Narnia y la heredera perdida: El león, la bruja y el ropero [ Peter y tu]

Capítulo 10°

Los jóvenes por fin llegaron al campamento, Aslan estaba a fuera de su carpa esperando a Jadis. Y como si la hubieran invocado, la bruja blanca apareció, siendo cargada por sus criaturas y subditos.

—¡Jadis, la reina de Narnia, la emperatriz de las islas solitarias!—. Gritó uno de los enanos que venían con ella.

Finalmente Jadis llegó hasta donde estaba Aslan y la bajaron; fijo su mirada en Edmund, pero alguien más había llamada su atención, ___. Después regresó su mirada a Aslan.

—Hay un traidor entre tus tropas, Aslan.

—Su ofensa no te ha hecho ningún daño.

—¿Acaso has olvidado las leyes con las que se creó Narnia?

—¡No recites la gran magia ante mi bruja!—. Contestó Aslan con un pequeño pero imponente rugido. —Estuve ahí cuando fue escrita.

—Entonces debes saber que todo traidor por ley es mío, su sangre es de mi propiedad.

—Intenta llevártelo—. Interrumpió Peter mientras señalaba a la bruja blanca con su espada.

—¿Y crees que podrás quitarme lo que por derecho es mío, niño rey?—. Pregunto burlona.

—Peter, relájate, así no se resolverá nada—. Susurro ___ al oído del chico.

Peter volteo a ver a ___ y decidió guardar su espada.

—Aslan sabe que si no recibo la sangre que la ley manda, toda Narnia será devastada y  perecerá en fuego y agua—. Jadis nuevamente fijo su mirada en Edmund y lo señalo. —Ese muchacho, morirá en la mesa de piedra.

Un gesto de preocupación se formó en la cara de los hermanos y amiga de Edmund.

—Así lo dicta la tradición y tú lo sabes bien Aslan.

—Ya basta, hablemos en privado.

Aslan le dio la indicación que lo siguiera adentro de su carpa. Jadis comenzó a caminar hacia su dirección pero antes se dirigió hacia ___.

—Mira nada más, la hija perdida por fin apareció—. Dijo con una sonrisa fingida. —Disfruta tu tiempo en Narnia querida, porque temo que no durara tanto.

—No te tengo miedo—. Espeto con odio.

—Mírate, eres idéntica a tu madre, lástima que está muerta.

—No se te ocurra mencionarla.

—¿Te crees muy valiente eh? No eres más que una niña asustada, que se esconde bajo la protección de su padre.

—Deja a mi hija en paz—. Dijo Aslan. —El asunto no es con ella.

Jadis solo le quedó mirando a ___ y después entro con Aslan a su carpa.

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Cada minuto parecían horas, la bruja blanca y el gran león aun no salían. El resto esperaba afuera, expectantes a lo que estuvieran diciendo adentro.

Todos los que esperaban afuera decidieron sentarse en el césped, el sueño le estaba ganando a ___ quien tenía su cabeza apoyada en el hombro de Peter; Susan y Edmund jugaban con el pasto mientras que la pequeña Lucy solo se mantenía en silencio y mirando al suelo, aburrida.

Luego de un largo rato, por fin Jadis fue la primera en salir de la carpa de Aslan, provocando que todos se pusieran de pie; Aslan no tardó en salir.

—Ha renunciado al sacrificio del hijo de Adán para siempre

Todos se alegraron y celebraron.

Jadis interrumpió la celebración y se dirigió a Aslan.

—¿Cómo sé que cumplirás tu palabra?

El gran león solto un gran rugido, lo que hizo estremecer a la bruja blanca quien decidió irse del lugar.

Nuevamente todos en el campamento celebraban, felices porque Edmund estaría sano y salvo.

Lucy y ___ dirigieron su mirada hacia Aslan quien solo tenía una mirada triste. ___ no tardo en notarlo y se aproximo a su padre.

—¿Sucedió algo?

—No hija, mejor ve con tus amigos—. Dijo Aslan para dejar sola a ___.

—Algo no anda bien—.pensó ___, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando llegaron los hermanos Pevensie para seguir celebrando.