—Arthit, justo escuchamos que Pez volador está en Tailandia —informó Prae. —No sólo en el país, sino que está aquí en Bangkok.
Pez volador era un reconocido mafioso de los barrios bajos, nacido en Bélgica.
Él y Arthit hicieron algunos negocios cuando Arthit estuvo en Europa, pero Pez volador pareció ser un traidor y no se contuvo de romper el código de honor de la mafia.
Él había traicionado a Arthit y a los hazers y eso es algo que Arthit no olvidará jamás.
Matar al hermano de Pez volador había sido algo mínimo para demostrarle al hombre lo enojado que estaba Arthit. Pero vaya que quería hacerle más cosas... No obstante, después de matar a Pez saltarín, nunca creyó que volvería a encontrarse con Pez volador. Y ahora, ¿el hombre vino al país por voluntad propia? Qué imbécil.
—Por favor úsame como quieras, mujer. Quiero que ese hombre esté tras las rejas y no tengo miedo de jugar sucio para capturarlo —dijo Arthit.
—Bien —dijo Prae, complacida. —Se está quedando en el hotel Prestol. Haz lo que quieras con él, tengo un equipo de policías a tu disposición.
—¿De repente tienes una confianza ciega en mí o qué? —Preguntó Arthit antes de soplar a una taza de café que acababa de recibir de su colega.
—Bueno, debo admitir que tú y tus hombres han trabajado muy bien las últimas semanas. Atrapamos a un par de hombres que por lo regular no habríamos atrapado y nos han llovido halagos. Sé que nunca habría hecho esto sin su apoyo. Aunque no sé si deba confiar en ustedes, me da gusto estar trabajando con los Hazers.
Arthit de verdad que hizo un buen trabajo esas últimas semanas y fue más que nada porque tenía que distraer su mente de extrañar tanto a su novio.
Maldición, no puede esperar a que Kongpob regrese este fin de semana. Sólo cuatro noches más y al fin podrá trepar a él como si fuera un koala. Ya han estado apartados por semanas y ha sido una tortura.
—Bueno, puedes contar conmigo para entregártelo la tarde de este viernes, porque este semana no haré una mierda de trabajo.
~
—¿Qué tal tu día? —Preguntó Kongpob por el altavoz.
—Los Hazers y yo volvemos a tener una misión secreta —respondió Arthit mientras tomaba un baño y fumaba un cigarrillo. —¿Y tú? —Preguntó después de exhalar algunas nubes grises.
—Acabo de llegar a casa. Fue un día tranquilo, lo cual es bueno ya que he estado tan cansado... —Bostezó Kongpob. —No puedo esperar a regresar este fin de semana.
—¡Yo tampoco, bebé!
Arthit presionó su cigarrillo en el cenicero y luego tomó un trago de alcohol. Realmente estaba intentando pasar un buen rato.
—Estoy en la tina con una bebida y un cigarrillo, relajándome en el agua caliente. Incluso usé un poco de tus aceites esenciales. Lo triste es que sólo tengo tu voz conmigo y no el resto de ti...
—También quiero estar contigo. Muchísimo... —Kongpob suspiró bien en alto. —Ahora mismo estoy preparando la cena.
—Pide algo y ya, bebé. Trabajaste todo el día y estás cansado, no tienes que comer, puedes consentirte. Pide algo de sushi.
—No me molesta cocinar, sabes... ¡MALDICIÓN!
—¿Qué pasó, Kong? ¡¿Kongpob?!
—Ah, yo... ¡volví a cortarme el dedo! ¡Auch!
Arthit se sentó derecho tan rápido que el alcohol de su vaso se derramó en la tina mientras el agua de esta se derramaba en el suelo.
—¿Es malo? ¿Necesitar ir al hospital? ¿Tu dedo está bien?
—Maldición. No... no, no es tan malo... Cálmate, ¿sí? Sólo iré por una bandita. Es sólo un corte.
—Bien, me estabas asustando. Santo cielo, bebé, es como la cuarta vez que te cortas el dedo mientras hablas conmigo. ¿Qué demonios estás haciendo cada maldita ocasión?
De repente, Kongpob rio desde otro lado de la línea.
—¿Qué tiene de divertido? —Preguntó Arthit.
—Fue uno de tus dos dedos favoritos...
—Maldición, bebé... Más vale que sane en algunos días... ¿Cómo pudiste hacer eso?
—Lo cuidaré bien desde ahora.
—Me gustaría besarlo y decirle sana-sana...
—Ya está vendado, ya no duele.
—Por el amor de Dios, por favor... Por favor protege tu pene. Hazlo por mí. ¡Por favor! ¡Te lo ruego! —Dijo Arthit, sonriendo.
Kongpob rio.
—Lo haré...
—Bien. No quiero que le pase nada a ese... —Arthit movió su cuello de izquierda a derecha. —Agh, mi cuello duele, maldita sea. Necesito que me des un masaje cuando llegues.
—Por supuesto. Masajearé más que sólo tu cuello...
Arthit se relamió mientras su pene comenzaba a alzarse bajo el agua, hasta que la punta roja se hizo ver.
—¿Ah, sí...?
—Sí... —Respondió Kongpob con voz ronca.
—¿Sigues cocinando?
—No, apagué la estufa para vendar mi dedo. Así que... dime el lugar que quieres que masajee primero.
Arthit se relamió.
—Después de mi cuello, quiero que masajees mis hombros.
—Claro, trabajaré en esos hermosos hombros anchos. Desharé todos los nudos.
—Y luego quiero que bajes a masajearme entre las nalgas.
—Bueno, esto se encendió rápido —rio Kongpob. —Pero es bueno porque... masajearte ahí es lo que más me gusta...
—Con tu lengua —dijo Arthit con una gran sonrisa en el rostro mientras tomaba otro cigarrillo del paquete y lo prendía. —Debes masajear con tu lengua.
Kongpob rio con suavidad.
—Eso es incluso mejor... Creo que mi lengua es la mejor dando ese tipo de masajes, pues aprendí del mejor.
—Oh, sé que es la mejor —Arthit exhaló y dejó el cigarrillo cerca de su comisura mientras sus manos iban bajo el agua.
—Bien, ¿de qué demonios estamos hablando?
—No lo sé, bebé, pero me puso duro como roca aquí abajo... —murmuró el exmafioso con el cigarrillo entre los labios y su pene entre sus manos.
—Maldición, Thit.
Arthit rio con suavidad mientras cerraba los ojos, y mientras con una mano empezaba a acariciarse, con la otra tomó su cigarrillo y le dio una calada.
—Ya te estás masturbando, ¿cierto? —Preguntó la voz ronca de Kongpob.
—Estoy solo, caliente, desnudo y hablando con un chico increíblemente guapo. ¿Tú qué crees? —Dijo Arthit, exhalando algo de humo y volviendo a presionar su cigarrillo contra el cenicero. Tomó su pene con ambas manos. —Hazme correrme con tu sexy voz, Kong —ordenó Arthit.
—Bien, pero esta será la última vez que usaré mi voz para esto. Tu próximo orgasmo lo provocaré como se debe, este próximo fin de semana...
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Nota de la traductora:
sé que voy lento con las actualizaciones, pero denme chance, que mi último año de carrera + clases en línea me están comiendo viva :c gracias <3
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Págame con tu cuerpo
Fanfiction+18 (sexo, groserías) Kongpob tiene una deuda con la organización criminal más grande de Tailandia. El jefe de la mafia, Arthit, tiene un interés por el inocente e inexperimentado Kongpob. Cuando el pobre Kongpob no tiene dinero para pagarle un prés...