10.

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— ¿Entonces sí es él?

— Que sí, ya no hagas nada que te perjudique, termines en prisión y estaba si te quedes ahí.

— ¡Ya hombre! Taehyung no es capaz de denunciarme, iré a Daegu en la madrugada y ahora sí le dejaré en claro a ese idiota que no me debió quitarme a mi omega — debido a que Taehyung no dió su testimonio, tres días después soltaron a Bogum sin ninguna restricción.

Le había quedado una cierta duda al ver el rostro de Jungkook, su madre le gustaba mucho la realeza así conocía esa cara.

— ¿Hola?... ¿Sí?... Deseo hablar con el Rey WooMin... ¿Qué sí tengo reservación?... Pues no, claro que no pero tengo una noticia muy interesante sobre su novio ¿Me lo puede pasar?

Hubo un silencio al otro lado de la línea, después escuchó como alguien tomó el teléfono.

¿Quién eres? ¿Qué sabes de Jungkook?

— Te tengo una oferta que no creo que me rechazes WooMin.

¿Cuál es tu nombre?

— Bogum, Park Bogum.

🌼

— Kookie, enserio... Sí me siento bien, me cayó algo mal de seguro, le diré a mi jefa que no iré hoy — Taehyung había estado con demasiadas náuseas y mareos, había vomitado dos veces. Algo raro porque Taehyung no solía vomitar nunca.

— Debo hacer algo — habló el alfa tomando las llaves y saliendo del departamento para correr hacia Nayeon en busca de la dichosa prueba de embarazo que ella compró gracias al susto que le dió Jungkook con la noticia del nudo dentro del omega.

— ¡Jungkook! ¿Qué pasó?

— Creo que sí está en cinta noona ¡Ay no sé que voy a hacer! — quería llorar no podía hacerle eso a Taehyung, no ahora.

— Jungkook, ya no puedes llorar ahora ¡Anda ve como tu omega y con posiblemente con tu criatura! — vió la cajita con al prueba y empezó a caminar subiendo las escaleras con demasiados nervios.

— ¿A dónde fuiste Jungkook? ¿Por qué eso?

— Por si las dudas Tae.

— A la mierda todo ¿Anudaste en mí, cierto? ¡¿Verdad?! ¡¿Por qué lo hiciste?! — el omega golpeaba el pecho pero sus golpes eran suaves para Jungkook.

Estaba demasiado destruido, no pensó que él llegaría a estar en cinta. Su cintura fue tomada por Jungkook pero le mordió el brazo fuertemente para que lo soltara.

— Te odio, te odio, te odio ¡Te aprovechaste de mí cuando estaba en celo! — Jungkook tomó el rostro de Taehyung para besarlo y callarlo, al final terminó correspondiendo al beso — Sí anudé en ti pero estaré de acuerdo con lo que tú eligas, si decides tenerlo haré lo mejor para darles todo lo que ustedes quieran y si no, lo aceptaré Tae.

— ¿N-No me vas a dejar? — el alfa negó y empezó a dar pequeños besos en el rostro de Taehyung para cargarlo llendo a la habitación del alfa y dejarlo en la cama.

— Si quiero tenerlo Jungkook — susurró cerca a los labios del alfa, su lobo estaba muy feliz cuando estaba cerca a Jungkook algo que no pasaba con Bogum. Estaba seguro de que Jungkook era su predestinado.

Sus delgadas piernas rodearon la cadera del alfa mientras continuaban con el beso y seguido del sonido de la ropa de Jungkook cayendo al suelo.

— Eres hermoso Taehyung — el omega ladeó su cabeza dando total acceso a su cuello donde debería haber una marca. En la mente del alfa sonaba que marcara al omega que estaba completamente desnudo ante él — Yah~ No empieces con cursilerías ahora, es grande ¿Sabías?

— Que pervertido eres pero vaya que sí te gusta — Jungkook sintió que la entrada del omega estaba totalmente dilatada e ingresó su hombría lentamente escuchando los pequeños jadeos cerca a su oído. Las uñas del omega se enterraron en su espalda, tenía un ardor soportable gracias al gran tamaño del miembro del alfa.

— ¿Te duele?

— No... Bueno me duele un poco pero sigue ¡Ah!

Jungkook amaba presenciar a Taehyung con sus ojos color plata mientras gemía bajito mientras aumentaba sus embestidas.


— ¡Ah~ M-Me gusta m-mucho! — su vientre de mando empezaron a quemar avisando el tan deseado orgasmo en ambos. Taehyung sintió un ardor al sentir el nudo dentro de él pero su omega estaba realmente satisfecho — No me voy a mover hasta que pase ¿Estás bien?

— ¿No me marcaste? — los ojitos de Taehyung se llenaron de lágrimas al ver como Jungkook negó ante su repuesta.

— Solo me usas ¿Cierto?

— Claro que no bebé, aún no es tiempo para marcarte.


Hubieron demasiadas caricias entre ambos mientras se quedaban dormidos cubiertos por una delgada sábana blanca.


No sé dieron cuenta que había una nota  debajo de su puerta sin portar una buena noticia.



In the City ๑ ¡ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora