C U A T R O

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2 semanas después

Jueves

4:56 pm – Arthit:

¿Cuándo sales del trabajo?

4:58 – Kongpob:

En media hora

4:59 – Arthit:

Ok.

4:59 – Arthit:

¿Cuál era el nombre? De esa película que dijiste el otro día

5:16 – Arthit:

¿Kongpob?

5:35 – Kongpob:

Lamento no haber respondido. Mi jefe está todo raro... 😖

5:36 – Arthit:

¿Quieres que haga algo al respecto?

5:42 – Kongpob:

No por favor. Y era Aniquilación. Es una película muy rara. Mírala.

5:43 – Arthit:

Ok, lo haré esta noche.

Viernes

11:32 am – Kongpob:

OMG 😁😁 Acabo de encontrar 500 bahts en el suelo durante mi descanso. ¡Es mi día de suerte! 🍀

11:35 – Arthit:

Me limpio el trasero con 500 bahts.

11:45 – Kongpob:

😒

11:46 – Arthit:

Lo siento. Bien por ti. Mañana te daré algo más para que te alegres... ¡Debes estar listo para las 6!

12:01 pm – Kongpob:

😦

Sábado

Kongpob estaba en cama, listo para dormir. Eran las 3 de la madrugada y su espalda dolía un infierno por todo el ejercicio.

Arthit estaba fuera de la cama, había contestado el teléfono.

—Cielos, ¿por qué mierda me llamas a esta hora?

-

—Sí, sí, haz lo que quieras.

-

—Sí, diviértete, Knot. Rómpele las piernas, rompe su cráneo, sácale los ojos, lo que sea que te haga feliz, pero asegúrate de que entienda el punto.

-

—De acuerdo, no me molestes más, maldita sea, estoy a la mitad de algo.

Arthit colgó.

Kongpob lo oyó todo. ¿Por qué decía cosas como esas? Era tan cruel.

Se le pasaba tan bien con él. Hoy era su cuarta noche juntos. Una más y ya. Y eso hacía que Kongpob se sintiera... ¿triste? No lo sabía. No sabía qué sentía sobre todo esto.

Sólo sabía que se sentía decepcionado al escuchar a Arthit hablar así. No era como si fuera asunto suyo.

Arthit volvió a la cama y se acurrucó en Kongpob. Desde su segundo "encuentro", Kongpob pasaba toda la noche con Arthit. Incluso se mantenían en contacto por teléfono durante el resto de la semana. Ya no eran solamente noches de tener sexo una vez por semana.

—Lo siento por eso —dijo.

—No sé qué pensar sobre eso, cuando hablas así —dijo Kongpob.

Págame con tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora