Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 6: Pequeño plan.

— No, no requiero que la traigas aún... No hay que forzar nada. A veces la misma vida te da lo que quieres.

— Señor y señora Vikström, está creciendo con una idea muy errónea, ¿Cree que pueda cambiar de parecer?

— Eso lo sabremos hasta que se presente con nosotros... ¿No es así Zinov?

— Sí, mi esposa Bela tiene razón.

— ¿Qué nombre le pusieron?

Delante del matrimonio estaba un hombre de complexión delgada y de una altura considerable.

— Rishia, señora Bela.

— Ya, que nombre tan más horroroso, me hubiese gustado que la llamaran "Lara". — La señora Vickström se levantó y procedió a tomar un poco de alcohol.

— ¿Cómo es ella? — Zinov, cónyuge de Bela se mostraba desinteresado, pero muy en el fondo la curiosidad lo invadía.

— Señor, ella es alta, su cabello es castaño oscuro, sus pómulos resaltan su semblante serio, el color de ojos son cafés...

— Ni tan claros, ni tan oscuros, ¿Verdad, Yori? — Bela lo interrumpió.

— Eso es correcto, señora.

— Perfecto, Yori, retírate.

*****

— Mierda... — Unas náuseas terribles me obligaron a correr al servicio como alma que lleva el diablo, al llegar ahí me coloqué de rodillas y expulsé el contenido de mi estómago acompañados de unos espasmos terribles. Mi cabeza iba a estallar en cualquier momento. Una vez terminado el acto asqueroso me dispuse a tomar un poco de té, lo cual fue un poco difícil ya que mis piernas se mostraban débiles.

¿Por qué mierda estoy así?

Eran aproximadamente las 6:30 am y por obviedad el comedor estaba vacío, lo cual me causaba miedo ya que el ambiente lo percibía un poco tétrico. ¿Dónde mierda está el té?, busqué por todos lados y por fin lo encontré, me sentía muy mal, los escalofríos ya estaban presentes en todo mi cuerpo.

Me apresure a sorber el líquido caliente con la espera de sentirme mejor. Escondí mi cara entre mis manos, ¿Por qué a mí?

— Mocosa.

No, hoy no, deja de joderme por favor.

— ¿Qué?

— No se quien te crees para contestarme así.

— Me siento jodidamente mal como para que me estén tocando los cojones.

— Tsk, recuperate pronto, hay cosas que hacer, mocosa.

— Si, si, lo que digas.

Defecto número dos: No saber respetar a mis mayores, puede que en un futuro tenga repercusiones pero hoy quiero estar en paz. Mierda, creo que intentaré dormir un poco más...

****

— ¿Hoy pueden fingir que no existo?, por favor. — Me acerqué a mis amigos.

— Mierda, Ris, pareces un cadáver.

— Gracias por la observación, Taru, hoy solamente quiero retorcerme en mi miseria en silencio.

— Ven acá — Menma tocó mi frente —. No, fiebre no tienes.

— ¿Qué te duele? — Kimi me inspeccionó de pies a cabeza.

— Tengo un fuerte dolor en el estómago y náuseas, es todo.

— Mierda, Lefebvre, ¿Estás embarazada?

— ¡¿QUÉ?!, ¿Estás embarazada?

— Sasha, no seas imprudente.