Más días que chorizo [Completa✔]

Capítulo diecinueve

Capítulo 19: Reencuentro

Una vez allí, me apresuré a buscar a Beatriz con la vista a ver si la encontraba. Luego de mirar y no ver ni rastro suyo, decidí caminar hacia el lugar que bautizamos como nuestro escondite secreto de pequeñas.

La playa estaba prácticamente vacía. Caminé unos pocos metros de donde me encontraba hasta llegar al sitio que debía. Allí estaba ella, sentada en la rama del árbol de uvas caleta, mirando hacia el mar. Al llegar, nerviosa yo, no hice más que sentarme a su lado, luego de unos minutos de silencio entre las dos que parecieron horas, me animé a hablar.

--¿Recuerdas, cuando tenía diez años y me pelié con Lorena porque ella me abucheó frente a todos en la escuela? --suspiré recordando. --Ese día no quería ver a nadie, tampoco quería que mi mamá me regañara así que decidí esconderme aquí. Luego de que todos empezaran a buscarme como locos, la única capaz de saber donde estaba fuiste tú. ¡Por Dios! Ese día me llevé una paliza que nunca voy a olvidar.

--¿Por qué Susan? ¿Por qué me mantuvieron engañada? ¿Por qué permitiste que hiciera el papel de tonta? ¿Por qué dejaste que me utilizaran? ¡Dios! Son tantas las preguntas que me atormentan desde entonces, sinceramente no sabía si las respuestas iban a hacerme sentir mejor, pero entendí que nunca lo iba a saber si no me decidía a hablar contigo.

--Betty...

--¿Sabes? Haber hecho el papel de estúpida duele menos que el hecho de saber que pasaste por esto tú sola. ¿Se te olvidó que somos amigas?

--Beatriz yo lo siento. Yo nunca quise lastimarte. Yo solo quería que no pasaras por eso que yo pasé. No quería que te sintieras mal, tu amabas a Marcos, solo quería que estuvieras feliz. Quería protegerte.

--¿Ocultando la verdad? Susan, así no se protege a nadie. ¿Sabes lo duro que fue para mí saber que fue conmigo con quien Marcos te traicionó? No tienes idea de lo sucia que me sentí.

--Tú no tienes la mínima culpa de nada de esto Beatriz. La culpa es de él, que no supo ser hombre. Que jugó con las dos. Pero tú y yo somos más fuertes que esto. Podemos, podemos superarlo, juntas.

--No sé si podamos... --un extraño sentimiento se apoderó de mi pecho.

¿Había perdido a mi mejor amiga?

Beatriz suspiró --Tiene ojos de infarto el muy desgraciado. --alivio inmenso me empezó a recorrer todo el cuerpo mientras sonreía. --La verdad es que, te he extrañado mucho Susana.

--Lo sé, lo sé porque yo te he extrañado mucho más a ti.

--¿Me abrazas de una vez, idiota? --pidió Beatriz. No pude evitar sonreír.

--Claro que sí soqueta, ven acá. --extendí mis brazos.

Abracé a Betty tan fuerte que no pensaba soltarla tan fácilmente. Esta era mi hermana de corazón. La única persona por la que yo sería capaz de meter las manos al fuego y no iba a permitir que nada volviera a separarnos.