Burning Desire [Mikasa x Oc]/ TERMINADA- CORRIGIENDO

Capítulo 25: "La tierra te llama"

Hay cosas que quiero decirte, pero simplemente te dejaré vivir... Pero si me abrazas sin lastimarme serás la primera en hacerlo, hay cosas de las que quiero hablar pero es mejor no decírtelas, abrázame, ámame, tócame, cariño, sé la primera en hacerla...

Como todo en ésta vida, no puede ser color de rosa... Aquí es donde entran los sueños de todas las personas, imaginando algo tan perfecto e inequívoco que no quisiera ser destruido. Sabía que en algún momento se presentarían complicaciones...

— Estás muy callada, más de lo habitual — Estábamos recargadas en nuestro eterno árbol, esta me abrazaba —. Últimamente te comportas más seria.

Es imposible que lo entiendas...

— Nada, algo dentro de mi corazón me anuncia algo un poco peligroso, es una sensación extraña...

— Deja de mentirme — Tomó seriedad —. ¿Qué es lo que tienes? O mejor dicho, ¿Te están haciendo daño de nuevo?

— No, nadie está haciéndome daño... — Me giré para mirarla —. Sólo que, tengo miedo por nuestro futuro.

— La muerte es más que segura aquí, Ris, no puedes evitarla.

— No es eso, es... Sobre nosotras.

— ¿Qué es lo qué pasa?

— Tengo miedo de que en un futuro esto se rompa y nos alejemos.

Su cara fue indescriptible, era una mezcla de confusión, enojo y ¿Tristeza?

— Eso jamás pasará — Sus palabras decían algo, pero su mirada era otra... ¿Estaba exagerando?, ¿Estoy llevando todo al pesimismo? —. Otra vez...

— Perdona... Te amo — Le planté un beso —. No me hagas caso, tiendo a exagerar las cosas.

— No pasa nada, ven acá — Me acorraló en sus brazos, algo que agradecía por completo.

— No podemos adivinar nuestro futuro, pero nosotras tendremos que actuar de la mejor manera.

Ese era el maldito problema...

— ¡Mierda!

— ¿Qué pasa?

— Tenía que ir con Levi por algo... ¡Me va matar el enano! — Me incorporé como pude — Princesa, vuelvo en menos de cinco minutos.

— No te preocupes, te estaré esperando con Armin y Eren.

— Claro.

Salí corriendo para encontrarme con el Mr. Clean, según él, estaría en su oficina, pero tenía que pasar cerca de Erwin... Pero no me importó, busqué su puerta y entré sin tocar.

— ¡Enano!, ¡Por favor no me vayas a matar!, tenía la mente en otro lugar y... — Miré a dos personas a casi nada de desnudarse — ¡LO SIENTO, LO SIENTO!

Salí corriendo de ahí, mis mejillas estaban más que rojas y un bochorno me indicó que mi cara estaba totalmente roja.

— ¡Ven acá, mocosa! — Miré al cielo, ¿Es momento de rezarle a un Dios?, por lo cual apresuré mi paso —. ¡Rishia!

— ¡NO DIRÉ NADA! — Me giré y vi a un duende demasiado molesto y preocupado —. ¡Lo juro!

Volví andar para salir de ahí, pero mágicamente me tomó de la muñeca y me arrastró con una fuerza abismal.

— ¡Oye!, ya te dije que no diré nada — Intentaba zafarme de su agarre, por lo cual solo recibí un apretón más fuerte que me dolía hasta el alma —. Necesidad cero de que me trates así.