-Capítulo 22: No puedo tocarla (1)-.

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En días normales, me despertaba sola.
Ese sueño loco debió hacerme quedarme dormida, así que me levanté apresuradamente y me dirigí a la cocina.
Vi el trasero de mi madre yendo en la dirección opuesta, pero algo parecía estar mal. ¿Por qué caminaba tan rápido?.

Aceleré mis pasos para alcanzarla, pero la distancia entre nosotras no se redujo por mucho que caminara.
Mi mente luchó por comprender lo que estaba sucediendo mientras mi madre continuaba alejándose cada vez más.

-Mamá.

La llamé apresuradamente, pero ni siquiera miró hacia atrás.

-¡Mamá!.

Incluso cuando comencé a gritar, nada cambió, mi madre no me miró y luego me di cuenta de cuál era el problema.

'Mamá no se está volviendo más rápida, soy yo quien está disminuyendo la velocidad'.

Tan pronto como descubrí el problema, me di cuenta de la pesadez sobre mis pasos, como si alguien se aferrara desesperadamente a mis piernas.

'¡No!. No puedo quedarme aquí. No puedo perder a mi mamá'.

Hice lo mejor que pude para avanzar, pero no importa cuánto luché contra esta fuerza invisible, no pude alcanzar a mi madre.
Su figura se hizo cada vez más pequeña a medida que se alejaba, amenazando con desaparecer de mi vista.

'¡No te vayas!. ¡Mamá!'.

-¡Mamá!-. Grité. -¡Mamá, mamá!.

Trabajé histéricamente para hacer algún tipo de sonido, pero había una obstrucción en mi garganta.
Mi voz todavía no podía alcanzarla y no me quedaba energía para moverme.
Era como si mis piernas estuvieran pegadas al suelo. No importa cuánto traté de acercarme a ella o llamarla, nada cambió.

'¡No, por favor muévete!. No, ayúdame…'.

Mi visión se volvió borrosa.
Las lágrimas brotaron de mis ojos cuando vi la figura de mi madre disiparse y esparcirse en el viento, como un espejismo. En ese momento, mi voz regresó y dejé escapar un grito desesperado.

Si hubiera sabido que esto sucedería, no habría actuado con tanta dureza con ella. La mañana antes de despertar en el cuerpo de Riddel, había peleado con mi madre. En ese entonces, no tenía idea de que no podría volver a verla.
Me arrepentí de todo, la pelea, mis palabras y la forma en que salí furiosa sin disculparme. No había nada que no daría por volver a verla.
Mi mamá, mi papá, mi hermano menor y mis amigos... Nunca había considerado realmente lo preciados que eran para mí hasta que llegué a este mundo extraño y solitario y los perdí.

'Ahora mismo, ¿Estoy viva o muerta para ellos?'.

Lo último que recordaba antes de despertarme en el cuerpo de Riddel era que había tenido un accidente automovilístico.
Pero eso no significaba necesariamente que estuviera muerta, ¿Verdad?.
Podría haber una posibilidad de que sobreviviera y mi cuerpo original estuviera en coma...

Pero....
¿Y si realmente estuviera muerta en mi mundo?. No, no puede ser. Ni siquiera me disculpé con mi mamá. Hay tantas cosas que todavía quiero decirle.

'Lo siento mama. De verdad, lo siento mucho'.

-Lo siento.

Mis piernas perdieron repentinamente toda su fuerza y colapsé al suelo.
Los sollozos sacudieron mi cuerpo mientras me sentaba indefensa en el suelo. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que comencé a llorar.
Entonces, de otro lado, sentí que el aire cambiaba. Mi entorno se sumió rápidamente en la oscuridad y pude escuchar una mezcla de voces murmurando ansiosamente desde algún lugar, pero la voz de mi madre no estaba entre ellas.

'¿Ah?. Creo que escucho a alguien familiar'.

Traté de concentrarme en ese sonido distante. En ese momento, una sensación de frío tocó mi frente.

'¿Que es esto?. ¿Nieve?'.

Cuando miré hacia arriba, vi una ráfaga blanca y delicada que se deslizaba suavemente sobre mi rostro desde arriba.
Fue realmente extraño.

-... Frío-. Murmuré mientras las partículas heladas rozaban mi piel.

Estiré mis manos para agarrar la nieve.

'Se siente bien'.

Curiosamente, la nieve se sentía extrañamente cálida y reconfortante, aunque sabía que se suponía que la nieve era fría. Era como si los pequeños copos helados me calmaran.
Lentamente, la oscuridad comenzó a menguar. Las sombras en mi visión también se desvanecieron gradualmente, y la nieve se derritió y desapareció.

'Espera, no te vayas. No, no te derritas.
No…'.

En mi estado semiconsciente, pude escuchar esa voz preocupada nuevamente.
No estaba segura de lo que decía ni a quien pertenecía.

***********

La mansión fue presa de un tenso silencio. Casi todos los sirvientes estaban reunidos en una habitación, pero nadie se atrevió a hacer ruido. Solo el jadeo sin aliento de Riddel interrumpió la atmósfera. Kyle caminaba inquieto frente a la cama con una expresión terriblemente severa,

-¿Qué demonios está pasando?-. Le gritó a su aterrorizado personal, exigiendo respuestas que no podían dar. -¿Qué le pasa?, ¿Por qué no le baja la fiebre?.

-Eso ... Eso es...

-¡¿Por qué no se ha recuperado después de tomar su medicamento?!.

El Archiduque gritó como si fuera una bestia furiosa. Su rostro no mostraba más que desprecio por el médico tembloroso que tenía ante él.
El médico pudo sentir la intención asesina que emanaba de Kyle. Su rostro se puso mortalmente pálido.
Como médico personal de la familia Romani, había supervisado diligentemente su atención durante los últimos quince años.
Había tratado al Archiduque desde que era un niño, incluso antes de que lo afligiera la maldición del dragón, por lo que era uno de los pocos empleados de la mansión desde hacía mucho tiempo.
Como sabía cómo había sido Kyle antes de su maldición, el médico aún tenía fé en el archiduque y se negó a renunciar a su puesto.

El Duque Tirano Y La Pequeña Dama ReencarnadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora