Los rayos de luz de la luna apenas atravesaban las nubes, no aportaban mucha luz sobre la calle pero si lo suficiente para ver el final de esta.
Los ruidos cada vez se hacian mayores y lo que quiera que los hiciese pasaron de los arbustos a una de las callejuelas. Arnor no espero a colocarse el yelmo y despues la capucha. Con paso lento y tranquilo se fue acercando al centro de la amplia calle de roca. Se coloco en el lugar mas iluminado. Escondio la mano derecha dentro del lado izquierdo de la chaqueta y en silencio invoco la espada. El filo de esta quedo justamente ocultada por la chaqueta con la punta apenas sobresaliendo del final a la altura de la rodilla.
El ruido estaba cada vez mas cerca de Arnor. Sonido de pasos. El ruido se detuvo justo en el limite de la penumbra. En la oscuridad se distinguio la forma de una silueta humana.
-Se que estas ahi, no intentes esconderte. Muestrate.
Arnor se sorprendio cuando de la penumbra surgio la pequeña hija del granjero herido. La hija de doce años.
-Es un poco tarde y peligroso andar a estas horas para una niña. No crees?
-Si, dijo con una voz dulce y animada tipica de una niña de su edad.-Pero esque estaba muy contenta de que hayas salvado a mi padre y queria darte las gracias. Remato esto ultimo con una hermosa sonrisa dedicada al sombrio jinete.
-Bueno, no hay de que, ahora voy a acompañarte a tu casa, tu padre debe estar preocupado.
- Vale, y volvio a sonreir.
Arnor avanzo unos cuantos metros seguido por detras de la niña cuando derrepente se detuvo para la sorpresa de la pequeña.
-Tus amigos no nos acompañan? dijo con voz fria Arnor sin siquiera volverse para ver la cara de sorpresa de la niña.
-Señor creo que os habeis equivocado, no hay nadie conmigo.
-A no?. Entonces quieres decirme como te as movido mas de cincuenta metros en menos de cinco segundos alrededor mio?.Vaya si eres tan rapida por favor cuentame tu secreto.
Mientras se volvia vio como la cara de la pequeña se oscurecia, la boca se agrandaba para mostrar unos dientes deformes y afilados y los ojos se tornaban rojos. De la oscuridad tras ella surgian cuatro figuras mas a las que por debido a los rayos de luna que iluminaban la calle tras ellos se hacia imposible distinguirles ningun rasgo.
Se fijo en la cara de la niña.Torcio la cabeza y dijo.
-Umm, ojos rojos, diente grandes y afilados y manchas oscuras en la cara, la emfermedad de la necrofagia, posiblemente debido al contacto con demonios. Vaya al final ese obeso clerigo tenia razon.
Todo esto lo dijo como quien habla de las características de una flor.
-Vaya caballero no te veo la cara pero aun asi dudo que estes nervioso, sabes lo que somos acaso?
- O si ya lo creo, tengo dos teorias, eres una alimaña demoniaca, o una simple niña a la que la hermosura no le a acompañado. Aunque si te soy sincero estas mejor ahora que cuando te vi por primera vez.
A la criatura esto no le sento bien y se lanzo contra Arnor mientras surgia de su boca un grito gorgogeante. Cuando estuvo a la distancia adecuada Arnor simplemente se limito a cogerla de la cara con su guantelete y apretar asta que de su cabeza surgio un liquido negro y espeso que mancho por completo el guante de Arnor. Despues la solto y el pequeño cuerpo con su deformada cabeza cayeron al suelo cual saco de patatas.
-Y vosotros? sois los siguientes, no venis?
Los cuatro gritaron al unisono y corrieron hacia el. Arnor no espero, saco el brazo derecho de la chaqueta y con el saco la espada.Despues cargo contra ellos.
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Sanguinario
FantasyLa desolación y el nada que perder puede convertir a un simple humano en una maquina asesina aterradora