Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 33: "Una prueba más"

— No lo volveré hacer — Nuevamente nos besamos, haciendo caso omiso de aquellas miradas un tanto atónitas, otras llenas de curiosidad. Pero no nos importó, y desde ahora jamás nos importará.

— Más te vale, porque te voy a mantener vigilada — Entrecerré los ojos pidiendo más explicaciones —. Da gracias al cielo que lo haré yo y no Levi. Me fue casi imposible tratar de convencerlos, debes pasar un poco de tiempo encerrada.

— No sé por qué me sorprende — Ella me pide las muñecas —. No es necesario, en serio — Suelto una carcajada.

— Son órdenes — Básicamente me esposa, no me enojo, simplemente me causa un poco de gracia —. Que bueno que lo tomaste bien, me esperaba una escena tuya.

— Vaya, creo que es lo último que hubiese hecho. ¿Qué hubiese pasado si me resistía? — Me siento estúpida al preguntar eso, ya que sé perfectamente lo que iba pasar.

— Parece que ya te has respondido — Mi chica me mira fijamente, extrañaba aquellos orbes tan penetrantes —. ¿Quieres quedarte aquí?

— Sí, regresa si debes hacerlo — ¿Qué no era más fácil esposarme cuando nuestro destino llegara a nuestro fin?

— No, me mantendré contigo — Nos vamos al fondo, donde nuestras voces no son escuchadas y tenemos más privacidad. Mi trasero toca el suelo y ella se coloca a mi lado, donde no evito recostar mi cabeza —. Te ves muy diferente con el cabello atado y con vestido.

— Es un dolor de cabeza, prefiero lo práctico — Con sus suaves manos me despoja de aquel peinado que me restiraba más que las ideas. Solté un gran suspiro al sentir mi cabello suelto —. Gracias, me leíste el pensamiento.

— ¿De verdad era necesario que esposaran a Ris? — Connie suelta un poco divertido —. Nosotros hubiésemos muerto si ella hubiese querido.

— Yo no doy las órdenes, pero ella es consciente de todo esto. Básicamente cuenta como una traidora a ojos de muchos.

— Lo entiendo.

— ¿Quién fue el maldito que lo estipuló? — Tengo dos teorías.

— Yo — Una figura con el escudo de la legión me mira desde abajo, despectivo, serio, intentando descifrar todo de mí.

— Lo suponía — De pie me acerqué a él —. Nos volvemos a encontrar.

— Y vaya que pasó demasiado tiempo, mocosa — Quiero decir algo más pero simplemente las palabras no logran salir —. ¿Estás al tanto de lo que pasará?

— Así es, no pasa nada — Mikasa está detrás, siento su imponente aura —. Ahora si me disculpas, tengo cosas que platicar con mi novia.

— Mikasa, te esperamos del otro lado, yo me quedaré con ella — Reclama con autoridad —. No le haré nada, está indefensa.

— La llevaré conmigo — Me tomó de los hombros y me guio a la puerta de donde salió. La miro un poco desencajada.

— No es necesario, estaré bien con él — Ella suelta una ligera carcajada.

— No pienso despegarme de ti — Se abre y puedo ver a las personas que se encuentran dentro. Al parecer todos están en una situación incómoda y mi presencia solo incomodará más. Me da gusto ver a Hange, pero respeto la distancia.

— Vaya, tu gente ha de estar más que decepcionada de ti — Noto su tono neutro. Algo que me molesta.

— No vine hablar de mí, de hecho, no sé por qué estoy aquí — Miro a Zeke, el cual tiene cara de sufrimiento. Lo hace para llamar la atención, pobre imbécil.