Rusia hervía de rabia, quizá decir eso era poco. Ucrania miraba de reojo a su hermano, el golpeteo que hacía con su lápiz contra la mesa casi hacía eco en todo el salón y eso comenzaba a molestar al profesor en turno. Para el profesor fue suficiente cuando además de ese golpeteo, Rusia comenzó a hacer lo mismo en el suelo con su pie.
— Joven Rusia, si tanto le interesa hacer música con sus golpeteos le pido que se retire a hacerlo en otro lado. Deje estudiar a sus compañeros que si están interesados en la clase.
Rusia miró al profesor, sin disimular el enojo creciente que sentía. El ruso se levantó de su asiento y salió del salón, azotando la puerta una vez que estuvo fuera. El profesor continuó con sus clases mientras que el de ushanka se paseaba por los pasillos, principalmente fue a dar al pasillo donde el salón de su amado Perú estaba.
— ¡Jóvenes! Por favor guarden silencio.
Rusia se asomó por la ventana para ver el interior del salón. Nicaragua, Honduras, Ecuador y México reían estruendosamente mientras Bolivia se cubría la cara con ambas manos, apenado.
— No sabía que el profesor fuera tu papi, Bolivia! — dijo entre risas Ecuador, siendo seguido ahora por todos los demás del salón en carcajadas incontrolables.
— ¡Y-Ya! Fue un accidente, a todos les ha pasado! — reclamaba Bolivia, todavía sonrojado de la pena.
— Si wey, pero ya estás grandecito para decirle papi al profesor. — dijo el tricolor mexicano cubriendo su boca con la mano para tratar de dejar de reírse.
Perú le dio una palmada en la espalda al tricolor, quien sonrío y giró hacia él disculpándose por reírse. Rusia sintió una oleada de sensaciones con eso. Una escena tan simple como esa.
Perú y México sonriéndose alrededor de un ambiente tan alegre.
El ruso decidió retirarse, ya había visto demasiado. Definitivamente ese mexicano no sería fácil de quitar del camino y eso era una molestia.
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A la hora de que las clases terminaron, Argentina, Perú, Colombia, Chile y Venezuela decidieron acompañar al mexicano a su hogar, en caso de que algo pasara.
—Ya les dije que estoy bien, no es necesario que se preocupen.
—Che, no necesitamos otro susto. Ya déjate querer. — dijo el argentino, acercándose al mexicano para abrazarlo por los hombros.
—Si weon, ¿queri dejarte querer como Arge se deja al Brasil? — dijo Chile, lanzando besos al aire en modo de burla.
Argentina se sonrojó completamente y soltó al mexicano para corretear al chileno.
— ¡Pelotudo...!
Todos rieron mientras veían la escena y siguieron caminando. Colombia miró de reojo al tricolor, quién miraba al mismo tiempo y del mismo modo a Perú, que caminaba a su lado.
— ¡Me caigo! — gritó fingidamente el colombiano, tirándose hacia Venezuela, quien se desequilibró por eso y terminó empujando a Perú contra México.
— ¡Colombia! — gritó molestó el venezolano, levantándose para encarar al que le empujó.
Perú terminó cayendo encima de México, quien lo protegió rodeándolo con sus brazos. México obviamente se quejó momentáneamente de dolor por la herida que aún no sanaba totalmente, pero no fue impedimento para proteger de la caída al peruano.
— ¡Mex! Lo siento, ¿te lastime? — rápidamente se levantó, sentándose al lado del mexicano y levantando la camisa del mismo para revisar que la herida no se hubiera abierto.
—Uy, espérense a llegar a un cuarto. — comentó Venezuela, riendo junto a Colombia al verlos de ese modo.
Perú se sonrojó completamente, bajando de nuevo la camisa de México mientras el tricolor miraba a Venezuela y Colombia.
—No se pasen de lanza. — el mexicano no sonaba molesto, sino más bien nervioso pero bastante bien disimulado.
Ayudaron a México a levantarse y continuaron su camino.
—Pensar que vamos a tener que usar traje en la graduación.
Todos hicieron un ligero gesto al escuchar al colombiano, no acostumbraban a vestirse de traje. Pero ya solo faltaban un par de días para la anhelada fiesta.
— ¿Ya saben que van a hacer después? —Preguntó curioso el argentino.
—Descansar! —se apresuro a contestar el chileno.
—Eso, nos lo merecemos. —dijo Venezuela apoyando el comentario de Chile.
—La verdad yo no sé, quizá algo bueno salga. —Dijo México, alzando sus hombros.
—Trabajar, gonorrea. — dijo casi con total fastidio Colombia.
Todos miraron a Perú, que faltaba de decir lo que haría luego de terminar la escuela. El peruano miró al suelo nervioso, ya había mencionado al mexicano lo que quería hacer, pero se sentía ligeramente apenado de decirlo frente a más personas. México sonrío al verlo así, entendiendo lo que pasaba.
—Puré va a salir más exitoso que todos aquí, ¿cuánto apuestan? — dijo entre risas, mirando a los otros.
Comenzaron a apostar unos y otros sobre eso, conmoviendo al peruano con tantos buenos deseos y esperanzas hacia él. Perú miró al mexicano, fuera lo que fuera que hiciera en el futuro, estaba seguro de que lo quería a él a su lado.
México, ¿porque no puedes darte cuenta?
Perú valora la amistad que tienen, pero no quiere eso. No quiere ser solo un amigo. Y estaba reuniendo el coraje que hacía falta para decírselo de una vez.
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||° Tarde, pero aquí está. Como dato extra dejo en claro que los únicos que saben que Perú esta enamorado de México son Argentina y Chile, mientras que el único que sabe que México lo está de Perú es Colombia. USA también lo sabe pero yo me refiero a los que están presentes en este capítulo uvu
¡Nos vemos la próxima semana con más capítulos! :) Gracias por leer.
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No quiero ser tu amigo. [MexPer]
Любовные романыMéxico y Perú son amigos desde niños, su amistad los hace inseparables pero, ¿es solo eso? Ambos comienzan a desarrollar sentimientos el uno al otro, pero el destino no piensa dejarles todo fácil y se acerca el fin de la escuela. ¿Es que acaso podr...