Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 23: "El regreso"

— Un mes como mínimo, la herida está en la espalda y cualquier movimiento brusco hará que se boten los puntos.

— Estar como vegetal un mes, anotado.

— Es en serio, señorita — El doctor me miró con seriedad.

— Está bien, ¿Cuándo me darán de alta?

— Mañana, ya han pasado dos días y muestras buen avance.

— Bien, fue un gusto tratar con usted, creo que les haría bien a mis piernas caminar un rato, ¿Puedo?

— Mañana, y no te expongas tanto al sol — Llamaron a la puerta —. Esos dos no se han movido de aquí y preguntan por tu recuperación.

— Resulta extraño, dado que a uno lo acabo de conocer y la otra persona es mi novia.

— ¿Ya les levantarás el castigo?

— Sip, ya tolero más gente por el momento.

Este se levantó y abrió la puerta, la figura de Mikasa entró rápidamente y me miró un poco seria, preocupada, ¿Enojada?

— Maldita sea, no me puedo enojar contigo — Se acercó a mi camilla y se sentó en el borde —. Pero ¿Podrías tener más cuidado la próxima vez?

— Sólo me descuide un segundo — Tomó mi mano.

— Por eso — Miró mis orbes, miró hacia los lados y me plantó un beso con suavidad, extrañaba mucho su tacto y sus besos que me hacían derretir, Mikasa suspiró... Ese maldito olor.

— Deja de provocarme.

— Con ese fin lo hago, al final del día no se me olvida tu berrinche, Ris.

— Ya veremos, cariño... — Me levanté un poco pero el dolor de detuvo.

— Deja de moverte, ¿Qué fue exactamente lo que te hicieron?

— Limpiaron mi herida a profundidad, lo cual me dolía hasta el alma... Después de eso tuve algunas complicaciones con algo, resulta que tuve un aborto, supongo que fue el impacto del golpe.

— También puede ser que te hizo efecto lo que te dieron a tomar.

— Igual pensé eso, pero por ese lado ya estoy más tranquila.

— ¿Cuándo te dan de alta?

— Dice el doctorcito que mañana.

— Extraño tenerte en mi cama — Me acarició la mejilla —. Y sólo han pasado dos días.

— Pronto estaré contigo... Abrazadas y platicando hasta quedarnos dormidas — Unos toquecitos en la puerta hicieron que Mikasa girará la cabeza.

— Espero no interrumpir... — La voz del moreno me tomó por sorpresa —. Estaba un poco preocupado.

— Hola, no, no pasa nada...

Mikasa sólo lo miraba atenta.

— ¿Tu fuiste quien la rescató? — Preguntó un más relajada.

— Correcto.

— Te lo agradezco enormemente, Enzo.

— No hay nada que agradecer, Mikasa. Es nuestro deber cuidar de los nuestros...

— Vuelvo en un momento, quieren hablar con nosotros — Me sonrió —. Te veo más tarde.

Se despidió del moreno y salió de la habitación, Levi la estaba esperando junto con Hange, los cuales me saludaron con la mano y se fueron de ahí.

— Te pido una disculpa por lo que sucedió el otro día.

— No pasa nada — Sonreí.

— Me alegro que estés bien, supongo que fue un poco difícil para ti aguantar el dolor.