—Ciel cariño, estaba a punto de ir a buscarte —su abuela corrió a abrazarlo en cuanto lo vio— me asusté al no verte durmiendo, fue un descuido de mi parte, lo siento.
—Tenía hambre, así que fui a comer a la cafetería —susurró bajando la mirada con tristeza—¿cuándo vendrán mis padres?
—Justo estaba por llamarlos, les diré que vengan por nosotros.
Esperaron a que los padres de Ciel llegarán, por suerte no tardaron mucho, mientras ellos conversaban de cosas triviales apareció Angelina, disculpándose por la larga ausencia, le realizó un rápido chequeo a su sobrino para verificar que todo estuviera bien y así fue, le quitó el suero para que pudiera cambiarse, su tía se encargó de llenar su historia clínica.
Unos minutos después se veía entrar a Vincent y Rachel junto con una enfermera que les había indicado el número de habitación de su hijo.
—Mi pequeño, tu abuela nos contó lo que pasó, pero me alegro de que estés bien —su madre cariñosamente le abrazó, haciendo sentir a Ciel protegido y tranquilo en sus brazos.
—Igual pudiste habernos dicho ayer que mi hijo estaba en el hospital —le reprendió Vincent a Claudia— de todas formas no fue nada grave —sonrió acercándose a Ciel acariciando su cabeza mientras este reía.
—Bien Ciel, todo está listo, recuerda que debes tomar la medicina que anoté en la receta ¿de acuerdo? —dijo Angelina mostrándole el papel.
Los Phantomhive salieron de la habitación, esta vez habían decidido que el azulino debía regresar a casa con sus padres, como era de esperarse hubo protesta de su parte pero decidieron no hacerle caso, caminaban por uno de los pasillos cuando se encontraron con Sebastian, Ciel en ese instante se lamentó volver a verlo.
—Señor Phantomhive —dijo el azabache sorprendido— que gusto verlo.
—Quisiera decir lo mismo muchacho, pero bien sabes que por las circunstancias no lo hago —encaró Vincent al joven— fallaste en cuidar a mi hijo.
—Papá, por favor basta —Ciel podía sentir la tensión que se formaba en el ambiente y algunas miradas curiosas estaban sobre ellos.
—No solo fallé yo señor, usted también lo hizo como padre al haber dejado a su hijo con un desconocido desde el principio y privarlo de sus estudios, yo fui testigo de lo mal que estaba después que lo dejó botado, no supo encontrar una solución al problema, solo lo reprendió y lo sacó de la casa.
—Tú no eres nadie para decirme como criar a mi hijo, yo sé que es lo correcto y lo que no, no permitiré que un mocoso me diga que soy un mal padre.
—Créame que sé sobre malos padres, los hay y peores, por eso usted también debe darse cuenta de sus errores, Ciel merece lo mejor, es un gran chico, llegó a ganarse mi afecto y confianza en poco tiempo —habló con un tono severo, dirigiendo su vista al azulino— no supe lo importante que su hijo se convirtió para mi hasta ahora y cada día sigo lamentando el que se fuera de mi lado —nadie de los presentes dijo nada, estaban estupefactos ante tan sinceras palabras del joven, lastima que era tarde para estar arrepentido— bien, si me disculpan tengo que atender a más pacientes.
El joven de mirada bicolor sintió algo un su pecho con las palabras de Sebastian, su corazón latía rápidamente, su respiración era más errática, ¿qué había sido eso? Esos ojos escarlata, esa mirada era de alguien realmente dolido, Ciel no comprendía que ganaba Sebastian dando ese discurso a su padre.
Aún con esas palabras dando vuelta en su mente, salió del hospital junto con su familia, aliviado de que regresaría a casa, planeando pasar el resto del día durmiendo en su habitación, ya después le explicaría a su mejor amigo lo que pasó, ya que desde ahora pasarán más tiempo juntos.
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Forelsket [SebaCiel]
FanfictionSebastian y Ciel sufren una cruel jugada del destino, unidos por un lazo erróneo deberán afrontar las causas de su inesperado vínculo. La situación se complica, cuando resultan ser simples desconocidos que se encuentran en el lugar menos indicado. C...