Más días que chorizo [Completa✔]

Capítulo veinte

Capítulo 20: Quizás para siempre.

Despierto sobresaltada, me toco la cabeza que es un solo sudor y trato de controlar mi respiración.
Tuve un sueño muy extraño, de hecho tuve dos.

En el primero; Me encontraba en un lugar muy bonito, algo parecido a un campo, era una tarde de picnic y estaba sentada bajo la sombra de un árbol de mangos, a mi lado estaba Lucas, no podía escuchar nada de lo que hablábamos pero se nos veía muy cómodos, incluso cariñosos, acaso éramos... ¿novios?

Wow, él estaba muy guapo. Vestía una camisa blanca con un short playero mientras que yo llevaba un vestido grisáceo de flores amarillas. De momento miro al cielo y todo se torna oscuro, como si se aproximara una tormenta.

Es ahí donde todo se apaga y comienza mi segundo sueño, pesadilla o lo que sea que haya sido. Me veo en la escuela, miro a mi alrededor y no se ve nadie, ni remotamente cerca. Empiezo a caminar en dirección de las aulas, alomejor allí, quizás halla alguien.
De camino por los pasillos, al final de estos hay un muchacho, está de espaldas pero, creo conocerlo. Se aleja cada vez más de mí, desesperada, le llamo:

--¡¡Luuucas!! --es en vano, no me escucha. Respiro y vuelvo a llamarle, esta vez, lo hago más fuerte --¡¿LUCAS?!

De repente él voltea a mirarme, pero, al percatarse de quien soy, se gira dispuesto a seguir su camino. No lo entiendo. Entonces, decido correr hasta él.

--Ey Lucas mírame, ¿qué pasa?

--Lo siento Susana, este es nuestro adiós.

--¿Qué? Nooo. ¡Espera! ¿Qué ocurre? ¡Mírame!

--Me perdiste Susana, me perdiste.

Antes de lograr responderle siguió su camino.

--¡Lucas! ¡Lucas!

Y ahí desperté.

¡Qué sueño más extraño!. No entiendo nada.

Solo sé que a pesar de ser un sueño, las emociones eran muy reales. No quiero volver a sentirme así.

(...)

--¿Y ahí despertaste? --pregunta Beatriz.

Asiento --Fue algo muy extraño. Me sentí súper agitada y al despertar esa sensación no se fue. Siguió ahí.

--Para mí está más que claro todo. --dijo Betty mordiendo un pedazo de pizza y dándole un sorbo a su jugo de maracuyá.

--¿Ah sí? --pregunté incrédula. --Por favor señora, ilumíneme con su inmensa sabiduría. --dije sarcásticamente.

--Pues verás, es claro que estás perdiendo a Lucas. Eso lo sabemos y tu subconsciente también se está dando cuenta, debido a que sabe que por tu pésimo carácter, ningún otro chico así de lindo y bueno; y que esté bueno... --proclamó Bea, diciendo esto último guiñándome un ojo. --va a volver a hacerte caso.