Capítulo 15: De cara a la verdad.
Aunque sea algo incómodo escuchar a Bea roncar toda la noche, es algo magnífico despertar con el cantar de los pájaros.
Giro hacia donde está Beatriz, quien duerme de una forma muy extraña y me entra mal de risa, pero en vez de reír fuertemente decido hacerle una foto para luego chantajearla cuando me haga falta. Son las 6:00 am, no sé por qué me he despertado tan temprano pero mejor voy a cepillarme y asearme antes de que todos despierten, así podré ver la pinta de cada uno de ellos al despertar y podré hacer bromas al respecto más tarde.
Salgo de mi tienda, me dirijo hacia el agua y comienzo a caminar río arriba hasta que encuentro un charco que se ve súper divino.
Dejo mis cosas en la orilla, me quito el camisón y me quedo en biquini; me adentro al agua y me sumerjo. Para ser temprano el agua está a una temperatura ambiente muy agradable.
Me gusta quedarme bajo esta por largo tiempo, para suerte mía aguanto bastante la respiración.
Comienzo a nadar de un lado a otro y vuelvo a sumergirme. De repente el agua se vuelve agitada y burbujeante, cuando me percato, hay una persona, está de espaldas a mí y comienza a subir hacia la superficie luego de haberse lanzado del pedrusco. Luego vuelve a sumergirse, esta vez quedando cara a cara conmigo.Es Lucas.
Me mira de una forma tan tierna que me paraliza. Se acerca a mí y me besa. No hago nada, solo le sigo el beso y mientras lo hago, siento una voz lejana.
Porfa Susy reacciona.
Esa voz, es la voz de Lucas. Vuelvo en mí y comienzo a toser agua, a mi alrededor se encuentran arrodillados Beatriz, el profe Leonardo, Camila y Lucas sosteniéndome luego de haberme hecho RCP.
Inmediatamente Betty me abraza llorando y veo a Lucas suspirar de alivio y luego ponerse en pie.--¡Dios Santo! Susana, menudo susto me has dado, pensé que no te volvería a ver más, no tienes idea de todo lo que he llorado, me debes por lo menos tres helados de chocolate para conseguir que te perdone esto. --dice lloriqueando Beatriz.
--Sí, vaya susto nos has dado Susy. --confrimó Camila.
--Gracias a Dios que Beatriz notó tu ausencia y nos llamó y cuando te comenzamos a buscar encontramos a Lucas sacándote del agua, te salvó de morir ahogada. --habló el profe Leonardo.
Detengo mi vista en Lucas quien ahora me mira con un gesto apacible y a la vez asustado; tomo su mano --Gracias.
Respira --De nada. --responde y comienza a alejarse mientras yo lo observo entre tantos abrazos que Bea me da.
(...)
Comenzamos a recoger nuestras cosas, pues faltaban 3 horas para que la guagua viniera a buscarnos. Mientras Betty y yo recogemos la tienda de campaña miro de reojo a Lucas quien se aleja del resto del grupo y se va por el camino del río.--Vuelvo enseguida. --digo a Beatriz.
--¡Pero no te tardes mucho! No pienses que voy a cargar tus paquetes yo sola hasta el maletero del autobús porque...
Le dejo hablando sola y me dedico a seguir el camino por donde se alejó Lucas hasta encontrarle. Veo que está sentado en las piedras, a orillas del agua y comienzo a acercarme a él. No necesita girarse para percatarse de que estoy detrás suyo.
--¿Tienes algo que decirme? Porque no creo que te hayas tomado la molestia de seguirme para mirar lo atractivo que soy. --dice en tono de burla.
--¿No te tomas nada en serio? Es que a todo le hallas gracia. --le reprocho.
--¿Me seguiste para reprocharme eso o para algo más?
--Yo... vine a agradecerte por lo de esta mañana.
--Ya me agradeciste, "esta mañana".
--Tienes razón. Eh, mejor me voy.
--No tienes que irte. Puedes seguir observando mi belleza, es gratis.
--La verdad que no tienes remedio, ya veo que no, no te tomas nada en serio.
Me giré dispuesta a marcharme hasta que le escuché. --Pues sí que quise tomarme a alguien en serio, pero esa chica me dijo que no podía haber nada entre los dos. ¿Y sabes por qué? Porque el tipo del cual estaba enamorada la engañó y ahora ella cree que voy a hacerle lo mismo, pero lo que no sabe es que estoy tan enamorado de ella que me duele en el alma que piense eso de mí.
Caminó hasta estar frente a mí.
--Lucas yo...
--¿Tú qué? Me vas a volver a decir que no puedes estar con nadie, que no estás lista, que no puede haber un nosotros. Ya me sé tus excusas Susana. Todo lo que de verdad quiero oír es lo que sientes por mí.
--¡Me gustas! ¿Okay? Me gustas mucho, pero no puedo estar contigo. ¿No ves que ni siquiera tengo el valor de contarle a Beatriz la verdad? ¿Cómo se le dice a tu mejor amiga que estuvieron enamoradas del mismo hombre, del mismo hombre que estuvo con las dos al mismo tiempo, del hombre por el cual sufre por no saber de él ni de por qué no la llama ni da señales de vida; que mientras estaba acá con ella venía trás de mí para que lo perdonara por haberme fallado. Que dormía con las dos y nos decía Te amo tan falsamente? --suspiré. --¿Cómo puedo ser feliz contigo mientras ella está engañada, echándose la culpa de lo que cree que pasó, amando a alguien que no sabe el mas mínimo significado de la palabra amor?
--Susana, tú no tienes la culpa de... ¡Beatriz!
Veo a Lucas mirar detrás de mí asombrado, por lo que hago lo mismo y veo que Betty está ahí, perpleja.
¡Oh Dios mío! ¿Acaso escuchó...?
--Creo que no vas a tener que contarme nada --habló Betty con los ojos aguados. --pero, deja que te corrija en algo, por más que yo quisiera... Marcos nunca me dijo Te amo.
Beatriz se alejó corriendo.
--No Betty ¡Espera! --tenía que seguirla y explicarle.
Lucas me detuvo. --Necesita estar sola Susana.
--No necesita estar sola, me necesita a mí, debo explicarle, debo...
--No, en su estado no va a ser capaz de entenderlo, deja que procese las cosas, que se calmen las aguas para que puedan hablar y solucionar las cosas. Debes tener paciencia.
Tener paciencia.
Mi mejor amiga acababa de escuchar la verdad de mis labios, pero no de la forma correcta y se había alejado de mí sin que pudiera explicarle.
¿Cómo puedo tener paciencia en esta situación?
(...)
Voy subiendo al bus y mientras busco a Betty con la mirada veo que está sentada al lado de Ernesto. Cuando repara en mí, gira su vista hacia la ventanilla. Suspiro profundamente y me dirijo hasta el final del ómnibus. A mi lado se sienta Lucas, quien coloca su mano sobre la mía.
--Todo va a estar bien, ya verás. --sus palabras me llenan de esperanza.
--La verdad, me conformo con que ella esté bien.
Que tu familia te deje a un lado, duele; que te rompan el corazón, arde; pero ¿Ver a tu mejor amiga llorar? Eso quema.
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si no te gusta... vota igual, ya que llegaste hasta aquí que haya sido por algo. Jeje.
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Más días que chorizo [Completa✔]
Short StorySusana Wilson se encuentra luchando contra sentimientos muy fuertes, enamorada del novio de su mejor amiga y peleando por ser feliz, tendrá que aprender que en este mundo hay más días que chorizo.