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One-Shot
Temática: Romance/Au
Pareja: Sanekana
╚════════✮°•°❀°•°✮═══════╝Esa misma mañana había llegado a Los Ángeles. Había sido invitado para concluir la cena de un evento benéfico. Aunque su agenda estaba apretada, hizo un hueco para poder asistir. Además de que entre los comensales se encontrarían Mitsuri Kanroji y Iguro Obanai. En la tarde fue al recinto ferial para buscar algunos de los ingredientes que utilizaría para darle el toque final a su plato, pero ya estaba anocheciendo y se dirigió al hotel en el que se llevaría a cabo la gala benéfica, donde iban a celebrar la recepción para unos clientes de la empresa que la organizó esa misma noche.
Sanemi estaba inquieto, cansado, demasiado trabajo para unos pocos días, y había algo dentro de él que le decía que esa noche la volvería a ver.
No sería casual, ya que era una de las invitadas. La recepción era para empleados y altos ejecutivos.
Llegó a la entrada del hotel y comprobó como desfilaban hombres en traje por todas partes y gerentes de la compañía, algunos dirigentes que llevaban muchos años al servicio
de la empresa y un sinfín de personas que estaba en el hotel para esa recepción.Miró a su alrededor, los veía por todas partes. Da igual que fueran rubios, morenos, bajos o altos, a todos los hombres que veía con traje y corbata los miraba dos veces, pero nada. Tenía la esperanza de encontrarla a ella. Pero no era ninguno de ellos.
Tal vez ni siquiera vendría, y él, como idiota, se refugiaba en sus recuerdos, que eran vestigios de las ganas que tenía de verla otra vez, a pesar de que tenía bien claro lo que le iba a decir si se la encontraba allí.
Sanemi entró en el salón de conferencias y se puso a realizar los últimos retoques a su plato, todo tenía que estar perfecto para mañana.
Una oscura llamada. En primavera un extraño perfume invadía la habitación. Debía de haber sabor a polvo —un polvo fino, ligeramente amargo, que resecaba los labios y se adhería tenaz al paladar—, y una curiosa laxitud o languidez que imponía a los movimientos un ritmo insólito, un tiempo especial, como a cámara lenta y hay también este olor inconfundible, olor a flores carnosas y maléficas, a hermosísimas orquídeas silvestres.
Cuando todo estuvo listo decidió irse a descansar a casa de unos amigos que le habían ofrecido aposento. Así podrían pasar algo de tiempo juntos, la idea de quedarse en el hotel, solo, no le parecía la mejor opción.
Sanemi Shinazugawa deambulaba por las calles. Un desagradable viento soplaba entre los altos edificios, y él se percató vagamente de que se dirigía hacia al apartamento de sus amigos. No quería ir allí. A pesar de que tenía frío, quería estar al aire libre. Apretó el paso y decidió al fin dirigirse a su destino.
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Color Club Violet: Kanae Kocho | Kimetsu no Yaiba
FanfictionEl conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene. ¿Qué es lo que reside en el...