Perú se había terminado de arreglar. México le había insistido en asistir a la fiesta, incluso le prometió pasar por él para irse juntos. Se despidió de su madre y salió de su casa, había estado parado fuera de su hogar revisando sus mensajes cuando sintió que cubrían sus ojos, algo por lo cual se alteró hasta que escuchó la familiar voz del mexicano.
— ¿Puedes adivinar quién soy?
Perú se rió, soltando un suspiro como si de verdad le costara averiguar de quién se trataba.
—Déjame pensar... ¿Qué amigo tendré con esa voz tan enfadosa?
El mexicano hizo un puchero y descubrió los ojos del peruano, colocándose delante de él.
—Iba a halagarte por tu buen estilo, pero ahora no.
El peruano se rió, y así ambos comenzaron a caminar en dirección a la casa de Usa, dónde sería la fiesta. Habían recibido mensajes de algunos de los latinos avisando que ya estaban ahí esperándolos. El tiempo pasó rápido para ambos y la caminata no fue nada pesada, se la pasaban bien cuando estaban juntos.
Finalmente habían llegado frente a la enorme casa, dónde era muy clara la música que se escuchaba a todo volumen además de algunas luces de colores que prendían y apagaban. Usa en serio se había molestado en hacer una fiesta animada.
—Recuerda, si te sientes incómodo o algo, solo quédate conmigo ¿sí? —Ofreció México con una sonrisa.
—Gracias causa. — dijo de igual modo.
Así ambos entraron a la casa del de habla inglesa. Argentina y Brasil se acercaron a ellos al verlos entrar.
—Creímos que no iban a llegar. —Mencionó el brasileño.
—Mejor tarde que nunca, ¿no? —contesto con una risita el mexicano.
—Che, Usa no ha dejado de preguntar a qué hora llegabas. Está allá con Filipinas.
México miró hacia donde Argentina señalaba, asintió y miró después a Perú.
— ¿Quieres venir conmigo?
—Ve, me voy a quedar un rato con Arge. —Contestó el peruano.
México sonrío y caminó en dirección a Usa, quien al verlo de inmediato se acercó a recibirlo con un abrazo. Filipinas también se acercó y comenzaron a hablar. Perú miraba la escena hasta que sintió la mano de Argentina tomarle el hombro.
—Te vamos a ayudar hoy.
Perú sonrío, yéndose con ambos countrys. La fiesta iba perfectamente, Brasil había invitado a Argentina a bailar, de una forma muy apegada el uno con el otro. Chile se rió al ver la química que desprendían esos dos.
—Arge se va a conseguir flaco a este paso. —Dijo Perú, sonriendo con cierta burla al ver la escena.
Chile soltó otra carcajada, dándole un trago a su bebida. Perú buscó con la mirada al mexicano, quien mantenía un vaso lleno en una mano mientras con la otra hacia movimientos pues estaba platicando alguna anécdota con el canadiense y el estadounidense.
—Voy al baño. — anunció Perú a Chile, quien asintió y dio otro trago más a su bebida.
Perú caminó al lado de Ucrania, le pareció extraño verlo solo, casi siempre estaba acompañado. Mientras iba en dirección al baño pensó que, si Ucrania estaba ahí, definitivamente estaban los demás hermanos soviéticos. Y si lo estaban... Eso quería decir que...
De pronto una mano se estampó a su lado, arrinconándolo contra la puerta del baño.
—Me desilusionaba la idea de que no vendrías. Me alegra ver qué estás aquí.
Con un enojo creciente, Perú miró al ruso que le arrinconaba, de la forma más amenazante que podía.
— ¡Quítate de mi camino! —Exigió el peruano.
—Shhh... No es necesario que grites.
El ruso pasó su mano por la mejilla del de menor estatura, provocándole un estremecimiento que para nada indicaba algo bueno. Rusia de pronto llevó su mano hacia el cuello del peruano, apretando para impedirle hablar o siquiera gritar.
—Te extrañe tanto. ~ —susurró con una sonrisa, mirando al menor.
Perú comenzó a sentir un enorme pánico, pero aún así usó sus manos para arañar las del soviético en un intento de librarse del agarre ajeno. Rusia sonrío divertido por eso y, con fuerza, lo separó de la puerta para volverlo a estampar con la misma. Perú se mareo completamente por las acciones del ruso, podía escuchar la música y ver las luces, que comenzaban a ser borrosas.
Rusia aprovechó el atareamiento en el que se encontraba el peruano para poder acercarse a su rostro, con esa misma sonrisa.
—Eres mío, otra vez.
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||° Listo, dos capítulos seguidos. ¡Gracias por leer! Cuídense y vayan por la sombrita uvu
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No quiero ser tu amigo. [MexPer]
RomanceMéxico y Perú son amigos desde niños, su amistad los hace inseparables pero, ¿es solo eso? Ambos comienzan a desarrollar sentimientos el uno al otro, pero el destino no piensa dejarles todo fácil y se acerca el fin de la escuela. ¿Es que acaso podr...