; si casi como si se trataran de dos personas con dos caracteres totalmente opuestos.

¿Entonces que hizo exactamente su maestra para dejar tal impresión en el maestro Guanhai? El sabio extranjero, dejando de lado que era simple, honesto y de buen carácter, no era ningún tonto. ¿Cómo podía alguien con una identidad extranjera transformarse en uno de los sabios de la Escuela de Lingjian si fuese un estúpido?

A pesar que el maestro Guanhai dijo que había recibido la gracia de la maestra de Wang Lu cuando era joven, pero cien años después, cualquier signo de amabilidad hubiera desaparecido con el tiempo, así que no había forma que Guanhai aun la pusiera en tal estima. Isn mencionar que cuando ella estaba refinando su técnica Jiangu, el Maestro Negro le provisionaba sus elixires como si fueran simplemente agua; no importaba que tan grande sea su amabilidad anterior, debió haber sido pagada en su totalidad entonces. Sin embargo, él actuaba como si aun le debiera algo... desde aquí, era claro que su idiota maestra lo había engañado... Oh, error. Sus habilidades de comunicación debieron ser excepcionales.

Si él pudiera aprender sus secretos, podría poner al líder de la escuela, al sabio disciplinario, al sabio premiador, y a todos los demás bajo su falda, entonces en el futuro, ¿No sería la entera escuela de Lingjian suya?

Con esas fantasías en su mente, Wang Lu caminó hacia la cafetería del pico Piaomiao.

Esta no era su elección, sin embargo, ya que había comido grano sin piedad por tres días seguidos en la posada de la familia Ru, Xiao Ling'er lo había expulsado temporalmente de la posada. Lo más doloroso era que había colocado un letrero en la puerta que decía: "¡Wang Lu y los cerdos están prohibidos de entrar!"

Wang Lu obviamente estaba molesto. «Si ella no quiere dejarme entrar, lo entiendo. ¿¡Pero porqué debía arrastrar a Wen Bao en esto!?»

Habiendo perdido su fuente de delicioso alimento gratis, Wang Lu solo podía ir al Pico Piaomiao para sentir la filosofía de la Chef Gourmet del continente Xiyi. Seguido de aquel "Trece guardianes mirando al cielo estrellado", la cocinera rubia había inventado un plato llamado "Roca en la Espada". De acuerdo a la observación de Wang Lu, era un trozo de pescado congelado insertado en medio de un pastel.

¿¡Siquiera sabes hacer algo más que pescado y pastel!?

Mientras escogía que borde del pastel comer, Wang Lu siempre lo tragaba con un poco de agua. Wang Lu pensó que su día realmente estaba yendo demasiado lejos... y no podía hacer nada más que sentir tremendo odio hacia su inescrupulosa maestra quien le había entregado aquel ticket de comida gratis en la cafetería del pico Piaomiao, pensando que: "¿No podía simplemente darme dinero para que pueda comprarme una comida normal en el pico Xiaoyao en lugar de esto?".