Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 20: "Despejado"

Algo que me tocaba los cojones era ser el centro de atención ante situaciones turbias, quería voltearles la cara a todos de un puñetazo; afortunadamente los golpes no eran visibles, pero aún así sentía las miradas clavadas en todas las partes de mi cuerpo, lo primordial era hablar con mi novia y dejar las cosas en claro, tenía miedo... Mucho miedo de no ser entendida y perderla completamente, porque involuntariamente ella se convirtió en mi mundo perfecto.

— Tómate tu tiempo, mocosa — Este Salió de la habitación junto con Hange, quien me dio un beso en la mejilla y un fuerte abrazo.

Mikasa estaba esperando afuera, coloqué mis manos en los muslos para limpiar el sudor que emanaba de las mismas. El sonido de la parte abriéndose rompió mi corazón en un ritmo acelerado, levanté la mirada y me topé con unos ojos llorosos.

— Estoy muy molesta contigo — Se quedó varada en media habitación, yo me encontraba cerca de una ventana, necesitaba aire fresco, su cara lucía sumamente molesta, lo cual acrecentó mi miedo de perderla —. Algo que me molesta mucho son las malditas mentiras, no entiendo que pasaba por tu cabeza en esos momentos, estoy decepcionada de ti, tenía otro concepto hacia tu persona.

— Lo siento, yo...

— Déjame terminar, Ris — Se cruzó de brazos y miró al cielo —. Eso es lo que pensaba ayer por la noche, estaba frustrada porque tuvieron la osadía de hacerle daño a la persona que amo, el coraje me invadía y me preguntaba, ¿Por qué nunca dijo nada?, ¿Por qué sentía que lo merecía?, ¿Qué hubiera pasado si ella nunca hubiese hablado?

Su voz se cortó, me sentí sumamente culpable en ese momento, quería hablar, quería abrazarla, pero mi cuerpo se quedaba totalmente estático visualizando aquella escena más dolorosa que cien mil cuchillos en todo el cuerpo.

— Yo quiero matarlo — Su semblante cambió a uno más imponente —. Me lo imaginé de todas las formas posibles — Mikasa se acercó a mí, me miró a los ojos y los míos no soportaron más y lágrimas comenzaron a brotar —. Me parte el alma verte así, mi niña, ven aquí.

Me abrazó fuertemente, mis sollozos aumentaron cuando sentí la protección de esta chica, su cercanía me indicaba que era mi punto de seguridad; las dos resbalamos hasta quedar en el suelo, ella me tomó entre brazos y por inercia escondí mi cara en su pecho reconfortante.

— Hablaremos de estos cuando estés lista, lo que me importa en estos momentos eres tú, no me interesa lo que digan de ti, porque yo sé que eres una persona hecha y derecha, valiente, preciosa; que día con día lucha para seguir adelante, aunque el contexto sea espantoso. No me imagino una vida sin ti... ¿Qué haría sin tus besos, abrazos, ocurrencias? Eres simplemente maravillosa, eres mi chica perfecta, esa que se sonroja cuando la miras directamente a los ojos, la que con sólo sonreír hace que mis problemas se disipen... El tiempo cura heridas y yo estoy dispuesta a esperarte. No hace falta que digas algo, llora aquí conmigo, desahógate, libérate para poder caminar juntas y superarlo, porque te ayudaré.

Sus palabras hicieron que mi corazón se reconstruyera en esos momentos, quería desaparecer con ella y ser simplemente dos.

— Por un momento creí que me ibas a dejar, por mentirte — Logré articular entre llantos.

— Eso jamás... ¿Cómo voy abandonar a la persona que se convirtió en mi complemento?

Una vez más tranquila, procedí a hablar de la manera más sincera y rogaba para que esto no terminara mal.

— Todo empezó porque traté de olvidarte... Desde que te vi me embelesé, sinceramente me atrajo tu personalidad dura, pero... Había ciertas ocasiones que sonreías, o tu semblante era tranquilo y eso me atrajo aún más. Las pocas veces que interactuábamos eran una fuerte droga para mí; tanto que me provocó un fuerte miedo porque yo jamás me había sentido de esa forma... Mi estómago enloquecía en mariposas cuada vez que tenía la oportunidad de verte cerca y traté de sofocar eso metiéndome a la cama por Erwin — Suspiré —. Al principio todo fue tranquilo, pero se obsesionó conmigo y eso le llevó a abusar de mi en ciertas ocasiones y día con día era un maniaco... A veces su buen humor me dejaba descansar, pero era un inferno cuando estaba irritado. Taru me vendió, él sabía sobre nosotras y le dijo, además pactaron un trato para hacerme la vida imposible, y el desenlace ya lo conoces... No quiero que pienses que soy una fácil...