Eran las diez de la mañana y Sebastian a penas despertaba, levantándose con pereza fue al baño para asearse un poco, amaba cuando tenía días libres, trabajaba mucho entonces necesitaba recuperar energías. Decidió desayunar un poco de cereal con leche mientras veía televisión sentado en el sofá, después haría un poco de limpieza en el apartamento. De repente recibió un mensaje de texto, era de su amigo Ronald quien a pesar de estar trabajando siempre hallaba el momento indicado para fastidiarlo, así siguió por un rato hasta que recibió una llamada.
—Escúchame Ronald, ¿quieres dejarme en paz y hacer tu trabajo? —mencionó ya fastidiado con su amigo.
—¿Qué es esa forma de contestarle a tu hermana mayor? —escuchó del otro lado de la línea.
—¡Mally! —rápidamente se levantó del sofá— lo lamento es solo que, pensé que eras otra persona.
—Tan distraído como siempre querido, te llamaba para preguntarte si ¿podría ir a visitarte? —dijo la azabache sin rodeos.
—¿Hoy? —preguntó con un atisbo de curiosidad, mientras levantaba los trastes sucios y los dejaba en el lavaplatos.
—Así es, estoy cerca de tu apartamento entonces se me ocurrió que pasáramos un agradable día de hermanos.
—Está bien, aquí te esperaré —dijo para después despedirse de Mally y colgar.
Corrió rápidamente a su habitación para cambiarse ya que aún estaba en pijama, peinó un poco su cabello y se echó algo de colonia, así después comenzar a limpiar un poco todo el lugar, no es que estuviera muy sucio, pero al menos debía dar una imagen presentable no importaba si a quien esperase era a su hermana, pasaron unos cuantos minutos hasta que el timbre sonó. Abrió la puerta encontrándose con ella, no dudó en recibirla con un abrazo, pero alguien se interpuso entre ellos, Sebastian sonrió al bajar la mirada cuando sintió que unos pequeños bracitos lo rodeaban en sus piernas.
—¡Tío Sebastian! —el pequeño lo soltó, ahora alzando sus brazos para que este lo cargara.
El de ojos borgoña estaba encantado de ver a su sobrino de cinco años, Dagger un adorable niño rubio con ojos verdosos, tenía tiempo de no verlo y realmente lo extrañaba. Todos entraron al apartamento, los adultos conversaban animadamente en el sofá, mientras el niño buscaba los pocos juguetes que dejó en el apartamento, los cuales se encontraban en uno de los cuartos que el azabache usaba como bodega.
—Y ¿cómo está Joker? Hace tiempo que no lo veo.
—Él se encuentra bien, ya sabes, trabajando como siempre —contestó soltando un pequeño suspiro, mientras volteaba a ver a su hijo.
Sebastian de compadecía con su hermana, era la única que estaba casada, estaba seguro que ella amaba a su esposo, pero también Mally llegaba a sentirse sola porque el muchacho siempre se la pasaba ocupado en su trabajo y debía encargarse de criar sola al pequeño Dagger la mayor parte del tiempo.
—Dagger siempre se la pasa preguntando por ti —cambió de tema, pero el azabache lo dejó pasar, sabía que a ella no le gustaba recordar lo mal que lo ha pasado —siempre quiere ver a su tío, para jugar o para que lo lleves a comer helado.
—También quisiera pasar tiempo con él pero sabes que mi trabajo me lo impide, con suerte pude tomar hoy un respiro —comentó apenado, la historia se repetía con él al igual que con su cuñado —pero prometo compensarlo.
—De acuerdo —Mally sonrió al ver a su hermano sentarse en el suelo para jugar con el pequeño.
El tiempo pasó rápidamente, Sebastian prepararía algo para comer, pero su hermana lo detuvo diciéndole que mejor ordenarán algo, así se ahorraría la molestia de cocinar, él iba a negarse, pero al ver el semblante serio de su hermana tuvo que ceder, ordenaron comida china ya que era la favorita de su sobrino, quien saltaba de alegría al escuchar lo que comería. El repartidor no tardó en llegar con la orden, Sebastian la recibió y pagó, para no sentirse mal acordó en poner la mitad del dinero, mientras Mally accedía ya que sabía que su hermano a veces podía ser terco.
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Forelsket [SebaCiel]
FanficSebastian y Ciel sufren una cruel jugada del destino, unidos por un lazo erróneo deberán afrontar las causas de su inesperado vínculo. La situación se complica, cuando resultan ser simples desconocidos que se encuentran en el lugar menos indicado. C...