Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 28: "Llegamos"

Era de madrugada y por obviedad no podía contemplar claramente el sitio donde estaba, un lugar grande, libre, cuyo ambiente no era en sentido de alerta, sino de calma, algo constante. No me sentía en mi zona de seguridad y eso me mantenía un poco rejega, ante todo. Menma me pisaba los talones y mi hermano me miraba furtivamente, no estaba demás aclarar que esperaban que corriera y huyera, pero ¿A dónde?, literal acabo de cruzar el maldito mar, ni siquiera llegaría viva.

— Vamos, que nos están esperando, no te comerán aquí... Ni siquiera hay titanes, bueno sí, es una larga historia — Mi "Hermano", me tomó del codo y guío mi camino. Podía ver el alumbrado, edificios enormes y demás.

— Yo aquí me retiro, fue un gusto... Necesito ir a ver a mis padres — Menma se aleja de nosotros, corre y una niña más pequeña se lanzó a sus brazos, parecen felices.

— Vamos — Este me seguía guiando, el silencio era realmente incómodo. Los nervios comenzaron a presentarse. Llegamos a una casa realmente grande, un gran césped brillaba y las rosas lo acompañaban. Una enorme puerta de cristal estaba delante de mí. Así que aquí es... Se escuchaban voces, y se abrió la puerta lentamente.

— Sus padres los esperan — Aquel sujeto amable nos permitió la entrada. Me quedé clavada en medio del camino, la casa se sentía caliente, tenía un olor agradable, un privilegio total...

— Vamos, vamos, acostúmbrate a tu nueva vida. Mis padres están arriba, oh mejor dicho, nuestros padres.

— Disculpe, señor Misha, la señorita Lara debe tomar un baño y colocarse la vestimenta adecuada, usted también, son órdenes de los señores.

— ¿Vestimenta adecuada?

— Vamos, vamos — Subimos las amplias escaleras y no dudé en mirar todo tipo de cuadros y aquellos cristales que brillaban con la luz.

— Es de madrugada... ¿De verdad es necesario bañarnos?, hace frío.

— Cállate, Lara. — Un amplio pasillo nos invadía, este me guio hasta una puerta doble de madera, otro sujeto estaba esperándonos y la abrió —. Desde este momento dormirás aquí, la cama es toda tuya, todo lo de aquí es tuyo. Allá está el baño, vamos, arréglate.

Una mujer uniformada se quedó conmigo, en sus manos tenía toallas blancas, y esta esperaba alguna indicación.

— Realmente no sé qué hacer — Me aproximé al baño y vi una gran tina color blanco, a la izquierda había infinidad de botellitas, azules, moradas, una esponja, y jabón en barra.

— La llave izquierda es para que salga agua caliente, señorita Lara — Abrí el grifo y esta se empezó a llenar —. Puede verter líquido de esas botellas, son esencias, aquí le dejo las toallas, le daré privacidad, estaré todo el tiempo aquí afuera por si necesita algo.

— Gracias — Comencé a templar el agua, no quería hervir viva ahí y comencé a leer las etiquetas de todo lo que se encontraba. Todo tenía un olor espectacular. La mejor parte fue cuando me hundí en la tina, cada parte de mi cuerpo estaba agradecido, todo iba bien, hasta que el golpe de realidad me hizo temblar una vez más. Comenzaría una vida totalmente diferente gozando de ciertas cosas, se le puede decir que una vida agradable sin preocupaciones, algo que se me hace totalmente injusto... Yo estoy aquí, mientras mis compañeros, amigos y mi novia están luchando día con día.

— En la cama está su atuendo, si no le importa, la ayudaré — Un fino vestido color rojo me gritaba atención, aquel que con ayuda de la mujer, me quedó a la perfección, tenía un escote recto. Estaba de frente a un espejo, un pequeño tocador con sinfín de artilugios, la mujer se colocó detrás y un fino collar relució en mi cuello —. Procederé a peinar su cabello.