Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 26: "Aquello que no quería aceptar"

— Querida hija, preciosa Lara, espero que estés acompañada de los seres que te cuidaron y te aman, si estás leyendo esta carta, significa que sabes la verdad, una verdad que nos dolió ocultar por todos estos años. Gran culpabilidad sentimos como tus padres, ya que te abandonamos en un lugar demasiado peligroso y sin protección alguna; las personas que te adoptaron fueron la primera opción que tomamos porque estábamos bajo presión... Ese tema será hablado una vez que llegas a tu respectivo hogar, donde tendrás una estadía de lo más agradable y tranquila, sin tener que luchar diariamente y mantenerte con vida. Desde el fondo de nuestro corazón te deseamos ver. Quiero que tengas en cuenta que todo esto tiene una explicación, una muy grande... Ya dependerá de ti si nos perdonas, pero tienes que volver a casa, oh, mejor dicho, ya puedes volver a casa junto con tu hermano Misha. Te amamos, con cariño, tus padres — Misha me miró a los ojos, yo lo miré a él, nadie dijo nada por un largo momento.

— ¿Y bien? — Reiner posó una mano sobre mi hombro —. ¿Qué piensas, Lara?

— Yo no estoy segura... Estoy en shock, tengo miedo, siento tristeza porque no me quiero ir de aquí...¡Tengo unos lazos demasiado estrechos con todos los de la legión y no quiero apartarme de ellos! — Apreté mis dientes —. No entiendo por qué... ¿Ahora me quieren alejar?

— Créeme que tampoco es fácil para mi, Lara — Ese nombre me empezaba a molestar, no quería que me llamasen así —. También me encariñé de algunas personas, pero es nuestro deber seguir adelante, mi testaruda hermana.

— Por el momento no me digas Lara, ni hermana, me está molestando un poco — ¿Y ahora que seguía?, ¿Irme era una opción o una obligación? —. No me quiero ir, y creo que es mi decisión.

— No será así de fácil, tarde o temprano te tendrás que ir por las buenas o las malas — El rubio añadió molesto —. Así que tú decides, Lara.

Deja de llamarme así, esa persona no existe.

— Hermana no dejaré que te quedes aquí, te llevaré a casa aunque sea arrastrándote — Así que era una maldita obligación, me sentía vulnerable, pero mi terquedad dio paso al enojo.

— Ustedes no podrán conmigo, si yo hablo con los demás me protegerán.

— ¡No digas tonterías! — Una carcajada retumbó en el lugar —. No tantees un terreno que no conoces, Lara, así que mejor cállate y limítate a obedecer a tu hermano.

— ¡Ah sí, claro! Un hermano ausente, ¡No seas idiota, Enzo!, ¿En serio crees que sería así de fácil que yo accediera?, no tienes ni el menos derecho de mandarme.

— ¿Y nuestros padres no lo tienen?

— "Nuestros", yo aquí me críe y aquí me voy a quedar — Bajé la voz —. Y si mi destino es morir aquí, así será.

— Ingenua — Enzo se levantó de aquella silla y me miro ferozmente —. No tienes ni la menor idea de lo que estás diciendo.

— Tengo mis razones, Enzo. No soy como tú — También me levanté y quedamos de frente, yo mirándolo, el mirándome, me sentía un poco ridícula pero estaba realmente molesta.

— Nos vemos más tarde.

— Lara, no tienes opción... — Bert me miró a los ojos y trató de sonreír, este lucía triste, cansado, decepcionado —. Cuando llegues a casa cambiarás de opción.

— Ese es el problema, yo no me quiero ir, separarme de ellos me es difícil y más de Mikasa... — Mis lágrimas saltaron —. Es muy injusto que pase todo de ésta manera.

— Lo mismo decimos Bertolt y yo — Cruzado de brazos, se mantenía distante y frío —. También nos cuestionamos el por qué de la vida o de lo que pasaba, pero aquí estamos, logrando nuestros objetivos.